viernes, 7 de agosto de 2009

Derechos Humanos-Historias de Vida, Lucha y Presencia en Parque Patricios-Norberto Palermo, Elisa Tokar, Norberto Morresi, Carlos Pisoni, María Nudel




Historias de




Vida, Lucha y Presencia,




en Parque Patricios


Sembrando la semilla de la Historia
Cultivando la raíz de la Memoria
Cosecharemos un futuro de Conciencia,
que se transformará en Justicia


Comisión de




Derechos Humanos del




Espacio Asambleario

de Parque Patricios



MIS COMPAÑEROS



Mis compañeros
Beben el vino manso del pueblo
Cantan canciones de amor y guerra
Tan ardorosas como sus sueños.


Mis compañeros
Inquebrantables, puros, sinceros
Como quijotes jamás vencidos
Tiran abajo molinos viejos.


Dejan el alma en todo momento
En lo infinito del sentimiento
Con alegría casi insolente
Mientras construyen día tras día
Las esperanzas de tanta gente
Sin concesiones, sin aspavientos
Pero entregándose por entero
Van por la vida, mis compañeros.


Mis compañeros
De las canciones y el pensamiento
De las batallas y los esfuerzos
Por el futuro que merecemos.


Mis compañeros,
De la poesía y de la justicia
De las banderas y las consignas
De amor por todo ¡que maravilla!


Teresa Parodi

Homenaje a todos los compañeros que lucharon, luchan y lucharán
por lograr un mundo sin injusticias.






Prólogo



Para comprender mejor los alcances y consecuencias de la Desaparición Forzada de Personas, es necesario situarse en la etapa social, histórica y política de las décadas de 1950,1960 y 1970.
Nuestro país, tiene una larga experiencia en golpes de estado. Pero es fundamentalmente en estas tres décadas, donde se producen los acontecimientos que culminarán con el trágico desenlace del golpe cívico-militar de 1976.
Ya en el derrocamiento de Juan Domingo Perón, podrían encontrarse los orígenes de un plan, que apoyado en un odio de clase instalado en las capas altas de la sociedad, provocaría los hechos que marcarían a fuego a toda una generación de trabajadores y luchadores populares.
Aquel “Viva el cáncer” escrito en las paredes tras la muerte de Eva Duarte; los bombardeos al pueblo en Plaza de Mayo y el golpe militar de 1955; los fusilamientos de José León Suárez, son indicios de una etapa represiva que comienza.
El Movimiento Obrero, mas allá de sentimientos políticos, comenzó a organizarse para combatir la dictadura. Los grupos de luchadores populares serán perseguidos, encarcelados, torturados, y asesinados.
Luego de 1955, se transita entre gobiernos de Facto y Democracias proscriptibas.

El mundo se halla dividido entre dos potencias, y los Estados Unidos como hiciera a lo largo de toda su historia, planifica su política, delineando el futuro de su “patio trasero” a gusto y conveniencia.
Nuestros gobiernos y oligarquías “nacionalistas”, forman a sus Fuerzas Armadas en la siniestra Escuela de las Américas, organizándose para combatir al “enemigo apátrida” en defensa de los supremos intereses de la nación.
En honor a esos mismos intereses es derrocado Arturo Humberto Illia

Luchas al interior del Ejército por mantener el poder, producen los enfrentamientos comúnmente conocidos como entre Azules y Colorados. El campo de batalla son las calles y casas de los barrios humildes; la tropa, los hijos de esas mismas familias.
Aún hoy perduran las huellas de los proyectiles en frentes y terrazas.
La Universidad Pública, como formadora de intelectuales comprometidos y críticos, es otra de las victimas de este proyecto de dominación. El ataque a docentes y alumnos en lo que se denominó “La noche de los bastones largos” será solo el comienzo.

La respuesta del pueblo organizado, producirá una serie de enfrentamientos y movilizaciones en distintos puntos del país.
El punto mas alto de estos enfrentamientos será conocido como “El Cordobazo”, ocurrido durante el gobierno de facto del Gral. Juan Carlos Ongania, y lo debilitará profundamente.
Aparecen nuevamente organizaciones que se arman para luchar contra la opresión militar.

Ongania deja su lugar al Gral. Roberto Marcelo Levingston; a este lo sucede el Gral. Alejandro Agustín Lanuse, quien para descomprimir la situación política, se ve obligado a llamar a unas elecciones seudo-democráticas, nuevamente con la proscripción de Perón, pero no del peronismo.
Gana abrumadoramente estas elecciones Héctor J. Cámpora, y nuevamente un gobierno civil retomaría los destinos de la Nación.
Una de las primeras medidas que toma el electo presidente, es liberar a todos los presos políticos que mantenía la dictadura. Nuevos aires de libertad, provocan la esperanza del pueblo Argentino. Aunque al interior del Justicialismo comienzan a moverse las piezas de los sectores mas reaccionarios.

Organizado el retorno de Perón (exiliado en Madrid), los sectores ligados a la derecha del peronismo dirigidos por el jefe de la SIDE, y ex jefe de la custodia de éste, coronel Jorge Osinde, son los que provocarán la llamada“Masacre de Ezeiza”.
Aquel 20 de junio de 1973, lo que había sido preparado como una fiesta, donde cerca de dos millones de personas se convocaban para recibir a su líder luego de 18 años de exilio, se transforma así en una tragedia.
Luego le seguirá la renuncia forzada de Cámpora y Vicente Solano Lima como vice.

Con la aparición y entrada en escena de la Alianza Anticomunista Argentina, comúnmente conocida como Triple A, comienza la persecución a los representantes gremiales y políticos “díscolos”.
Esta organización será el brazo armado de los sectores predominantes que no estaban interesados en compartir el poder, y a cuya cabeza se encontraba un oscuro policía devenido en Ministro de Bienestar Social llamado José López Rega. Mas tarde, el 1° de mayo de 1974, Perón se enfrentará con los sectores mas combativos del Peronismo.

La Triple A con su accionar sangriento, será el antecedente en democracia, de lo que sucederá a mayor escala durante la dictadura militar de 1976.
(Si bien de parte de las organizaciones armadas populares se produjeron hechos violentos, como el secuestro de los hermanos Born, o los ataques a diversos cuarteles militares, la relevancia de estos hechos, se torna menor, si consideramos que hubo un Estado transformado en represor, asesino y criminal; que repitió teorías, fundamentos y acciones diseñadas a nivel continental por una potencia Imperial, los Estados Unidos de Norteamérica; actuando y utilizando los mismos métodos que dice querer combatir pero con mayor crueldad, de manera antihumanitaria y antidemocrática).

Fue necesaria la eliminación de miles de intelectuales, gremialistas, estudiantes, trabajadores, todos ellos luchadores populares; para poder instalar los planes económicos y políticos que favorecieron el crecimiento de empresas asociadas a multinacionales, y la implantación de un sistema neoliberal que llevó a la quiebra, desindustrialización y pobreza a la mayoría de los países Latinoamericanos, incluida la Argentina.
El sometimiento a la Fraudulenta Deuda Externa, sumirá a varias generaciones en el hambre, la desnutrición, la falta de salud, educación y trabajo.

El Plan Cóndor será la herramienta que posibilitará el traspaso de información y prisioneros, en colaboración conjunta entre las dictaduras de Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia, será el que permitirá burlar la soberanía de cualquier país para asesinar a un ciudadano extranjero, (citamos como ejemplo, el asesinato del Gral Carlos Prats en la ciudad de Buenos Aires, el 30 de septiembre de 1974, a manos de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) de Chile).

El broche de oro a tamaña impunidad lo brindará la Junta Militar Argentina, comandada por el Gral. Leopoldo Fortunato Galtieri, desembarcando en las Islas Malvinas, declarándole la guerra a Inglaterra, cómplice y socio de la opresión a lo largo de toda la historia Argentina.
Y finalmente, montándose en un justo reclamo histórico, enviando a jóvenes conscriptos, en inferioridad técnica con relación a las tropas profesionales Inglesas, que contaron además con el apoyo de los Estados Unidos (también socio y promotor en todas las dictaduras); todas estas atrocidades cometidas con la sola intención de perpetuarse en el poder.

Luego le llegará el turno al Gral. Reinaldo Benito Bignone, último Presidente de facto, cuya tarea antes de traspasar el mando a un gobierno civil, fue la de preparar legalmente el terreno, para reforzar la impunidad, e intentar borrar las huellas del horror.



Este trabajo no tiene como objetivo presentar una única realidad; solamente se propone en base a hechos comprobados, que aquellas personas que no tienen en claro los acontecimientos de la historia reciente de nuestros países, sientan curiosidad e investiguen, o al menos analicen, los hechos ocurridos para que no vuelvan a repetirse, para que aspiremos así a vivir en un mundo sin injusticias, desigualdades, ni excluidos.

Aunque el genocidio haya sido difícil de ocultar, sin la lucha de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, Organismos de Derechos Humanos, ex-detenidos exiliados, y amplios sectores de la sociedad, estos crímenes difícilmente se hubieran juzgado y probado.

Ya en tiempos constitucionales, los distintos gobiernos hicieron lo posible para lograr la tan ansiada “Reconciliación Nacional”; ésta no es ni mas ni menos, que pasar por alto la mayor parte de los delitos cometidos, haciendo responsables solamente a las Cúpulas Militares (Obediencia Debida y Punto Final durante el gobierno de Raúl Alfonsin), o liberar directamente por decreto, a los pocos que habían sido juzgados o tenían causas abiertas( el Indulto otorgado durante el gobierno de Carlos Saúl Menem).
No hubo cambios durante el gobierno de Fernando de la Rúa, tampoco en los gobiernos transitorios de diciembre de 2001, mucho menos en el de Eduardo Duhalde.
Hoy, impulsadas por esa lucha popular de la que hablamos, y aún con la oposición de sectores poderosos del país, se han logrado algunas reivindicaciones relacionadas con la violación a los Derechos Humanos entre los años 1974 a 1983; pero es mucho mas lo que falta por descubrir y hacer al respecto.
Entre ellas, todavía queda por investigar la responsabilidad de los sectores civiles beneficiarios e impulsores del Golpe, y sus cómplices.



Actualmente el aparato represivo continúa funcionando en casi todo el país, a pesar de la intervención del Estado en los últimos años para modificar esta situación; con el agregado de la creación de la Policía Metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires, ideada y formada sobre las bases de los conceptos de la Dictadura y la mano dura. Prueba de ello son los casos de gatillo fácil que todavía se suceden, el asesinato de Darío Santillan y Maximiliano Kosteki en 2002, el del maestro Carlos Fuentealba a manos de la policía de Neuquen en abril de 2007, la represión a las personas en situación de calle, o el asesinato de integrantes de la etnia Q´om más recientemente en 2010.
Las instituciones o Fuerzas de Seguridad fueron formadas en los conceptos de sus “camaradas” de las dictaduras militares, la Justicia mantiene en su seno a muchos funcionarios que siguen siendo fundamentales para lograr que los juicios no avancen con la celeridad necesaria.

De los 30.000 desaparecidos de la última dictadura militar, aproximadamente 121 de estos compañeros vivieron en nuestro barrio. Llegando a conformar esta cifra, cotejando información relevada de datos aportados por Organismos de Derechos Humanos, de ex detenidos durante ese período, y del aporte de familiares y conocidos de las víctimas del Terrorismo de Estado.
De muchos de estos compañeros se saben los datos personales, su lugar de secuestro y detención; pero es importante ampliar las investigaciones para completar el conocimiento de los restantes.
Desde el Espacio Asambleario de Parque Patricios y su Comisión de Derechos Humanos, hacemos un llamado a aquellas personas que puedan aportar datos e información relacionados con este trabajo.
Recuperando la historia y lucha de los militantes populares, estaremos haciendo justicia con aquellos que “simplemente” quisieron cambiar el mundo, para terminar con las desigualdades e injusticias que oprimen a nuestros pueblos.




Conocer los acontecimientos históricos es solo una parte de la tarea.
Debemos tomar conciencia, y lograr que esta se traduzca en Justicia.
Acercar los Derechos Humanos a la actualidad
es la mejor manera de homenajear a los 30.000 compañeros Detenidos-Desaparecidos,
pero es necesario que cada uno de nosotros comprenda,
tome parte de la responsabilidad que le corresponde,
y actúe en consecuencia.

Comisión de Derechos Humanos del Espacio Asambleario de Parque Patricios

Participaron de la primera etapa del trabajo:

María Rosa Pallone y Oscar D´Aquila



Participaron de la segunda etapa del trabajo:









El 18 de septiembre del 2006 era secuestrado Jorge Julio López, querellante y testigo en la causa por desaparición, secuestro y tortura de personas, contra el ex Comisario de la Policía Bonaerense. Miguel Etchecolats.




No es el primer desaparecido durante el período democrático, podríamos citar el caso de Miguel Bru como ejemplo, pero la desaparición de López, se produce justamente el día en que se leyó la sentencia del juicio, como represalia e intimidación.




El ex Comisario-represor fue condenado a Cadena Perpetua, en el marco del genocidio implementado en la Argentina entre los años 1976 y 1983.




Hoy Jorge Julio López continúa desaparecido





¡¡¡ EXIGIMOS !!!






¡ ¡ Aparición con vida de Jorge Julio López ! !






¡ ¡ Juicio y Castigo a los responsables ! !







UNA PARTE DEL LISTADO DE COMPAÑEROS




DETENIDOS-DESAPARECIDOS DE PARQUE PATRICIOS




( 73 del total de 121)






Alvarez Gonzales Clara Angela---27/05/1978
Araujo Moyano Ruben Benjamín 22/12/1976
Arellano Denti Miguel Isidro 12/05/1978
Avellaneda Quintaie Lucrecia Mercedes 13/01/1977
Aggio Enrique Jorge
Aguilera Daniel
Akselman Leticia Mabel
Alfonso Oscar A.
Alvarez Jorge
Alvarez de Marco Cara Angela
Alvarez de Barros Lucina
Andreani Esteban Silvestre
Araujo de Narvaez Porfiria
Badillo Jorge Luis
Bai Quesada Mirta Adriana 12/05/1978
Barreto Ricardo
Bertolini Loza Silvia Raquel
Bruzzone Gustavo
Bulit Raquel
Cabanas Gomez José Luis 16/02/1977
Casenave Jorge Omar
Costa Rosa Delfina
Costa Locesano Eduardo Esteban 02/06/1976
Courtade Enrique Gastón
Diaz Susana Noemí
Dillon Jorge
Farris Manavella Antonio Julio 02/01/1980
Fernandez Cecilia María
Fernandez Clara Haydee
Ferrari Azulay Mariel Silvia 14/01/1977

Fondovila José Julio
Fondovila Carlos
Flores José Francisco
Fuentes Delasan Héctor Oscar 09/06/1976
Galvan Lezcano Horacio Alberto 31/05/1976
García Juan Carlos
García Roberto
García Roberto Carlos
Gemetro Luis María
Giovannoni Roxana
Gorrini Alberto Jorge
Guerrero Moncayo Alicia Margarita 24/02/1978
Gurrea Jorge Luis
Horane Eduardo
Ibarra Daniel
Marco Raúl Daniel
Marco Alvarez Adriana Nieves 27/05/1978
Marco Alvarez Raúl Daniel 27/05/1978
Maroni Patricio
Martinez de Moreno Ilda Esther
Montenegro Farias Jacinto Rubén 05/01/1977
Moran Ruperto
Morresi Norberto Julio
Nieves de Marco Adriana
Noia María
Obreque Sauro Antonio 14/01/1983
Palermo Norberto Hugo
Pedraza Horacio Vital
Pereira María Martín
Pereira Patricia
Pérez Marisa
Ponce de Biancomaria Eugenia
Pruneda Alberto
Reguera Estevez Pablo Norberto 13/01/1977
Ritter Guillermo Daniel
Roberto Luis María
Roggerone Carlos M.
Rolon Carlos Armando
Salinas Jorge Luis
Sanabria Naranja José Elíseo
Santoro Luis Fernando
Silva Adriana
Vicente Eduardo
Zalazar Luis
Zurita Alejo





Colaboración de Julio Morresi, Sergio Zisman, y CoNaDeP









Norberto Hugo Palermo













Desaparecido el




14 de octubre de 1975




NORBERTO HUGO PALERMO

El de Norberto Hugo Palermo, no está dentro de la generalidad de los casos de Desaparición Forzada de Personas. No se produce en la dictadura que abarca los años de 1976 a 1983, si no en el período anterior , el correspondiente al gobierno constitucional de María Estela Martínez; quien asume la Presidencia (con cargo de Vicepresidente hasta entonces) , luego del fallecimiento ocurrido el día 1 de julio de 1974, del Presidente electo Juan Domingo Perón.
Como consecuencia del Decreto Nº 261 del mes de febrero de 1975, el cual en uno de sus articulados dice: "El Comando General del Ejercito, procederá a ejecutar las operaciones militares necesarias a los efectos de neutralizar y/o aniquilar el accionar de los elementos subversivos", con la firma de la Presidente M. E .Martínez, y los ministros Benítez, Rocamora, Savino, Ivanissevich, López Rega, Gómez Morales , Vignes y Otero; se realiza en la provincia de Tucumán, el denominado " Operativo Independencia" . Sería el anticipo de lo que sucedería a partir del golpe de estado.
El cuerpo de Norberto es encontrado a los pocos días de su desaparición, el padre y su hermana hacen el reconocimiento del cadáver, pero luego este desaparece nuevamente, sin que queden rastros de su paso por la Morgue, ni la Comisaría de Bella Vista. Esto se puede apreciar con claridad en el documento que se adjunta al final de la investigación.

El hijo tan esperado

Norberto nació un 3 de julio de 1954 en la Clínica La Luna de la Ciudad de Buenos Aires. Era el primer hijo de Bruno y Lidia, y el primer nieto varón de sus abuelos y bisabuelos.
Vivía en una casa grande, con dos patios y un amplio fondo, junto a sus abuelos y bisabuelos maternos, ubicada en las calles Rondeau y Maza de Parque Patricios.
A los nueve meses, sus padres lo bautizaron en la iglesia de San Bartolomé , Lidia era muy creyente, una excelente madre y esmerada ama de casa. Esperando la llegada de su primer hijo, ella misma había cosido a mano toda la ropa para el bebé.
Bruno, el padre, trabajaba como contador en un banco, pero agregaba otros empleos para dar a su familia algunos gustos, como ir de vacaciones todos los años. Entre esas otras ocupaciones estaba su trabajo en Editorial Sopena , también supo actuar como árbitro de fútbol.
Cuando Norbi (como lo llamaba la familia)no cumplía aún los tres años, la mamá quedó embarazada de Silvia, su hermana.
Antes de los seis años, comenzó la primaria en la Escuela Nª 23 del distrito escolar Nª 6 ubicada en las calles Boedo y Chiclana, donde cursó hasta 7mo grado. Durante esos años peleaba mucho con su Silvia, pero este no era motivo para dejar de protegerla. Ambos fueron socios del Club Atlético Huracán desde chicos; Francisco, el abuelo materno, había sido socio fundador y primer vitalicio del club, transmitiendo a sus nietos el amor por el deporte.
También el club era lugar de reunión con los amigos del barrio, con quienes compartía también largos partidos de fútbol en la vereda de su casa.
Al llegar a los doce años, comenzó el secundario en el Comercial Nª 5, José de San Martín, de Entre Ríos e Independencia.
Su dedicación al estudio, permitió que en 1ª año, tuviera las mejores notas de todas las divisiones, ocupando el Cuadro de Honor del colegio.
Llegando a la adolescencia, la relación con su hermana se hizo mas profunda, compartiendo muchas cosas, cuidándose y queriéndose mutuamente .
A los 15, Beto (así lo llamaban los amigos) comenzó a trabajar en el negocio de un tío.
Mostraba interés por los problemas políticos y sociales, y solía realizar tareas comunitarias en las villas.
Al terminar el secundario, con 17 años, se inscribió para cursar la carrera de Psicología, en la vieja Facultad de Filosofía y Letras, de la calles Independencia y Urquiza, pero también se había sentido atraído por la carrera de Sociología.
Norberto y Silvia eran dos adolescentes rebeldes de los años 70, escuchaban música de los Beatles, y los seducía la lectura de los libros del Che Guevara. Admiraban a Salvador Allende (presidente de Chile) y soñaban con la revolución socialista.
Cuando se produjo el golpe de estado que derivó en la sangrienta dictadura del General Augusto Pinochet, mostraron su solidaridad con el pueblo chileno, en innumerables marchas por la ciudad de Buenos Aires.
Por entonces, Norberto dedicaba mas tiempo al trabajo que al estudio. Militaba en el E.R.P. (Ejército Revolucionario del Pueblo), y conseguía un trabajo de cadete en la empresa Bunge y Born.
Al cumplir veinte años, entra al Servicio Militar, que por entonces era de carácter obligatorio, lo hace en la Escuela de Caballería de Campo de Mayo, dependiente del Comando de Institutos Militares cuyo comandante de zona era el General Santiago Omar Riveros.
Durante la charla con Bruno Palermo, este tema, motiva una reflexión de su parte relacionada a su amistad con Augusto Conte (dirigente del Partido Demócrata Cristiano, y Diputado de la Nación) : "con Augusto Conte, habíamos hecho amistad luego de la desaparición de nuestros hijos; éramos muy amigos, el hijo de Augusto fue uno de los primeros casos también. A el le había tocado Marina, y en su momento el hijo lo consultó sobre la conveniencia de presentarse o no; y él le dijo que si, que se presentara, que no tenía ningún tipo de responsabilidad en nada; después secuestraron al pibe, y desaparece.*
Entonces a partir de ahí, tuvo ese grado de culpa que lo llevó a una gran depresión. La última vez que lo vi, fue un jueves en la ronda de Plaza de Mayo, le comenté lo bien que lo veía, lo bien que estaba; él me contestó que si, que estaba bien, y a los veinte días fue y se pegó un tiro". *( hace referencia al episodio donde es allanada la vivienda de Augusto María Conte, y la entrevista con su ex amigo General Suarez Mazon, para aclarar que el hijo no pertenecía a ninguna Organización).
Norberto había sido destinado a la Escuela de Caballería de Campo de Mayo, ingresando en el mes de febrero de 1975. Los dos primeros meses fueron de una instrucción muy dura, sin tener una sola salida del cuartel.
Luego, le destinaron tareas de oficina a las órdenes de un teniente, al que debía limpiarle las botas, cuidar el caballo, y obedecer en todo.
Comenzó a salir de franco algunos fines de semana, y en charlas con su hermana, le confiaba que algunas noches, hacían levantar a todos los conscriptos; los hacían " bailar"; semidesnudos como estaban durmiendo, sin darle tiempo a vestirse, y en pleno invierno, los obligaban a tirarse cuerpo a tierra en el barro.
Beto era muy querido entre sus compañeros, a tal punto que lo nombraron Presidente del Casino de Soldados.
El 20 de junio de ese año, debido a su buen comportamiento, fue nombrado Soldado Dragoneante.
Como muchos jóvenes de su generación, tenía simpatía por el socialismo, y llevaba su compromiso a la práctica, trabajando por los mas necesitados. Sumaba así a las ideas propias, una militancia organizada.

EXPLICAR LO INEXPLICABLE

Norberto, como dijimos, trabajaba con anterioridad a su entrada al Servicio Militar, en la empresa Bunge y Born.
A través de una importante cantidad de denuncias, se hicieron de conocimiento público los estrechos vínculos que tenía la empresa con las Fuerzas Armadas que produjeron el golpe de estado del 76.
Cuando Bruno y Silvia se acercaron a las oficinas para cobrar un dinero que adeudaban a Norberto; el trato que recibieron, dejó vislumbrar que, allí sabían lo que había sucedido con su empleado.
Prácticamente le cerraron las puertas en la cara, lo que aumenta la sospecha sobre la posible delación y complicidad de los directivos de la empresa.
Seguramente su militancia, era conocida también por los Servicios de Inteligencia de las Fuerzas Armadas y la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina).
Por su parte Bruno, en su trabajo como Contador del banco Mercantil Argentino ( actual Banco Patagonia) , en la sucursal de las calles Santa Fé y Cáning, cuenta que con anterioridad y posterioridad a la desaparición de su hijo, recibía la visita de muchos militares, interesados en entablar conversación sobre la situación política del país, tratando de recabar información. Estas visitas se sucedieron hasta un tiempo después del conocimiento de la desaparición de Norberto.

LA BUSQUEDA Y EL DESENLACE

Como sucedió a la mayoría de las familias, la ausencia del hijo produjo angustia y dolor.
Los padres de Norberto recorrieron los caminos que fueron comunes a todos.
El militar conocido, el funcionario influyente, el Cura párroco de confianza; cualquier personaje que tuviera " contactos" o "relaciones", era una esperanza que se abría. Monseñor Grasselli era uno de los consultados, a veces conseguía la visa para que algún secuestrado, sobreviviente de los Campos de Concentración pudiera salir del país y exiliarse.
Por lo general, los consultados contestaban con más preguntas. En definitiva, no era más que una burla, que agregaba incertidumbre a los familiares.
A raíz de su trabajo, Bruno conocía al director de la guarnición de Campo de Mayo, el coronel Rodolfo Feroglio, quien tenía estrechos vínculos con Jorge Rafael Videla, pero que ante la presencia y la insistencia de este por conseguir alguna información sobre su hijo, negó tal vinculación.
Enviado por el Coronel Macci ex embajador Argentino en Estados Unidos, similar respuesta obtuvo ante el secretario general de Videla a fines del año 1976, quien le ofreció whisky y habanos, y ante la negativa de Bruno a aceptarlos, por que "solo quería saber donde está mi hijo", este le aconsejó ver al Gral. Ramón Camps, por supuesto que negándose a entregarle una nota o carta de presentación.
Un vecino de Campo de Mayo fue quien descubrió el cuerpo de Norberto, era un hombre de unos setenta años, que pasaba por el lugar en el momento en que su cuerpo estaba siendo quemado . Lo halló en la Av. Márquez a unas 10 cuadras de Campo de Mayo, dando aviso a la Policía. Sus pies, rodillas, brazos y cara fueron quemados; coincidentemente, partes fundamentales para la identificación
En el lugar, este vecino, quiso colocar una cruz como reconocimiento al muerto aparecido, pero no lo llegó a hacer por temor.
Cuenta Bruno, que su hija se comportó con mucha valentía, acompañándolo en todo momento.
Resultó dificil identificar el cadáver de Norberto; luego de varios meses, todavía tenía la duda sobre si era o no su hijo.
Pasado un tiempo, Bruno conoció una versión que decía que lo habían matado en la Plaza de Armas de Campo de Mayo, con un disparo en la sien, ¿la acusación? , " traidor a la patria " por llevar en los borseguies volantes del ERP.
El cuerpo fue llevado a la Av. Márquez, de allí al cementerio de San Miguel, de allí a un cementerio de la ciudad de La Plata, donde la familia concurrió con la esperanza de averiguar algo mas; otra vez sin resultados.
Lidia se dirigió a Campo de Mayo para hablar con un Teniente primero o Capitán Trotta, quien en una evidente incomodidad ante la visita, también respondió con negativas.
En el informe del médico forense, figura el disparo en la sien, y las quemaduras antes descriptas, pero mas llamativo aún es el apellido de este médico, y el consejo que recibió la familia.
Estando en la comisaria de Bella Vista , a cargo del Comisario Insúa, y el Oficial Principal Borro, luego de observar el informe forense, ante la pregunta de Bruno, sobre la posibilidad de ir a la casa de este médico para conversar con él, el consejo se oyó amenazante , " no le conviene, no vaya". El médico forense era conocido como Guillermo Berges, médico policial conocido como cómplice de numerosas sesiones de torturas , asesinatos y apropiación de bebés.
Bruno hace solo dos años que puede hablar sobre lo sucedido; lagrimea con facilidad, " tengo mucho sentimiento, me acuesto pensando y me levanto pensando"
Para él, todo estaba premeditado, fueron engañados vilmente, hubiera aceptado la muerte de su hijo si no hubiera sido de manera tan cobarde y sanguinaria
Recuerda a la novia de norberto, como una chica comprometida también con los ideales del hijo. Ella pudo ir a vivir a España, pero ante el dolor sufrido, enfermó, y a los tres años falleció.
Nos cuenta que sabe de un Bar en la calle Atuel, donde desaparecieron la mayoría de los concurrentes.
El 24 de marzo del año 2006, se colocó una placa homenajeando al hijo en la puerta de su casa; a los pocos días la encontró arrancada y tirada en medio de la calle. Con mucho dolor la tomó entre sus manos, y la llevó a su casa.
Pero para tener un concepto mas preciso de lo vivido, basta con leer las palabras que a modo de síntesis nos entregara la familia:
" Cuando llegó el mes de octubre, ya faltaba poco para terminar el servicio militar, por lo que Beto salía de franco todos los fines de semana, siempre los pasaba en su casa de Parque Patricios junto a sus padres, su novia y su hermana. El domingo 12 de octubre fue el último que estuvieron todos juntos. Como el miercoles 15 era el cumpleaños de la mamá, Norberto había pedido un permiso especial en el cuartel, para ir ese día a su casa.
La noche anterior, el martes 14 de octubre, pasadas las 23 hs. , le dijeron que podía irse. Como era tan tarde, Beto pidió quedarse hasta la mañana siguiente, pero según contaron unos soldados que estaban de guardia, lo obligaron a salir con el pretexto de que el franco ya estaba firmado, y por eso no podía permanecer en el cuartel. Nunca más se supo nada de Norberto, no llegó al cumpleaños de la mamá, jamás se pudo averiguar si realmente salió de Campo de Mayo, nadie lo vio tomar el colectivo, ni bajarse.
Beto desaparece cuando apenas tenía 21 años, el 14 de octubre de 1975. Su mamá se enfermó gravemente en pocos meses, y se suicidó ocho años después. Su padre y su hermana lo buscaron en vano por comisarías, hospitales, pusieron avisos en los diarios, fueron muchas veces al cuartel. Siempre recibieron la misma respuesta, que de ahí se había ido, que seguramente estaría con " alguna negrita", que ellos iban a colaborar en la búsqueda si la familia les aportaba datos de sus amigos y conocidos.
Aunque su hermana entendió enseguida que Beto estaba muerto, lo esperó durante mucho tiempo. Imaginó que había viajado, que había perdido la memoria, que un día llegaba y entonces ella le podía contar todo lo que había pasado. Pero no fue así, Norberto nunca más volvió, y pasó a formar parte de la larga lista de desaparecidos".






Palabras de Silvia Palermo el 14/10/2007 en el homenaje realizado en la puerta de la escuela donde concurrió Norberto durante la Primaria
Norberto Palermo, un chico de Parque Patricios

Norberto y yo jamás nos hubiéramos imaginado que un día, íbamos a estar todos nosotros reunidos aquí, colocando una baldosa, una baldosa que lleva su nombre. Tantas veces caminamos juntos por este lugar, la puerta de su escuela. No lo recuerdo, pero con seguridad en 1960 cuando comenzó primer grado, mi mamá y yo lo acompañábamos cada día a la entrada y luego, a la salida lo veníamos a buscar. Aquí en la Escuela 23 del distrito 6º Beto, como yo le decía a mi hermano, cursó sus estudios primarios. Todavía me acuerdo del nombre de la Srta Edith que fue su maestra de 1º inferior y de 1º superior. También recuerdo al Sr. Orfila, el maestro de 4º grado. Norberto era un chico como los que hoy vienen a esta escuela. No era el mejor alumno, aunque sus notas eran buenas y se portaba muy bien. Era tímido, callado, vergonzoso, muy educado. Un chico de barrio, de Parque Patricios, de aquí cerquita. A tan solo una cuadra nacimos y vivimos todos juntos hasta que se lo llevaron.
Porque un día se lo llevaron. No se de dónde, ni a qué hora, ni quiénes, ni por qué. Como tantos otros, un día no estuvo más. Un día, exactamente el 14 de octubre de l975, Norberto pasó a ser un desaparecido. Con el tiempo supe que eran miles los que habían pasado por el mismo horror. Con el tiempo comprendí que nunca más iba a volver a verlo.
Por eso estamos aquí, para recordarlo, para dejar en esta baldosa plasmada su memoria, su huella, sus pasos. Para no olvidarlo. Para que cada uno que pase por este lugar, sepa que en esta escuela estudió Norberto Palermo, un militante popular desaparecido por el terrorismo de estado. ¿Por qué era un militante popular? Porque aunque conocía los riesgos a los que se exponía, mi hermano asumió el compromiso de luchar contra la miseria y la injusticia. Norberto quería un país con igualdad, sin excluidos, sin cartoneros, sin personas que mueren de frío durmiendo debajo de la autopista. Norberto soñaba y por eso luchaba por una Argentina sin villas miseria, con escuelas públicas gratuitas y de excelencia. No quería escuelas privadas para los ricos y otras, las estatales, para los niños con menos recursos. Beto, mi hermano, pensaba que en la Argentina todos debían tener trabajo digno, vivienda, salud, educación.
Cuando Norberto tenía 15 años, mientras cursaba 4º año de la escuela secundaria, siendo entonces sí un alumno excelente, me atrevo a decir el mejor, ya que tuvo el promedio más alto de todas las divisiones y por eso estuvo en el Cuadro de Honor; en ese momento, alrededor del año 1971 comenzó a militar en una agrupación llamada Frente de Lucha de los Secundarios. En esa época, muchos jóvenes estábamos convencidos que el socialismo podía mejorar las condiciones de vida de nuestra población. Mi hermano fue uno de ellos, luchó por un país mejor, aún sabiendo los peligros que enfrentaba.
Cuando terminó el secundario se inscribió en la carrera de psicología y comenzó a trabajar como cadete en la empresa Bunge y Born. A los 20 años le tocó entrar al servicio militar que para entonces era obligatorio. Lo destinaron a la Escuela de Caballería de Campo de Mayo, ingresó en el mes de febrero de 1975. Los dos primeros meses de instrucción fueron durísimos. Con mis padres fuimos muchos fines de semana a visitarlo. En el cuartel le encomendaron realizar tareas de oficina, además de estar a las órdenes de un teniente, al que le debía limpiar las botas, cuidar el caballo y obedecer en todo. Después de unos meses comenzó a salir algunos fines de semana de franco. Me contaba que los militares los trataban muy mal. Durante las noches, en pleno invierno, hacían levantar a todos los soldados conscriptos y sin darles tiempo para vestirse los obligaban a hacer instrucción. Tenían que tirarse en el barro cuerpo a tierra, medio desnudos en un lugar descampado e inhóspito. Yo tenía mucho temor y esperaba ansiosamente el momento en que le dieran la baja.
Cuando llegó el mes de octubre, ya le faltaba muy poco para terminar la conscripción, Beto salía de franco todos los fines de semana. Siempre los pasaba en casa, aquí en Parque Patricios. El domingo 12 de octubre fue el último día que estuvimos todos juntos. Como durante esa semana, el miércoles 15, era el cumpleaños de mi mamá, Norberto había pedido un permiso especial en el cuartel para venir ese día a casa. La noche anterior, el martes 14, pasadas las 23 horas, las autoridades del cuartel le dijeron que podía irse. Como era tan tarde, Beto pidió quedarse hasta la mañana siguiente, pero según contaron unos soldados que estaban de guardia esa noche, lo obligaron a salir con el pretexto de que el franco ya estaba firmado y que por eso no podía permanecer en el cuartel.
Nunca más supimos nada de Norberto. No llegó al cumpleaños de mi mamá. Jamás pudimos averiguar si realmente salió de Campo de Mayo. Beto desapareció cuando apenas tenía 21 años, el 14 de octubre de 1975. Mi mamá se enfermó gravemente en pocos meses y se suicidó ocho años después. Mi padre y yo buscamos a Beto en vano por comisarías, hospitales, pusimos avisos en los diarios, fuimos muchas veces al cuartel. Siempre recibimos la misma respuesta, que de ahí se había ido.
Durante muchos meses acudimos con mi papá a juzgados, comisarías y cementerios. Tuvimos encuentros con militares sin lograr ninguna respuesta. Durante mucho tiempo lo esperé, lo busqué, creía verlo por la calle. Me imaginaba que un día iba a volver, que estaba en algún lado, que quizás estaba detenido y lo iban a dejar libre.
Con el paso de los meses, todo empeoró, poco más de cuatro meses después fue el Golpe Militar del 24 de marzo de 1976. A partir de ese momento, todo se tornó demasiado peligroso. A mi padre en un juzgado le aconsejaron que no buscara más a su hijo porque corría peligro mi vida y la suya, la de mi papá. Nos podían desaparecer a nosotros también, solo por esto, porque buscábamos una respuesta. Dónde estaba mi hermano, quiénes se lo llevaron, por qué.
Hoy se cumplen 32 años de su desaparición, hace mucho tiempo comprendí que Norberto está muerto, que nunca más lo voy a volver a ver. No se qué hicieron con su cuerpo, por eso, mi hermano es un desaparecido, uno más entre los 30.000 que de manera tan feroz nos arrancó la dictadura militar.

Por vos Norberto y por los 30.000 compañeros desaparecidos. Los que te queremos No olvidamos. No perdonamos. No nos reconciliamos. Y exigimos Juicio y Castigo a los genocidas.

Norberto Hasta la Victoria Siempre.









































Bruno Palermo





Algunos represores que formaron parte del




CCD Campo de Mayo

Coronel Norberto A. Bianco Se encontraba procesado por dos privaciones ilegales de la libertad como jefe del CCD "Hospital Campo de Mayo"General de brigada Reynaldo Benito Bignone DPOD Procesado por ser responsable de siete privaciones ilegítimas de la libertad y tres tormentos; jefe del Area 480 y del CCD "Campo de Mayo" y responsable de las desapariciones de los conscriptos Luis Daniel García y Luis Steimberg. En libertad por la Ley de "Obediencia Debida"

General de brigada Reynaldo Benito Bignone Se encontraba procesado como responsable de siete privaciones ilegítimas de la libertad, entre ellas las de los soldados conscriptos Daniel García y Luis Steimberg, y tres tormentos. Fue jefe del Area 480 y de los CCD "Campo de Mayo" y "Colegio Militar". Fue además el último presidente de facto de la dictadura militar. En libertad por la Ley de "Obediencia Debida"





Oficial del Ejército Cabal Secuestrador del CCD "Campo de Mayo". Impune por la ley de "Punto final".

Teniente Coronel de Ejército Roberto Caseres Relacionado con CCD Campo de Mayo (El Campito o Los Tordos), Bs. As., Legajo de CONADEP 0577/2269.
Mayor del Ejército CaserottoComo médico "atendió" a las prisioneras embarazadas en el CCD que funcionó en dependencias del Hospital Militar de Campo de Mayo. Impune por la ley de "Punto final".





Coronel médico Julio C. Caserotto La Justicia lo había encontrado responsable de una privación ilegal de la libertad ocurrida cuando se desempeñaba en el CCD "Hospital Militar de Campo de Mayo", como responsable de los partos de las prisioneras embarazadas, quienes luego eran separadas de sus hijos. En libertad por la Ley de "Obediencia Debida"
Médico de Ejército Julio Cesar Caserotto Imputado como jefe de grupo de tareas en CCD Hospital de Campo de Mayo, Legajo de CONADEP 6524.
Médico de Ejército Julio Cesar CaserottoImputado como jefe de grupo de tareas en CCD Hospital de Campo de Mayo, Bs. As., Legajo de CONADEP 6516/6521/6522/6523/6372/6525.
Médico de Ejército Julio Cesar CaserottoImputado como jefe de grupo de tareas en CCD Hospital de Campo de Mayo, Bs. As., Legajo de CONADEP 6517/6514/6519/6520/6515/6518.





Coronel de Ejército Chiapara Relacionado con CCD Campo de Mayo (El Campito o Los Tordos), Bs. As., Legajo de CONADEP 0877/2346.

General de Brigada Carlos A. Dalla Tea Fue el Subjefe de la Zona 4, desde septiembre de 1975 hasta enero de 1976, por lo que tuvo decisiva responsabilidad en los delitos cometidos, por personal civil y militar, en la Guarnición Militar Campo de Mayo y zonas aledañas. A partir de enero de 1976 y hasta enero de 1977, fue Secretario General del Ejército, en el Comando en Jefe de la mencionada fuerza. Por ocupar este cargo, tuvo conocimiento y responsabilidad en todo el accionar del personal militar en la represión ilegal. Impune por la ley de "Punto final".

Teniente Coronel de Ejército Luis Del Valle Arce Relacionado con CCD Campo de Mayo (El Campito o Los Tordos), Bs. As., Legajo de CONADEP 0977/2259.

Coronel Médico Abatino Di Benedetto Interventor del Hospital Posadas y, como tal, co-responsable del CCD que allí funcionó. Perteneció a la Dirección del Hospital Militar y actuó en el CCD que funcionó en dependencias de Campo de Mayo. Impune por la ley de "Punto final".

Mayor de Ejército Alejandro Guglielmi Relacionado con CCD Campo de Mayo (El Campito o Los Tordos), Bs. As., Legajo de CONADEP 3716.

Oficial de Ejército Julio (Cacho): Relacionado con CCD Campo de Mayo (El Campito o Los Tordos), Legajo de CONADEP 401.

Mayor de Ejército Malacalza Relacionado con CCD Campo de Mayo (El Campito o Los Tordos), Bs. As., Legajo de CONADEP 0977/2259.

Mayor de Ejército Martinucci Imputado como responsable en CCD Campo de Mayo (El Campito o Los Tordos), Bs. As., Legajo de CONADEP 0877/2346.

Teniente primero de Ejército Nieto Relacionado con CCD Campo de Mayo (El Campito o Los Tordos), Bs. As., Legajo de CONADEP 516.

General de brigada Edmundo René Ojeda Estaba procesado por una privación ilegítima de la libertad ocurrida cuando era subcomandante del Comando de Institutos Militares, donde funcionaba el CCD "Campo de Mayo". Por desempeñarse en este cargo, a partir de enero de 1979, tuvo responsabilidad en todo el accionar delictivo del personal civil, militar y de seguridad, en la jurisdicción de la mencionada zona. En libertad por la Ley de "Obediencia Debida"

Teniente primero de Ejército Daniel Alejandro Polano Imputado como integrante de grupo de tareas en CCD Campo de Mayo (El Campito o Los Tordos), Bs. As., Legajo de CONADEP 0877/2346.

Mayor del Ejército Ricardi Integró los grupos operativos que tenían como base el CCD que funcionó en Campo de Mayo. Participó en el secuestro de unos sesenta obreros y empleados del astillero Astarsa, el 24 de marzo de 1976. Impune por la ley de "Punto final".

General de division de Ejército Santiago Omar Riveros *Relacionado con CCD Campo de Mayo (El Campito o Los Tordos), Bs. As., Legajo de CONADEP 0677/253.

Coronel de Ejército Orlando Miguel Ruarte (Arcangel): Imputado como jefe de grupo de tareas en CCD Campo de Mayo (El Campito o Los Tordos), Bs. As., Legajo de CONADEP 0477/2269.

Coronel de Ejército Idelfonso Marcos Omar Sola Relacionado con CCD Campo de Mayo (El Campito o Los Tordos), Bs. As., Legajo de CONADEP 108.





Miembro de Ejército Suarez Mason (Sam): Imputado como responsable en CCD Campo de Mayo (El Campito o Los Tordos), Bs. As., Legajo de CONADEP 7077.Relacionado con CCD Division Cuatrerismo Policía Prov. de Bs. As. (El Banco), Bs. As., Legajo de CONADEP 2529/4124/4151.Relacionado con CCD Olimpo, Legajo de CONADEP 2529/4124/4151.





General de division de Ejército Suarez Mason (Pajarito) :Imputado como visto en CCD Penal de Villa Las Rosas, Salta, Legajo de CONADEP 3524.Imputado como responsable en CCD Regimiento 1 de Patricios (Palermo), Legajo de CONADEP 7077.Imputado como jefe de centro clandestino en CCD Regimiento 1 de Patricios (Palermo), Legajo de CONADEP 3948.Imputado como visto en CCD Vesubio (Camino de Cintura La Matanza), Bs. As., Legajo de CONADEP 7170.Imputado como visto en CCD Vesubio (Camino de Cintura La Matanza), Bs. As., Legajo de CONADEP 3948/3382.








Elisa Tokar
Detenida-desaparecida











Aparecida









Elisa Tokar
Detenida-Desaparecida
Aparecida





“Se podría decir que mi infancia fue feliz. Eramos una familia tipo, mi hermano, mi mamá, mi papá y yo. A mis siete años nacería Viviana, mi hermana menor.
Mi vieja era ama de casa y mi viejo tenía, en sociedad, una pequeña ferretería en Boedo y Garay. Vivíamos en Av. la Plata y Chiclana; toda mi infancia y mi adolescencia transcurrieron en esa zona. A fuerza
de sacrificio y mucho laburo, nos podíamos dar el lujo de ir a veranear.
La escuela primaria la hice en una escuela que ya no existe, ubicada en las calles Gual e Itaquí. De los tres hermanos, la más curiosa y rebelde era yo.”

Así comienza a relatarnos su vida Elisa Tokar, sobreviviente del centro clandestino de detención o campo de concentración, que funcionó en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) ubicada en Av. del Libertador, entre las avenidas Comodoro Martín Rivadavia y Av. Leopoldo Lugones, en el barrio porteño de Nuñez.

“Comienzo a acercarme a Parque Patricios cuando ingreso al Normal 11, de Deán Funes y Brasil. Mis futuras amigas serán de este lugar. En el Normal 11 no había una militancia política declarada, pero sí chicas curiosas y rebeldes, de distintas edades, con las que entablamos amistad.
Yo tenía muchas dudas en relación a lo político, algunas compañeras se reflejaban en el PC, otras eran de izquierda, pero no militaban en partidos. Yo participaba de charlas sobre marxismo y socialismo, pero no quería participar activamente. Los padres de algunas compañeras eran militantes, pero jamás me animé a charlar con ellos para quitarme las dudas.”

A los 15 años, Elisa participa de su primera movilización, en la marcha por la aparición de Martins y Centeno (caso de un abogado y su cliente – ampliar información) y con ésta la primera experiencia de represión policial, con golpes y gases lacrimógenos, que acrecienta su rechazo a las injusticias.

“Había una ebullición mundial en esa época. Se estaba gestando la Revolución Cubana, el Mayo Francés en el ’68, rebeliones en Italia, Alemania. En el país se producía el Cordobazo, que tuvo una gran incidencia.
Después del ’66, y más después de la Noche de los Bastones Largos, había que tratar de entender qué pasaba: ¿por qué no te permitían hablar?, ¿por qué había represión?, ¿por qué le pegaban a los estudiantes. Fue en la movilización que se hizo por Martins y Centeno, que a raíz de los palos, los gases y la represión me pregunto: si lo único que pedimos es saber por qué los tienen secuestrados, si solamente estábamos pidiendo por ellos, ¿por qué nos tiran gases y nos pegan?
Si necesitaba algo para convencerme que había que hacer algo, que no se podía estar ajeno a todo eso que pasaba, ellos me abrieron la puerta de entrada a la militancia.”

En el año ’72, comienza a cursar en la facultad de Derecho. En el subsuelo de la misma se convocaban todos los partidos políticos y las agrupaciones. En una de estas agrupaciones participa un tiempo para luego retirarse por no encontrar una línea política definida. Siguió rindiendo materias y estudiando hasta el año ’74, en que la Facultad fue cerrada.
Mientras estudia, trabaja en seguros y se relaciona en la Facultad con la JUP (Juventud Universitaria Peronista).
En el año ’75 integra la agrupación John William Cooke (conformada por agrupaciones de izquierda y la juventud trabajadora peronista) participando de las elecciones del gremio de seguros, donde logran un buen resultado, en contra del burócrata sindical Báez. Había comenzado así una militancia más organizada y responsable.

“Trabajábamos militando en la villa con la JP, en los problemas barriales y haciendo alfabetización. Era asombroso ver a la gente trabajadora que quería aprender siempre un poco más. Te abrían las puertas de sus casas. Si lo miro desde el presente, veo tres generaciones que no conocen lo que es tener un trabajo. Esa es otra de las caras del genocidio. Veíamos el mundo con deseos de hacerlo mejor, que todos pudieran vivir dignamente, tener un trabajo, ser solidarios con el otro.
Cuando entro en seguros sigo en la JTP, que era el brazo político de Montoneros, continuando con el mismo trabajo social, que era lo que más me interesaba. Pero en el ’76 cae un compañero muy cercano, con quien trabajábamos en seguros, y decido dejar este trabajo por una cuestión de seguridad”.

Ya había sucedido el Golpe y comenzado la persecución y secuestro de personas. Elisa hacía un tiempo que no vivía con sus padres y no quería dejar el trabajo político, pero este se tornaba cada vez más peligroso. Montoneros se transformó, a raíz de esto, en una sola estructura, pasando a su vez a la clandestinidad.
Después de 1976, la experiencia plena de la militancia, se había transformado en un peligro de tortura y muerte.
Estaban cerradas las puertas que antes se abrieran a los militantes, empujadas por el terror. El cansancio, el desamparo y el miedo, pasaron a formar parte de la vida diaria, a la que se sumaba el dolor por la desaparición de los compañeros.
Algunos pudieron elegir el suicidio en los momentos del secuestro. Fue una pequeña victoria, que le negó a los desaparecedores la arrogancia de sentirse dueños de la vida y la muerte
“En ese momento, la confrontación con la gente no se podía hacer. Además no veíamos la imposibilidad de seguir con un trabajo político por abajo. Abandonar la lucha era imposible, por el recuerdo de los compañeros que no estaban, que habían desaparecido. Sentías que los abandonabas, que los defraudabas, que traicionabas al compañero, esa era la sensación. ¿Cómo lo ibas a dejar solo?
Era terrible, era abandonar al compañero caído.”

Luego pasa a integrar un grupo especial de Montoneros, donde permanece tres meses. En ese momento caen detenidos el 80% de sus compañeros. Los restantes, poco tiempo después. Ella y otro compañero se salvan.
Alguno de los secuestrados en ese momento da información a sus captores, quienes contando con la información necesaria le arman una cita de la que logra salvarse solo por intuición.
Lejos de alejarse, nuevamente trata de militar en los barrios. Pasado un tiempo, logra reunirse con gente de la zona norte, para trabajar en el barrio La Cava.
Pero para septiembre de 1977 vuelven a armarle otra cita.

“Esa cita es cantada. Fue en Olivos, provincia de Bs. As. Yo iba caminando por la Av. Maipú con un ramo de flores en la mano. Era 21 de septiembre y en la empresa donde trabajaba nos habían regalado flores por el día de la primavera.
Así iba yo a la cita, con todas las indicaciones de seguridad, caminar de vereda a vereda, etc, y en la puerta del cine escucho una voz que dice: “no te muevas de acá”.
Eran cuatro tipos que se ponen muy cerca mio. Yo empiezo a los gritos y como tenía la pastilla en la mano, ellos se dan cuenta y me gritan que la suelte. Sigo gritando y sin darme tiempo a nada me tiran abajo, en el piso de un auto. Me empujaron para adentro y me pusieron la capucha.
En el lugar, había muchísima gente, que debe haber observado lo que pasaba, era un día hermoso de primavera, pero no escuche que nadie interviniera”.

Luego, se desata una carrera enloquecida hasta llegar a la ESMA.

“Me bajan del auto, me esposan, y entre dos tipos me llevan por lo que a mí me parecía un túnel. Uno de ellos me dice: “ponéte contenta, que estás pasando por la avenida de la felicidad”. Yo no contesto. “¿sabés por qué le pusimos avenida de la felicidad?, porque acá cantan todos”. Entonces me dejan en un lugar y me sientan, me ponen grilletes y me sacan la capucha. Entonces, comienzo a ver algunas caras.”

Comienza el interrogatorio. Fueron dos días de golpes, insultos, picana eléctrica, que se suceden continuamente.
Durante la tortura, Elisa reconoce que su nombre ficticio era Mónica.

“En esos momentos, me traen a dos compañeros a quienes yo creía muertos. Luego continúan con la tortura y me exigen que tengo que cantar. Cuando les trato de hacer entender que ya no militaba, me comienzan a golpear nuevamente y a preguntar si conocía a la Gaby y que sabía de ella.
Era imposible no conocer a Norma Arrostito, pero jamás la había visto personalmente. Además yo la creía muerta. Entonces traen a una persona esposada, engrilletada y encapuchada. Cuando le sacan la capucha veo que era la Gaby. La expresión de su cara mostraba signos de cansancio y hartazgo. La tenían como un trofeo de guerra. No había militar que pasara por la ESMA que no fuera a conocerla, a ver en qué condiciones estaba. ¡Y la Gaby estaba en condiciones deplorables! Pero por su entereza, era admirada hasta por sus propios captores, que jamás pudieron quebrarla.”

Entre esas personas que insultaban, golpeaban y torturaban a Elisa en esos primeros días, se encontraba el Almirante Chamorro. También estaba el responsable del operativo de su secuestro: Alfredo Astiz.

“La persona que a mí me chupa, no torturaba. Después de que habían dado muy mal, con picana, golpes y todo lo demás, me llevan a una piecita, donde Astiz venía y me decía: “¡Ay, Moni, mirá cómo estás!, te vas a sentir muy bien cuando te puedas bañar”. ¡Y yo no me podía bañar, si me habían pasado electricidad por todo el cuerpo! El tipo venía en una actitud, como diciendo, ¿ves que soy bueno?
Esa actitud contradictoria también la pude apreciar un 24 de diciembre del ’77, donde el Almirante Massera sube a la pecera, nos reúne a todos, que en ese momento llevábamos grilletes, y nos desea una feliz navidad. Es imposible comprenderlo.”

Además de la picana y los golpes recibidos, algunas mujeres pasaron por la degradación de las violaciones. Como método sádico de interrogatorio, utilizaron la colocación de una rata viva en la vagina de alguna de las detenidas, que sumadas a otra serie de vejaciones de las que se tiene conocimiento, amplían aún más el nivel de perversión de los secuestradores, que llegaron inclusive a la tortura de bebes frente a sus padres para arrancarles una declaración.

“Me tuvieron dos días en lo que se denominaba “el sótano”, sin bañarme ni tomar agua. Luego me pasan a la sala contigua a la 13, que era la de tortura. A ese lugar me viene a ver el rubio. Al lado, seguían golpeando y torturando a gente que provenía de la villa La Cava. A esa gente nunca la ví en Capucha, no sé si la soltaron o la mataron.
Había mucha gente, el barullo y los gritos eran constantes. Yo estaba en un estado de confusión enorme, venía gente de Ejército y gente de Marina con el uniforme. Venían a insultar, a golpear. Su frase preferida era “puta montonera!”. También venían los verdes con su uniforme de fajina, y la oficialidad que actuaba en los operativos, que vestían como cualquiera de los que estábamos secuestrados. Fueron dos días muy duros, no tenía contacto con nadie que no fuera un represor. La tortura continua era lo único que escuchaba”.

Uno de los “juegos” que se solían hacer con los detenidos dentro del sótano, era una carrera de motos, donde saltaban sobre quienes estaban en el piso, cayendo con todo el peso sobre sus cuerpos.
Elisa luego es llevada a Capucha. Antes de eso, le ofrecen bañarse y elegir ropa limpia entre una gran cantidad que se hallaba en lo que se denominaba pañol. Ese lugar se encontraba repleto de pertenencias que se habían robado en los operativos y que pertenecía a otros compañeros que habían sido secuestrados.
En esas condiciones de detención lograban, algunas veces, comunicarse por el lenguaje de las manos, cuando las “guardias buenas” lo permitían.
En una oportunidad el ofrecen escribir a máquina, cosa que Elisa rechaza, pero la actitud experimentada y solidaria de Norma Arrostito la hace recapacitar, “vos andá y escribí a máquina, sos una perejila, así por lo menos vas a poder respirar otro aire y soportar mejor todo esto”.
El Prefecto Febres ordena que la bajen al sótano para escribir unos folletos en inglés que formarían parte de una campaña de propaganda en el exterior del gobierno militar argentino.
En la ESMA, funcionaba un grupo denominado mini-staff, conformado por detenidos que se hallaban muy cercanos al ámbito de los marinos. Eran quienes marcaban y señalaban a sus propios compañeros.
A su vez, funcionaba otro grupo denominado staff, formado por la oficialidad de la organización Montoneros. Los marinos los consideraban apropiados para armar el proyecto político del Almirante Massera. Quienes integraban el staff, buscaron la manera de poner a trabajar en el proyecto a la mayor cantidad de compañeros posibles. El armado de la pecera, la traducción a distintos idiomas, falsificar documentos que los propios marinos usaban para sus tareas de espionaje, buscar cualquier tarea que permitiera a un compañero circular mínimamente por la ESMA y salir de la situación enfermante de Capucha.

“Hay gente que cayó secuestrada y negoció hasta el último momento y no cantó, no delató. Hay un límite, una parte de lo ético, ¿hasta donde podés cantar?, ¿hasta donde por el terror que tenés?... ¿Quién lo puede medir?...yo no lo sé, no puedo darme el lujo de medir. Yo también lo pasé. Pero una cosa es la tortura y otra es después de la tortura, que sigas cantando y cantando y colaborando con ellos, que te metas en el teléfono. La gente del mini-staff lo hacía, armaba citas por teléfono para que los compañeros cayeran.
¿Dónde está lo ético? Yo creo que eso no lo hubiese podido hacer. Como cuando te llevaban de paseo para marcar compañeros; ¡había que disimular!, hacer que mirabas, pero no ver.”

Si la tortura física era terrible, la psicológica no lo era menos.
En cualquier horario los gritos, las patadas, los insultos. La radio a todo volumen mezclada con los gritos de dolor de la tortura. De pronto la tranquilidad...y nuevamente la aparición de los torturadores con otros secuestrados; otra vez todo comenzaba...

“Todo era torturante, la otra tortura también. Los miércoles sabíamos que era día de traslados, no sabíamos qué pasaba, decían que te llevaban a otro campo de concentración, pero igual uno sentía la angustia.
En un momento a raíz de una equivocación de ellos, nos enteramos qué significaba ser trasladado.
A uno de los compañeros que trasladaban, lo suben al avión. Previamente le habían inyectado el famoso Pentonaval. Este compañero tendría que haber tenido un número, pero no lo tenía.
Aparentemente, los iban tirando al mar de acuerdo a los números. Cuando ya habían tirado al mar a todos los de la lista, queda este compañero sin número y lo regresan de nuevo a Capucha. Este compañero, cuando comienza a perder los efectos de la droga, empieza a contar lo sucedido y eso circuló entre los detenidos.
Luego de eso, cada traslado era un terrible dolor que te desgarraba aún más. Ahora ya conocías el destino de los compañeros”.

Se calcula que en la ESMA, hubo 5.000 detenidos-desaparecidos. La exclusividad la tenía Montoneros, pero por allí también pasaron militantes del Partido Comunista, del PTS, del ERP, y otras agrupaciones políticas de izquierda.
Así como la Marina tenía sus preferencias por Montoneros, el Ejército las tenía por el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo), siendo la Policía la que no hacía distinciones a la hora de secuestrar y desaparecer.
La numeración de los detenidos en la ESMA se contaba de 0 a 500 y después volvía a comenzar. De esta manera, teniendo en cuenta los distintos testimonios y el tiempo transcurrido, se pudo calcular la cifra de 5.000 detenidos-desaparecidos. Teniendo en cuenta que mucha de la gente que pasó por allí no tuvo numeración ni se conoció su destino, probablemente el número sea mucho mayor. De toda esa cantidad de gente secuestrada, solamente sobrevivieron alrededor de 120 personas.
El lugar de detención también dejó secuelas físicas en los sobrevivientes.

“A los detenidos que entraban a fines del ’76 y principios del ’77 se los esposaba, engrilletaba con cadenas y se los encapuchaba durante mucho tiempo. Se los tenía con los brazos abiertos y levantados, como colgados, y las piernas también abiertas. Yo tuve los grilletes puestos sólo seis meses, pero fue suficiente para que me dejara secuelas, que descubro años más tarde, donde a partir de un dolor muy fuerte, me realizan estudios que encuentran en el lugar donde tenía los grilletes, una marca indefinida.
A Norma Arrostito, además de estas cosas, le agregaron una bala de cañón. Cuando pedía permiso para ir al baño, le sacaban la bala, pero no los grilletes. Al volver, nuevamente se la colocaban.
Ella tenía problemas circulatorios congénitos, que sumados a esta situación, los hacían más terribles.”

Norma Arrostito, la Gaby, era admirada por sus propios captores. Su entereza y dignidad hicieron que el Almirante Chamorro se enamorara de ella, llegando a visitarla todos los días. Este sentimiento no fue retribuido por ella y no interfirió en el momento de decidir su asesinato.

“La Gaby estuvo dos años en esa situación de detención. La gente del Ejército la quería por el tema de Aramburu, pero los marinos no la querían entregar, era“ su trofeo”. Ella, a raíz de sus problemas, sentía grandes dolores en las piernas, que le impedían caminar. Esto les permitió encontrar una forma de matarla sin que se hiciera evidente.
Un domingo la llevan al Hospital Naval, pero antes le aplican una inyección para aliviar el dolor. Llevan a otra compañera como testigo de la atención que le darían. En el camino la Gaby muere y así llega al Hospital.
Ella siempre le decía a Chamorro que quería una muerte digna, como la que ellos le habían dado a Aramburu. Que fuera de frente. Sabía que la iban a matar, pero quería estar conciente.
No se animaron, no les dio el coraje.
La Gaby tenía 40 años, era la mayor del grupo, había sido compañera de Abal Medina.”

Muchos fueron los casos de entereza y dignidad que se conocieron en ese lugar. Por ejemplo el caso de dos detenidos que habían participado en un atentado. Se consideraban parte de un ejército revolucionario y popular, y por lo tanto pedían un trato de igual a igual, de militar a militar.
La respuesta es este pedido no se hizo esperar.
Fueron atados a una cama metálica, mojados, y les pasaron 220 voltios de corriente por todo el cuerpo.
La mujer murió al instante. El hombre los insultó hasta el último aliento. Luego los quemaron, estando él aún vivo, y fueron enterrando sus cuerpos en algún lugar de la ESMA.
El trato hacia las detenidas que estaban embarazadas era especial. Tenían una sala preparada para atender los partos, un quirófano y hasta atención ginecológica realizada por el Médico Dr. Magnacco. A las futuras mamás, les pedían que escribieran una carta dirigida a algún familiar o persona a quien quisieran dejar al cuidado de su bebé, cómo deseaban que fuera tratado y también que nombre querían que tuvieran.

“Todo este trabajo lo hacían para que la madre no sospechara y aceptara mansamente que le quitaran al hijo. ¡Si hasta Febres iba a comprar ropa de lujo para bebés! ¿Cómo podían imaginar que no entregarían a los chicos, que se los iban a robar? Hasta ese punto llegaba la podredumbre de la cabeza de estos tipos.”

La resistencia que cada detenido ponía en práctica para sobrevivir en ese lugar era en cada caso diferente.

“Creo que hay un mecanismo de autodefensa que cada uno se impone para sobrevivir de la mejor manera posible. Yo negaba mi situación, la vivía como si le estuviera pasando a otros. Naturalicé lo que vivía de una manera casi enferma.
Un miércoles nos dicen “hoy es día de traslados” y yo me pongo a llorar de una manera angustiosa. Entonces, se acerca una compañera y me dice “ni se te ocurra llorar, es lo peor que podés hacer acá adentro; que parezca que no te ocupas del otro”. Fue una orden, desde ese momento no pude llorar más, me cuesta mucho, me seco las lágrimas”.

La detención también estuvo acompañada por un “servicio” espiritual. En esas condiciones, a los detenidos se los llevaba a misa, en el mismo edificio de la ESMA. Luego se los regresaba nuevamente a su lugar. Se conocen casos donde religiosos presenciaron la situación de tortura que se vivía allí adentro.

“Antes que se construyera la pecera, el lugar de trabajo era el sótano. Nunca me llevaron a misa, pero cuando nos bajaban de Capucha para trabajar, pude observar varias veces la presencia de religiosos ahí adentro.
Cuando nos bajaban por la escalera de metal, estábamos engrilletadas, esposadas y encapuchadas. Para no caernos, nos dejaban levantar un poco la capucha. Los escalones eran altos y las cadenas cortas, por lo tanto nos lastimábamos los tobillos.
En esas bajadas y subidas lograba ver a alguien que tenía un hábito o sotana muy grande, de color marrón, con un cinturón de tela de distinto color. Luego, cuando se creó la pecera ya no lo cruce más. Nunca le vi la cara, pero mucho después, cuando ya trabajaba en Cancillería, me encuentro a una persona de cuerpo muy grande con la misma indumentaria. A esta persona me la presentan como el primo del Tigre Acosta. No conocí ni su nombre ni su apellido, pero circulaba la versión que había estado detenido por violar chicos y que había pedido por él, Monseñor Plaza.”

La atención psicológica tampoco se dejó de lado. A los detenidos se los sometía a continuos tests, con la idea de evaluar la “recuperación” de cada uno.
También resultaba útil la participación de los médicos, que mantenían a los detenidos concientes, durante las sesiones de tortura, y que además inyectaban a aquéllos que serían arrojados al mar.
Elisa fue llamada a declarar en el Juicio a las Juntas, pero no pudo hacerlo.

“Aún en democracia, seguía con la capucha puesta. Aún diez años después no tomaba conciencia de lo que me había pasado.
Cuando me citan a declarar en el Juicio, tuve que decir que no me acordaba nada y era realmente lo que me pasaba. ¡Eso le había sucedido a los que no estaban! ¿Qué me había pasado a mí? ¿La picana? ¡Una boludez! ¡A mí no me paso nada! Ya está.
Era una Doña Rosa, que iba al supermercado.
Formé mi familia, pude tener mis hijos, era una persona más. Pero ni en esos momentos de soledad se me cruzaba la imagen de la ESMA. Me costó mucho poder reconocerme como militante, poder hablar. Decir que formé parte de un proceso de alfabetización. Me costó años”.

Pero el Juicio a las Juntas fue un antes y un después en su vida. Fue otra bisagra más.
Al escuchar los terribles relatos de sobrevivientes de los distintos campos de concentración comenzó a tomar conciencia que no había sido una pesadilla, que ella había estado en ese lugar y que podía aportar muchas cosas.

“Veinte años después, cuando veo mi nombre relacionado con el caso Febres por el secuestro de bebés, en donde di mi testimonio. Recién entonces sentí que había aparecido, en ese juicio por robo de bebés.
Fue un proceso lento. En el ’87 empecé a hacer terapia para saber qué me estaba pasando. Luego de mi primera declaración escrita, ví mi nombre en el diario y entendí que mi declaración había sido útil”.

La sociedad argentina en general tenía miedo, calló la boca por temor. Muchos militantes sociales dejaron de serlo. El terror ganó las calles.

“Se habla siempre del exiliado, aquel que se tuvo que ir del país para protegerse. Yo tomo una palabra que utiliza siempre Eduardo Pavlovsky, la del “insiliado”, aquéllos compañeros que se tuvieron que esconder y que hasta el día de hoy no se llegan a reconocer militantes.
Cuando empiezo a darme a conocer, la pregunta que me hacían era: ¿y vos por qué sobreviviste? ¡Aún hoy me la siguen haciendo y yo no sé realmente por qué sobrevivimos! Pero la pregunta que habría que hacerse es: ¿por qué mataron a tantos?
Estas preguntas te hacen pensar en como es esta sociedad. En los campos, la tortura fue feroz. Loa mecanismos de tortura fueron feroces, y ellos tuvieron una actitud feroz y perversa. Pero del otro lado, el de la sociedad civil, hubo una colaboración perversa también, y hasta obscena.
Hubo más de 400 campos de concentración y hay entre 150 y 200 tipos que fueron vinculados con ellos. ¿400 campos se manejan solamente son 100 o 200 tipos? ¡Definitivamente no! ¡Eran muchísimo más, y a esos no se les conoce el nombre. Además, los campos estaban instalados en ciudades, en barrios, en cualquier lugar. Hubo una mirada que lo permitió.
¿Nadie vio nada? ¿Nadie escuchó nada? ¿Nadie supo lo que pasaba?
Además de la colaboración de la que hablaba, instalaron e incorporaron en la gente común el terror”.

A ese temor del que habla Elisa, se le sumó el individualismo ganador, que vino de la mano del neoliberalismo en la década el ’90.

“La gente también tenía la capucha puesta. Muchos aún no se la terminan de sacar, te dicen: “¡uy!, ¿otra vez con el tema de los desaparecidos, hasta cuándo van a seguir hablando de eso?”. Y yo digo:¡hasta que te des cuenta que esto también te pasó a vos! ¿Hubo 30.000 tipos que estaban armados? De ser así, la historia hubiese sido distinta. ¡Con mucho menos!. En la Capucha de la ESMA, no todos eran militantes. Lo que les pasó a estos jóvenes le pudo pasar a cualquiera.
Necesitaban instalar un nuevo proyecto político. Instalaron una cultura muy difícil, el individualismo como cultura social; el hambre y la naturalización de ese hambre. Es el neoliberalismo que instalaron gracias a la masacre que cometieron. Es una política global, que aceptamos con la capucha puesta”.

La familia de Elisa vivió, como todas las otras familias, la desaparición con mucho miedo. Luego de mucho tiempo y ayudados por un abogado, pudieron presentar un habeas corpus, pero temían por los otros hijos que no eran militantes.
Llegado el momento del cautiverio en la ESMA, a los detenidos que consideraban “recuperados” los insertaban nuevamente en el entorno familiar.
Visitas de uno o dos días, la posibilidad de trabajar, siempre en lugares controlados por ellos y con salida y retorno a la ESMA.

“Mi familia sabía que estaba secuestrada. Ellos vivieron mis escapadas para hablar por teléfono esos días de fin de semana que me dejaron en casa. Pero nunca comprendieron totalmente lo que me pasó. Se sentían orgullosos porque su hija trabajaba en Cancillería. Mi papá murió en el ’91 sin haber tomado conciencia.
Mis amigos, por suerte, no me cerraron las puertas. Lógicamente, nadie preguntaba, ni yo contaba nada. Todos teníamos miedo, todos teníamos la capucha puesta. Esta situación fue beneficiosa, pero dura a la vez.”

El papel de los sobrevivientes fue fundamental para dar a conocer el secuestro de bebés, y los detalles de lo que ocurrió en esos campos.
Elisa recuerda que al momento de recibir el telegrama que la citaba a declarar en el Juicio a las Juntas tenía una amnesia total.

“No recordaba detalles. No podía asociar al Teniente de Navío Acosta con el Tigre, ni al Capitán Wahmond con el Puma, ni al Capitán Febres con Selva. Para mí eran el Tigre, el Puma, Selva, el Rubio (por Astiz).
Luego de hacerlo, comienzo a recordar con más claridad y a relacionar las cosas.
Si me hubiera ido del país, seguramente hubiera comenzado a relacionar todo mucho antes.”

Para cualquier persona común, no es fácil comprender la ambigüedad en los actos de quienes participaban de todo el movimiento que había en la ESMA. Convivían el odio y la brutalidad de los secuestros y las torturas, con las actitudes “humanas” que se presentaron en determinadas situaciones dirigidas a los detenidos.
¿Quizás fuera otro modo de tortura?

“Los tipos estaban convencidos que los Montoneros eran inteligentes, que las mujeres montoneras eran las mejores. Si las comparaban con sus propias mujeres, ¿qué veían? Las montoneras eran mujeres que se ocupaban de sus hijos, que sabían coser, preparar un plato de comida, ¡y para colmo eran luchadoras! En sus casas, había una esposa que solo sabía darle órdenes a una empleada doméstica, una mujer que se quejaba, porque ellos no cumplían con sus horarios de esposos.
Ellos, estaban fascinados con el desarrollo femenino.
Con respecto a los compañeros, a ellos también los admiraban por su inteligencia, y trataban de aprovecharla al máximo.
De hecho, Massera, armó su proyecto político, sobre la base de algunos compañeros que colaboraron con esto y que, a su vez, éstos utilizaron esa posibilidad para poner en movimiento dentro de la ESMA a la mayor cantidad posible de detenidos, ocupándolos para que pudieran salir del lugar donde estaban confinados. Yo no puedo juzgarlos, pero ellos fueron los que supieron crear la necesidad de ocupar a muchos compañeros en las distintas tareas.”

El retorno a la vida “exterior” no fue menos conflictivo ni doloroso que lo sufrido adentro.
El terror y la angustia continuaron formando parte de su vida. Tampoco pudo experimentar la distancia del exilio.

“No pude irme. No tenía el dinero ni la forma de lograrlo. Tendría que haberme acercado a algún organismo de Derechos Humanos y en la situación que me encontraba, no me resultaba sencillo.
Después de julio del ’78 me llevan a trabajar a Cancillería. Trabajar de día y volver a la ESMA de noche.
Me relaciono con gente que trabajaba en ese lugar sin que imaginaran de donde venía yo. Prefería esto, a la relación con los ex-detenidos, que también trabajaban allí, pero que sabía, habían colaborado directamente con los marinos.
Cuando la Armada se retira de Cancillería, ocupa el lugar Fuerza Aérea. Ya para esta época, había comenzado de a poco a pasar las noches en casa de mis padres.
La gente de Fuerza Aérea me anuncia que voy a empezar a cobrar un sueldo por mi trabajo, por supuesto que en negro, jamás firme ni ví ningún recibo. Eso quiere decir, que conocían perfectamente mi origen, pero nunca hicieron ningún comentario y hasta llegaron a la incoherencia de un Comodoro que quiso ascenderme.
Llega entonces un momento donde me planteo si seguir trabajando o no, pero el terror me dominaba.
Yo sabía que los militares eran de lo peor, pero en ese lugar, yo compartía el trabajo con gente que no conocía y alguno de ellos podía traicionarme si les hacía algún comentario.”

Elisa pudo superar sus miedos y reconstruir su vida. Conoció a su actual compañero en una de esas reuniones de amigos en la época de detenida. Con él tuvo sus dos hijos. Comenzaba a liberarse, pero aún seguía siendo vigilada.

“Ceci nació en julio del ’81. Hacía ya diez meses que me había ido de Cancillería porque cuando quedé embarazada, consideré que primero estaba mi hija.
A los quince días del nacimiento salgo para hacer unas compras en el barrio de Saavedra, donde estaba viviendo, y en una calle y de contramano, aparece un auto, que para al lado mío, y de adentro me dicen: “Moni, nos enteramos que tuviste una nena, y que murió tu viejo”. ¡Quedé paralizada! A lo que iban en el auto los había visto en la ESMA ,se apodaban Paco y Fragote, eran tipos de 30 años. Muchos de estos actualmente revistan en la fuerza. Inclusive uno, al que apodaban “Naya”, murió hace poco en un asalto a un banco. ¡El era el asaltante!. Su apellido era Generoso, había pertenecido al Servicio Penitenciario”

Muchos de estos personajes luego del retiro de la fuerza a la que pertenecieron se dedicaron a manejar o trabajar en agencias de seguridad. El Sub comisario Roberto Oscar Gonzales , alias Federico, lo hacia en el año 95 para la agencia de Yabran.

Palabras de Elisa Para el Cierre“Tenemos que reconocer que hubo en el país 450 campos de concentración reconocidos. Que estos campos ocupaban a mucho más que 450 personas. Tendríamos que hablar de miles de personas que custodiaban estos campos. Apenas son conocidos un poco más de 100 de estas personas.
Tenemos una sociedad bastante complicada, estamos inmersos entre gente que no sabemos quién es, ni qué historia trágica protagonizó.
Tenemos que empezar a entender, a tomar conocimiento. Y si sospechamos algo, tenemos que animarnos a decirlo, no seguir con la capucha puesta.
Porque lo que nos pasó en esos años, no nos pasó sólo a los detenidos, nos pasó a todos, a toda la sociedad. Todos estuvimos encapuchados. Si frente a tu casa estaba un campo de concentración y vos escuchabas los gritos de la tortura, ¿dónde y a quién se lo ibas a denunciar? ¿A la policía? Entonces, ¿qué hacías?, escuchabas la radio más alta, te ponías la capucha, y te hacías el desentendido. Era la mejor forma de seguir subsistiendo, de seguir soportando esa realidad. Y esto era incorporado socialmente al momento que estábamos viviendo.
Ahora tenemos otras formas. Lugares donde denunciar. La posibilidad de armar redes, de formarnos en grupo, de despejar nuestras dudas.
Hay que cambiar esta sociedad, aprovechar las oportunidades, y comenzar de a poco, a ser diferentes.
¡Intentemos sacarnos la capucha!”










ANEXO DE DATOS SOBRE LA ESMA



Y SUS REPRESORES




Capitán de corbeta Jorge Eduardo AcostaLa Justicia lo procesó por 82 delitos cometidos como jefe de Inteligencia del GT 3. 3. 2. , entre ellos: desaparición de la familia Tarnopolsky, tortura de los detenidos-desaparecidos Nilda Noemí Actis Goretta, Lisandro Cubas, Carlos Alberto García y Ricardo Coquet. También fue responsable de los secuestros de los familiares de detenidos-desaparecidos en la Iglesia Santa Cruz de diciembre de 1978 y de las monjas francesas Alice Domon y Renee Duquet. Integrante del COPECE (central de informaciones sobre la represión ). En 1981 viajó a Sud frica donde se desempeñó como asesor en lucha contrainsurgente. Actuó durante la represión bajo los seudónimos de "Tigre" , "Santiago" y "Aníbal". En libertad por la Ley de "Obediencia Debida"Agente del Servicio de Inteligencia Naval (SIN) Alejandro AdemActuó como nexo entre la Marina y el grupo de ultraderecha de las Tres A. Impune por la ley de "Punto final".Suboficial de la Armada AguirreSecuestrador de la "ESMA". Actuó bajo el apodo de "Gustavo". Impune por la ley de "Punto final".Contralmirante Walter Oscar AllaraSe desempeñó como Jefe de Inteligencia del Estado Mayor General Naval, durante 1980. Visitaba frecuentemente la ESMA. Impune por la ley de "Punto final".Teniente de corbeta de Marina AllianeliImputado como integrante de grupo de tareas en CCD ESMA, Capital Federal, Legajo de CONADEP 2740.Suboficial de la Armada Paulino AltamiraSecuestrador de la "ESMA". Actuaba bajo los apodos de "Alfredo" y "Tamburrini". Impune por la ley de "Punto final".Contralmirante Julio Delfor AriasJefe de Logística del Estado Mayor General Naval del Comando en Jefe de la Armada y, como tal, co-responsable de los CCD que dependían de la Armada y de los secuestros y asesinatos cometidos por esta fuerza. Impune por la ley de "Punto final".Capitán de Navío José María ArriolaDirector de la ESMA, a partir de 1982, y por lo tanto responsable del CCD que allí funcionó y Jefe del Area 1C3A. Impune por la ley de "Punto final".Teniente de fragata Alfredo Ignacio AstizTorturó entre otros a Carlos Lordkipanidse, Lázaro Gladstein, Carlos García, Amalia Larralde y a los familiares de detenidos-desaparecidos secuestrados en la Iglesia de Santa Cruz . Estaba procesado por 18 delitos cometidos como oficial de Operaciones del GT 3. 3. 2. Algunos de sus apodos eran "Cuervo", "Angel", "Rubio" y "Gonzalo" y su sosías Alberto Escudero. Fue quien se infiltró en el grupo de familiares de desaparecidos que se reunía en la Iglesia de Santa Cruz, que en diciembre de 1977 fue secuestrado y que aún se encuentra desaparecido; entre ellos est la fundadora de Madres de Plaza de Mayo Azucena Villaflor. Participó en el traslado de las monjas francesas Alice Domon y Leonnie Duquet que continúan desaparecidas. Antes de que se le aplicara laley de obediencia debida, eludió por prescripción la condena judicial por el secuestro de Dagmar Hagelin a quien hirió por la espalda e introdujo luego en el baúl de un automóvil. Está en actividad y continúa ascendiendo. En libertad por la Ley de "Obediencia Debida"Miembro de la Prefectura Naval Juan Antonio Aziv, alias "Piraña".Teniente de Navío BaglioretoSecuestrador de la "ESMA". Impune por la ley de "Punto final".Contralmirante Alberto C. BarbichEstuvo al frente de la Secretaría General Naval, desde febrero de 1979 hasta enero de 1980, y por desempeñar este cargo fue co-responsable de todos los CCD que dependían de la Armada. Durante 1980 fue Director de Instrucción Naval y, por ende, responsable de los CCD "ESMA" y "Escuela de Suboficiales de Infantería de Mar". Impune por la ley de "Punto final".Contralmirante Humberto José BarbuzziEstaba procesado por su responsabilidad en la represión ilegal durante su desempeño al frente de la Secretaría General Naval (desde enero de 1976 hasta noviembre de 1977); por haber sido Jefe de Operaciones Navales del Estado Mayor General Naval y, comotal, Jefe de la Fuerza de Tareas número 3, (desde enero hasta diciembre de 1980) y haberse desempeñado como Jefe del Comando Naval (desde diciembre de 1977 hasta enero de 1979). La Corte Suprema de Justicia lo desprocesó, el 29 de marzo de 1988, en aplicació de la ley de obediencia debida. Desprocesado por la Corte Suprema de Justicia.Contralmirante Julio J. BardiDesde febrero de 1977 hasta febrero de 1978, fue Jefe de Inteligencia del Estado Mayor General Naval y, por lo tanto, responsable de los secuestros perpetrados por personal de la Armada. Impune por la ley de "Punto final".Suboficial de la Armada BauceroSecuestrador de la "ESMA". Actuó bajo los apodos de "Carlo", "Narigón" y "Garbossa". Impune por la ley de "Punto final".Teniente de Corbeta Miguel Angel BenazziComo miembro del grupo de inteligencia de la "ESMA" , participó en las torturas y en los secuestros de las personas que pasaron por dicho CCD . Tenía una lista con el destino de las prisioneras que habían dado a luz y el de sus hijos. Actuó en Europa, en el Centro Piloto de París y en Madrid, detectando argentinos que se hallaban en el exilio con el fin de secuestrarlos y/o asesinarlos. Fue asesor de inteligencia en Bolivia. Encubrió su identidad bajo los apodos de "Manuel", "Turco Salomón", "CarlosGuevara" y "Jorge Varela". Impune por la ley de "Punto final".Teniente de Navío BengoecheaActuó en la "ESMA", bajo el apodo de "Vasco" y el sosías de "Juan C. Ghiorzi", en tareas de logística y secuestros. Impune por la ley de "Punto final".Contralmirante Eugenio Luis BezzolaFue el Jefe de Logística del Estado Mayor General Naval, desde octubre de 1982, por lo tanto, tuvo responsabilidad en todo el accionar represivo desarrollado por personal de la Armada: mantenimiento de los CCD , secuestros, despariciones, homicidios, entre otros. Impune por la ley de "Punto final".Capitán de Corbeta BilardoVisitaba frecuentemente el CCD "ESMA". Impune por la ley de "Punto final".Teniente de Navío BinottiBajo el sosías de "Cascardo" actuó en la "ESMA" en tareas de logística y en secuestros. Impune por la ley de "Punto final".Contralmirante Norberto Celestino BonesanaDesde febrero hasta junio de 1977, fue el Jefe del Estado Mayor del Comando de Operaciones Navales. Por lo tanto, tuvo responsabilidad en los CCD "Base Naval Puerto Belgrano", "Batallón de Infantería de Marina 3", "Prefectura de Zárate" y "Base NavalMar del Plata". También tuvo responsabilidad en el accionar del Grupo de Tareas 3 de la ESMA. Impune por la ley de "Punto final".Contralmirante Carlos Alberto BoninoEstuvo al frente de la Dirección General de Personal Naval y de la Dirección de Instrucción Naval, desde octubre de 1982. Por desempeñarse en tales cargos fue co-responsable del CCD "ESMA". Impune por la ley de "Punto final".Suboficial de la Armada Jaime Donardo BravoMiembro del CCD "ESMA". Acuaba bajo el apodo de "Toto". Impune por la ley de "Punto final".Suboficial de la Armada Víctor Cardo alias "Pedro Morron".Miembro de la "ESMA". Impune por la ley de "Punto final".Cabo segundo de la Armada CardozoDesempeñaba tareas de logística en la "ESMA". Actuó bajo el apodo de "Chiquito". Impune por la ley de "Punto final".Cabo principal de la Armada CardozoBajo el apodo de "Joaqín", integró el grupo de secuestradores de la "ESMA". Impune por la ley de "Punto final".Capitán de corbeta Carlos Raúl CarellaCumplía prisión preventiva por la comisión de cinco delitos cometidos durante su actuación como oficial de Inteligencia del GT 3. 3. 2, entre ellos, la aplicación de torturas a los prisioneros. Actuó bajo los seudónimos de "Palanca" y "Juan". En libertad por la Ley de "Obediencia Debida"Subprefecto Roberto Rubén Carnot, Oficial de Prefectura, alias "Ricardo", "Espejaime".Vicealmirante Carlos Pablo CarpinteroVisitaba la "ESMA", durante 1981, en su calidad de Jefe de Logística del Estado Mayor General Naval. Impune por la ley de "Punto final".Cabo primero de la Armada CarrizoFormó parte del personal de la "ESMA". Su apodo era "Basilio". Impune por la ley de "Punto final".Vicealmirante Jorge Demetrio CasasFue el Jefe de Inteligencia del Estado Mayor General Naval desde febrero de 1977 hasta enero de 1978 y, como tal, responsable de las operaciones represivas realizadas por el personal de la Armada. Impune por la ley de "Punto final".Oficial de la Armada CastellviIntegró el personal de la ESMA. Actuó bajo el apodo de "Lucas". Impune por la ley de "Punto final".Teniente de Navío Miguel Angel CavalloIntegraba el grupo de inteligencia de la "ESMA". Impune por la ley de "Punto final".Suboficial de la Armada CejasBajo el sosías de "Ramón Carnesalli", participó en tareas de inteligencia en el CCD "ESMA". Impune por la ley de "Punto final".Cabo segundo de la Armada Néstor Carlos CerrilloIntegraba el grupo de secuestradores de la "ESMA". Su apodo era "Cari". Impune por la ley de "Punto final".Contralmirante de Marina Ruben Jacinto Chamorro (Delfin):Imputado como jefe de centro clandestino, sección política, en CCD ESMA, Capital Federal, Legajo de CONADEP 704/2365/2740.Contralmirante Jorge Ernesto ChevallierFue el Jefe de Logística del Estado Mayor General Naval, hasta junio de 1976. Por desempeñarse en tal cargo, tuvo responsabilidad en los delitos cometidos por personal de la Armada en el marco de la represión ilegal. Impune por la ley de "Punto final".Teniente de Navío ClementsFormó parte del grupo de secuestradores de la "ESMA". Su apodo era "Guyo". Impune por la ley de "Punto final".Capitán de Fragata de Marina Francisco CobasRelacionado con CCD ESMA, Legajo de CONADEP 970.Capitán de Corbeta Ricardo CorbetaMiembro del grupo operativo, es decir, encargado de los secuestros, de la "ESMA". Sus apodos eran "Matías" y "Biónico". Impune por la ley de "Punto final".Capitán de Navío CortiVisitaba la "ESMA". Impune por la ley de "Punto final".Capitán de Fragata Luis N. D'ImperioLa Justicia había reunido suficientes pruebas para procesarlo por la comisión de veinticinco delitos, entre los que se incluyen la aplicación de tormentos a los prisioneros, durante su actuación como jefe del GT 3. 3. 2. Responsable de los secuestros delguardiamarina Mario Galli y la familia Villaflor. Actuaba bajo el seudónimo de "Abdala". Está en actividad. En libertad por la Ley de "Obediencia Debida"
Relacionado con CCD Casa del SIN, Bs. As.,
Relacionado con CCD ESMA, Bs. As.
Suboficial de la Armada Juan de Dios DaerParticipó de los secuestros del grupo operativo de la "ESMA". Utilizó el sosías de "Jorge Sabelli". Impune por la ley de "Punto final".Teniente de Navío Hugo Demario o DamarioFormó parte del grupo de secuestradores de la "ESMA". Anctuó bajo los apodos de "Carlos" y "Jirafa". Impune por la ley de "Punto final".Contralmirante José Guillermo DicksonDurante 1981 fue Jefe de Infantería de Marina del Estado Mayor General naval y, como tal, co-responsable de los delitos cometidos por personal de la Armada en el marco del Terrorismo de Estado. Impune por la ley de "Punto final".Teniente de Navío Adolfo Miguel DondaTorturó con picana eléctrica a Ana María Testa, Víctor Fatala, Carlos Lordkipanidse, Arturo Barros, Lázaro Gladstein, Amalia Larralde, Angel Strazzeri, Andrea Bello y María Bernst. Cumplía prisión preventiva rigurosa por la comisión de 17 delitos como oficial de Operaciones del GT 3. 3. 2, entre los que se encuentran su participación en secuestros -por ejemplo, el de la diplom tica Elena Holmberg, ocurrido en diciembre de 1978 y cuyo cad ver apareció luego en aguas del río Luján-. Actuó bajo los seudónimos de "Palito", "Jerónimo", "Pellegrino", "Ribes", "Libstein" y "Solía". Está en actividad. En libertad por la Ley de "Obediencia Debida"
Imputado como jefe de grupo de tareas en CCD ESMA, Capital Federal
Subprefecto Hector Antonio Febres. Oficial de Prefectura. Alias "Selva", "Daniel".Capitán de la Armada Gustavo FernándezTorturó a prisioneros en la "ESMA". Impune por la ley de "Punto final".Contralmirante Carlos Jaime FraguíoEstuvo al frente de la Dirección General Naval, durante el primer semestre de 1976. Por desempeñarse en tal función tuvo responsabilidad en los CCD "ESMA" y "Escuela de Suboficiales de Infantería de Mar". Impune por la ley de "Punto final".Almirante Rubén Oscar FrancoEstuvo al frente del Estado Mayor del Comando de Operaciones Navales, desde junio de 1977 hasta enero de 1978, tuvo, por lo tanto, responsabilidad en los CCD que dependían de dicho comando. Desde febrero de 1979 hasta enero de 1980, fue el Subjefe deOperaciones del Estado Mayor General Naval, por ocupar tal cargo tuvo responsabilidad en todo el accionar delictivo del personal de la Armada. A partir de 1980 estuvo al frente de la Dirección General de Personal Naval y, como tal, tuvo bajo su responsabilidad los CCD "ESMA" y "Escuela de Suboficiales de Infantería de Mar". Impune por la ley de "Punto final".Suboficial de la Armada GalleguilloIntegrante del grupo que efectuaba los secuestros de las personas que luego eran llevadas a la "ESMA". Impune por la ley de "Punto final".Teniente de navio de Marina Dante Garcia VelascoImputado como integrante de grupo de tareas en CCD ESMA, Capital Federal, Legajo de CONADEP 704/2740/2365.Suboficial de la Armada GarcíaIntegrante del personal de la "ESMA", formaba parte del grupo de secuestradores y realizaba tareas de documentación. Actuó bajo el apodo de "Mingo". Impune por la ley de "Punto final".Teniente de Navío García VelazcoEfectuaba tareas de inteligencia, es decir, torturaba a los prisioneros, en la "ESMA". También participó de secuestros. Impune por la ley de "Punto final".

Suboficial del Servicio Penitenciario Federal Carlos Generoso, alias "Agustin", "Fragote", actuó en la ESMA.
Contralmirante Eduardo GirlingFue Jefe de Inteligencia del Estado Mayor General Naval, desde diciembre de 1980 hasta octubre de 1982. Por lo tanto, tuvo responsabilidad en todo el accionar delictivo del personal de la Armada. Impune por la ley de "Punto final".Subcomisario Roberto Oscar González, Oficial de la Policía Federal, alias "Federico","Obdulio", "Gonzalito". Suboficial de la Armada Orlando GonzálezComo integrante de la "ESMA", torturó a los prisioneros y realizó tareas de ineligencia. Sus apodos eran "Hormiga" y "Miguel". Impune por la ley de "Punto final".Contralmirante Jorge Raúl GonzálezFue Jefe del Estado Mayor del Comando Naval y, como tal, tuvo responsabilidad en los CCD "Base Naval Puerto Belgrano", "Prefectura de Zárate" y "Base Naval Mar del Plata". Posteriormente, entre los años 1977 y 1978, fue Subdirector de la ESMA, por loque tuvo directa participación en el funcionamiento del CCD allí habilitado. Impune por la ley de "Punto final".Contralmirante Horacio González LlanosDesde mayo de 1976 hasta diciembre de 1977, estuvo al frente de la Dirección General de Personal Naval y, como tal, tuvo responsabilidad en los CCD "ESMA" y "Escuela de Suboficiales de Infantería de Mar". Impune por la ley de "Punto final".Capitán de Corbeta Alberto González MenottiEn la "ESMA" torturó a los prisioneros, participó de secuestros, entre ellos el de las monjas francesas Domon y Duquet. Actuó bajo los apodos de "Luis" y "Gato". Impune por la ley de "Punto final".Contralmirante Joaquín GómezSe desempeñó como Jefe de Infantería de Marina del Estado Mayor General Naval, durante 1980, y al frente de la Secretaría General Naval, en los años 1982 y 1983. Por desempeñrse en tales cargos tuvo responsabilidad en el accionar delictivo del personal de la Armada, como así también en el funcionamiento de los CCD que dependían de dicha arma. Impune por la ley de "Punto final".Capitán de Navío Juan Alberto IglesiasFue Jefe de Inteligencia del Estado Mayor General Naval, a partir de octubre de 1982. Por desempeñarse en tal función tuvo responsabilidad en todos los delitos cometidos por personal de la Armada. Impune por la ley de "Punto final".Almirante Armando LambruschiniFue Jefe del Estado mayor general naval desde febrero de 1976 hasta septiembre de 1978 y como tal responsable del funcionamiento de los centros clandestinos de detención dependientes del arma. Luego pasó a ser Comandante en Jefe de la Armada desde septiembre de 1978 hasta septiembre de 1981 y, como tal, responsable indirecto del funcionamiento no sólo de los centros clandestinos de detención dependientes de la Armada sino de la totalidad de los mencionados centros que funcionaron durante ese período. Fue juzgado y condenado por la Cámara Federal a la pena de ocho años de prisión, inhabilitación absoluta perpetua, accesorias legales m s la accesoria de destitución como autor responsable de los siguientes delitos: "privación ilegal de la libertad, calificado por violencia y amenazas, reiterado en treinta y cinco oportunidades; en concurso real con tormentos, reiterados en diez oportunidades". En febrero de 1990 la Cámara Federal dispuso su libertad, en car cter provisional, al cumplirse los dos terciosdel tiempo establecido de condena. Indultado por Carlos Menem en 1990.Sargento Juan Carlos Linares, Suboficial de la Policía Federal, alias "Gordo Juan Carlos".Vicealmirante Juan José LombardoFue el responsable directo, durante 1977, del CCD que funcionó en la Basa Naval Mar del Plata. En 1982 se desempeñó como Comandante de Opeaciones Navales y fue el responsable de los CCD que funcionaron en dependencias de la Base Naval Puerto Belgrano, en el Batallón de Infantería de Marina 3 (BIM 3), la Prefectura de Zárate y el ya mencionado de la Base Naval Mar del Plata. Por ser Jefe del Comando de Operaciones Navales también tuvo decisiva influencia en el accionar del Grupo de Tareas 3. 3. quetuvo su base de operaciones en la "ESMA". Impune por la ley de "Punto final".Contralmirante Juan Carlos MaluganiDurante 1976 fue el responsable directo del CCD "Base Naval Mar del Plata", donde fue visto reiteradamente. En 1979 se desempeñó como Director de Instrucción Naval, por lo que tuvo responsailidad sobre los CCD "ESMA" y "Escuela de Suboficiales deInfantería de Marina". Impune por la ley de "Punto final".
Indultado por Carlos Menem en 1989.
Cabo primero de la Armada MartínIntegrante del la "ESMA", efectuaba tareas de logística y participaba de los secuestros. Su sosías era "Parra" y su apodo "Merluza". Impune por la ley de "Punto final".Contralmirante Angel Leonel MartínFue miembro del Estado Mayor General Naval, como Jefe de Aviación naval, entre los años 1976 y 1978. Por lo tanto tuvo responsabilidad en todo el accionar delictivo del personal de la Armada. Impune por la ley de "Punto final".Vicealmirante Luis María MendíaNo se había beneficiado con la ley de obediencia debida cuando ésta se dictó y continuaba procesado por la responsabilidad que tuvo en la represión ilegal por su desempeño como Jefe de Operaciones Navales desde enero a diciembre de 1976. Desprocesado por la Corte Suprema de Justicia.Almirante Emilio Eduardo MasseraFue Comandante en Jefe de la Armada desde el año 1973 hasta septiembre de 1978 y, como tal, integró la Junta de Comandantes en Jefe a partir del 24 de marzo de 1976, siendo por lo tanto responsable indirecto no sólo de los centros clandestinos de detención dependientes de la Armada sino de la totalidad de los mencionados centros que funcionaron durante ese período. Fue juzgado y condenado por la Cámara Federal a la pena de prisión perpetua, inhabilitación absoluta perpetua, accesorias legales m s la accesoria de destitución como autor responsable de los siguientes delitos: "homicidio agravado por alevosía, reiterado en tres oportunidades; en concurso real con privación ilegal de la libertad calificada por violencia y amenazas reiterado en sesenta y nueve oportunidades; en concurso real con tormentos, reiterado en doce oportunidades; en concurso real con robo, reiterado en siete oportunidades". Tenía otras causas pendientes, entre ellas una por rebelión por el golpe de Estado de marzo de 1976. Indultado por Carlos Menem en 1990.Suboficial de la Armada MendozaEra miembro del grupo de secuestadores de la "ESMA". Su apodo era "Alberto" y su sosías "Ballesteros". Impune por la ley de "Punto final".Vicealmirante Luis María MendíaDurante 1976 fue Comandante de Operaciones Navales. Por ocupar este cargo, fue responsable de los CCD que funcionaron en la Base Naval Puerto Belgrano, el Batallón de Infantería de Marina 3 (BIM 3), la Prefectura de Zárate y la Base Naval Mar del Plata. También tuvo bajo su responsabilidad al Grupo de Tareas 3. 3, que ejecutaba los secuestros de las personas que eran llevadas al CCD que funcionó en la ESMA, que en su inmensa mayoría continúan desaparecidas. Estuvo procesado por la Cámara Federal de Bahía Blanca, en la causa abierta por los delitos cometidos en las Bases Navales. Indultado por Carlos Menem en 1989.Capitán de corbeta de Marina MenendezImputado como jefe de grupo de tareas en CCD ESMA, Capital Federal, Legajo de CONADEP 2365/1247.Contralmirante Olegario Menéndez SalvioFue Subdirector de la "ESMA" entre marzo y junio de 1976 y, como tal, responsable del funcionamiento de dicho CCD , de la desparición de las personas que pasaron por él y de los asesinatos y torturas allí cometidos. Impune por la ley de "Punto final".Contralmirante Enrique Pedro MontemayorDesde enero hasta diciembre de 1980, fue Jefe del Estado Mayor del Comando de Operaciones Navales, por lo que tuvo responsabilidad en el accionar del Grupo de Tareas 3. 3 que operaba desde la "ESMA". Impune por la ley de "Punto final".Contralmirante Oscar Antonio MontesCuando se dictó la ley de obediencia debida no fue beneficiado con ella y siguió procesado por lo delitos cometidos como Jefe de Operaciones del Estado Mayor General Naval y como tal Jefe de la Fuerzas de Tareas 3, desde enero de 1976 hasta junio de 1977. Fue desprocesado por un fallo de la Corte Suprema de Justicia, el 29 de marzo de 1988, en aplicación de la ley de obediencia debida. Desprocesado por la Corte Suprema de Justicia.
Suboficial de la Armada Muñoz
Actuó en la "ESMA" con el sosías de "Hermeregildo Ramón Cervera" y el apodo de "Armando". Participaba de los operativos en los que se realizaban los secuestros. Impune por la ley de "Punto final".
Teniente de Fragata Luis Navarro
Miembro de la "ESMA"; participó en secuestros y en tareas de logística. Impune por la ley de "Punto final".Suboficial del Servicio Penitenciario Federal Roberto Naya, alias "Paco", "Hernan", "Carretilla".Contralmirante Gabriel Nuncio OlivaDesde junio de 1976 hasta enero de 1978, se desempeñó como Jefe de Logística del Estado Mayor General Naval. Por ocupar este cargo tuvo responsabilidad en todos los CCD que dependían de la Armada y en los delitos (secuestros, desapariciones, homicidios, etc. ) cometidos por personal de la mencionada fuerza. Impune por la ley de "Punto final".Contralmirante OteroDesde diciembre de 1980 fue Director de la "ESMA", por lo tanto, fue responsable de los delitos que se cometieron en el mencionado CCD . Por ser Director de la ESMA fue el Jefe del Area 1C3A, que abarcaba las jurisdicciones de las Comisarías 49 y 35 de la Capital Federal. A partir de enero de 1982, fue Jefe de Operaciones del Comando en Jefe de la Armada, por lo que tuvo responsabilidad en todo el accionar represivo realizado por personal de dicha arma. Su apodo era "Honda". Impune por la ley de "Punto final".Capitán de Corbeta PasoFormó parte del personal de la "ESMA", participaba en las sesiones de torturas a los prisioneros, en los operativos de secuestros y fue jefe de logística. Su apodo era "León". Impune por la ley de "Punto final".Suboficial de la Armada Víctor PennaIntegró el grupo de secuestradores que operaba desde la "ESMA". Impune por la ley de "Punto final".Suboficial de la Armada Antonio PereyraActuó en inteligencia en la "ESMA", esto es, integraba el grupo encargado de torturar a los prisioneros. Su sosías era "Elías Sisro" y su apodo "Leonardo". Impune por la ley de "Punto final".Teniente de navio de Marina Antonio Pernia (Trueno Duque Martin):Relacionado a grupo de tareas en CCD ESMA,
Torturó con picana eléctrica y quemaduras de cigarrillo -entre otros- a Carlos García, Graciela Daleo, Ricardo Coquet y María Milia de Pirles, a quienes además les hizo un simulacro de fusilamiento. Se hallaba en prisión preventiva rigurosa acusado de haber cometido 22 delitos, durante su actuación como oficial de inteligencia del GT 3. 3. 2. Responsable de las desapariciones de las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet y de los familiares de desaparecidos secuestrados en la Iglesia Santa Cruz endiciembre de 1977 (a quienes además torturó). Responsable también del homicidio de los curas palotinos Pedro Duffau, Salvador Barbeito, Alfredo P. Kelly, Alfredo Leaden y José Barbeti. Sus apodos eran "Rata", "Trueno" y "Martín" y tenía documentos falsosa nombre de "Antonio Gaimar". Está en actividad. En libertad por la Ley de "Obediencia Debida"
Capitán de corbeta de Marina Jorge A. Perren (Puma):Imputado como Jefe del grupo operativo de la "ESMA", es decir, responsable directo de los secuestros cometidos por el personal de dicho CCD . Tomó parte activamente en las sesiones de torturas a los detenidos-desaparecidos. Participó en el secuestro de Elena Holmberg. Actuó como responsable del Centro Piloto de París, creado para mejorar la im gen de la Dictadura en el exterior y, paralelamente, ubicar y eliminar a los argentinos que en el exilio denunciaban los crímenes que se cometían en nuestro país. Sus apodoseran "Puma", "Octavio" y "Morris". Impune por la ley de "Punto final".Capitán de Corbeta Fernando Enrique PeyónMiembro del grupo de secuestradores de la "ESMA". Fue el jefe del operativo en el que se secuestró a Ricardo René Haidar, quien continúa desaparecido. Sus apodos eran "Gerardo", "Giba" "Quasimodo", y "Mochila" y sus sosías "Fernando Avena" y "Mario Asunción". Impune por la ley de "Punto final".





Suboficial de la Armada PolchiFormó parte del personal de la "ESMA". Participó en los secuestros y en tareas de logística. Su apodo era "Cholo" y su sosías "Rom n". Impune por la ley de "Punto final".Capitán de Fragata Pérez FroioVisitaba frecuentemente la "ESMA". Impune por la ley de "Punto final".Teniente de Fragata Jorge Carlos RadiceRealizó tareas de logística en la "ESMA" consistentes en administrar los bienes robados a los secuestrados; estuvo al frente de una "inmobiliaria" que vendía las propiedades robadas. Fue secretario personal de Masera. También participaba en las sesionesde torturas a los prisioneros. Integró el grupo operativo que secuestró a las monjas francesas Domon y Duquet. Sus apodos eran "Ruger" y "Gabriel". Impune por la ley de "Punto final".Vicealmirante Rodolfo Antonio RemottiEntre diciembre de 1980 y enero de 1982, se desempeñó como Director de Instrucción Naval, por lo que tuvo responsabilidad en el funcionamiento de los CCD habilitados en las instalaciones de la ESMA y de la Escuela de Suboficiales de Infantería de Mar. Desde enero hasta octubre de 1980 fue Director General de Personal Naval, por lo que también le cupo tener responsabilidad en los CCD mencionados. A partir de octubre de 1982, fue Comandante de Operaciones Navales. Por desempeñarse en este cargo tuvo influencia decisoria en la actividad del Grupo de Tareas 3. 3. . Impune por la ley de "Punto final".Teniente de Navío RiojaTorturador de la "ESMA". Su apodo era "Fibra". Impune por la ley de "Punto final".Teniente de Navío RivasMiembro de inteligencia de la "ESMA". Tomó parte de las sesiones de torturas a los prisioneros. Impune por la ley de "Punto final".Capitán de Corbeta RodríguezIntegró el personal de la "ESMA", durante los años 1981 y 1982. Participó en los secuestros y en tareas de logística. Su apodo era "Angel". Impune por la ley de "Punto final".Contralmirante Angel María RodríguezDurante 1982 fue Jefe del Estado Mayor del Comando de Operaciones Navales y, como tal, responsable del Grupo de Tareas 3. 3. que tenía como base de operaciones la "ESMA". Impune por la ley de "Punto final".Teniente de Navío Juan Carlos RolónIntegra el grupo de inteligencia de la "ESMA", por lo que la aplicación de tormentos a los detenidos-desaparecidos constituía una de sus tareas habituales. En marzo de 1977, viaja a Venezuela para secuestrar a un grupo de personalidades argentinas, entre los que se encontraba Julio Broner. Sus apodos eran "Niño" y "Juan". Impune por la ley de "Punto final".Oficial de Prefectura Gonzalo Sanchez, alias "Chispa". Capitán de Fragata de Marina Salvio MenendezImputado como integrante de grupo de tareas en CCD ESMA, Capital Federal, Legajo de CONADEP 2740.Capitán de Navío José Julio SarconaDesde octubre de 1982 fue Jefe del Estado Mayor del Comando de Operaciones Navales. Por desempeñarse en tal cargo participó en las decisiones inherentes al accionar del Grupo de Tareas 3. 3. de la "ESMA". Impune por la ley de "Punto final".Teniente de Fragata Néstor Omar SavioAdministrador de los bienes robados por los grupos operativos de la "ESMA". Sus apodos eran "Halcón", "Norberto" y "Ladrillo". Impune por la ley de "Punto final".Contralmirante Leonardo Juan SchaerDesde enero hasta octubre de 1982 estuvo al frente de la Dirección de Instrucción Naval, por lo que tuvo responsabilidad en los CCD "ESMA" y "Escuela de Suboficiales de Infantería de Mar". Impune por la ley de "Punto final".




Capitán Raúl Enrique SchellerSe encontraba en prisión preventiva rigurosa por diez delitos cometidos durante su actuación como oficial de Inteligencia del GT 3. 3. 2. Torturó a detenidos, fue responsable de la desaparición de las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet y tenía una lista con el destino de las mujeres embarazadas y con el de sus hijos. Actuó con los apodos de "Pingüino", "Miranda" y "Mariano". Está en actividad. En libertad por la Ley de "Obediencia Debida"Teniente de navio de Marina Schelling (Pingüino - Miranda - Mariano):Relacionado a grupo de tareas en CCD ESMA, Capital Federal, Legajo de CONADEP 704/2740/2365/1719.Contralmirante Edgardo José SeguraDesde junio hasta septiembre de 1976, fue Director de Instrucción Naval, por lo que tuvo responsabilidad en los CCD "ESMA" y "Escuela de Suboficiales de Infantería de Mar". Impune por la ley de "Punto final".Teniente de Navío SosaMiembro de la "ESMA", integrante del grupo que efectuaba los secuestros. Su apodo era "Chino" y su sosías "Pantano". Impune por la ley de "Punto final".Teniente de Navío Alejandro SpinelliMiembro de la "ESMA", dedicado a tareas de logística. Su apodo era "Felipe". Impune por la ley de "Punto final".Contralmirante José Antonio SuppisichEstaba procesado por la comisión de 24 delitos cometidos mientras se desempeñó como Director de la Escuela Mec nica de la Armada, a partir de enero de 1979. Por desempeñarse en tal cargo, fue el responsable del CCD que allí funcionaba. Fue desprocesado por la Corte Suprema de Justicia en aplicación de la ley de obediencia debida, con la que no se había beneficiado cuando fue dictada. Desprocesado por la Corte Suprema de Justicia.Teniente de Fragata Suárez MasonSecuestrador de la "ESMA". Conocido por el apodo de "Hijo de Sam", ya que su padre es Carlos Guillermo Suárez Mason. Impune por la ley de "Punto final".Contralmirante Leopoldo Alfredo Suárez del CerroDesde febrero de 1978 hasta enero de 1979, fue Jefe del Estado Mayor del Comando de Operaciones Navales, por lo que tuvo bajo su control el accionar del Grupo de Tareas 3. 3. de la "ESMA". Desde diciembre de 1980 hasta enero de 1982, fue Jefe de Operaciones del Estado Mayor General naval, dependiente del Comando en Jefe de la Armada. Por desempeñrse en este cargo tuvo conocimiento e influencia decisiva en el accionar delictivo del personal de la Armada. Impune por la ley de "Punto final".Teniente de Navío Luis SánchezParticipó de secuestros de personas que fueron llevadas a la "ESMA", como miembro del grupo operativo. Su apodo era "Rubén". Impune por la ley de "Punto final".Vicealmirante Julio Antonio TortiDesde septiembre de 1978 hasta enero de 1980 fue Comandante de Operaciones Navales y, como tal, responsable del funcionamiento del Grupo de Tareas 3. 3, que realizaba los secuestros de las personas que eran llevadas a la ESMA, la mayoría de las cuales continúan desaparedidas. Los testimonios de algunos sobrevivientes de la ESMA señalan que Torti visitaba regularmente dicho CCD. Fue procesado por las Cámaras Federales de Capital, en la causa ESMA, y de Bahía Blanca, en la causa en que se investigaban losdelitos cometidos en las jurisdicciones navales de Mar del Plata y Bahía Blanca. Indultado por Carlos Menem en 1989.Contralmirante Luis TártaraDesde enero a octubre de 1982, fue Jefe de Infantería de Marina del Estado Mayor General Naval, por lo que tuvo influencia decisiva en el accionar delictivo del personal de la Armada. Impune por la ley de "Punto final".Vicealmirante Antonio VañekDesde febrero a abril de 1976, fue Subjefe del Estado Mayor General Naval, por lo que tuvo responsabilidad en el funcionamiento de todos los CCD que dependían de la Armada, como así también en el accionar represivo ilegal del personal de esta fuerza. Desde enero de 1977 hasta septiembre de 1978 fue Comandante de Operaciones Navales, por lo que tuvo bajo su responsabilidad los CCD que funcionaron en las siguientes dependencias de la Armada: Base Naval Puerto Belgrano, Batallón de Infantería de Marina 3 (BIM 3), Prefectura de Zárate y Base Naval Mar del Plata. Como jefe de Operaciones Navales también fue responsable del Grupo de Tareas 3. 3, que tenía como base de operaciones (es decir secuestros y homicidios) la ESMA. Desde septiembre de 1978 hasta enero de 1980, fue el Jefe del Estado Mayor General Naval y, por ende, tuvo responsabilidad en el accionar terrorista del personal de la fuerza y en la utilización ilegal de las instalaciones de la misma. Estuvo procesado por las Cámaras Federales de Capital, en la causa ESMA, y de Bahía Blanca, en la causa que se investigaban los delitos cometidos en las jurisdicciones navales de Mar del Plata y Bahía Blanca. Indultado por Carlos Menem en 1989.Vicealmirante Alberto Gabriel VigoEntre enero y octubre de 1982, fue Jefe del Estado Mayor General Naval del Comando en Jefe de la Armada. Por desempeñarse en tal cargo, tuvo poder decisorio sobre el accionar delictivo del personal de la mencionada fuerza. Impune por la ley de "Punto final".Capitán de Fragata Jorge Raúl Vildoza.Imputado como jefe de grupo de tareas en CCD ESMA,
Antes de que la Justicia lo beneficiara con la ley de obediencia debida, se encontraba prófugo de la justicia que lo reclamaba para que declarase por 67 delitos cometidos como jefe del GT 3. 3. 2. Actuó bajo el apodo de "Gastón". Ex-agregado militar en Gran Bretaña. En libertad por la Ley de "Obediencia Debida"
Suboficial de la Armada Rubén Omar VitaleFrmó parte de los grupos de secuestradores que operaban desde la "ESMA". Su sosías era "Ricardo Cox" y sus sobrenombres "Ricardo" y "Chacal". Impune por la ley de "Punto final".Capitán de corbeta Francis Williams WhamondTorturó entre otros a María Imaz de Allende, Carlos García, Silvia Labayru, Graciela Daleo, Lisandro Cubas, María Milia de Pirles y Andrés Castillo con picana eléctrica, quemaduras de cigarrillo y golpes como jefe de guardias del CCD "ESMA". Torturaba bajo los apodos de "Pablo" y "Duque". Cumplía preventiva rigurosa cuando fue amnistiado. En libertad por la Ley de "Obediencia Debida"Contralmirante James Mc Donald WhamondDesde enero hasta septiembre de 1978, fue Secretario General Naval y, desde diciembre de 1980 hasta enero de 1982, Jefe de Aviación Naval. Por ejercer tales cargos, formó parte del Comando en Jefe de la Armada, por lo que tuvo decisiva responsabilidad en el accionar delictivo del personal de la Armada, como así también en el funcionamiento de los CCD que dependían de la mencionada fuerza. Impune por la ley de "Punto final".Contralmirante Roberto Wulff De La FuenteDesde septiembre de 1976 hasta enero de 1977, fue Director de Instrucción Naval, por lo que fue responsable del funcionamiento de los CCD "ESMA" y "Escuela de Suboficiales de Infantería de Mar". Entre enero de 1977 y febrero de 1978, fue el Comandante de Infantería de Marina, como tal, responsable del CCD habilitado en dependencias del Batallón de Infantería de Marina 3 (BIM 3). Desde febrero de 1978 hasta enero de 1979, fue Jefe de Infantería de Marina del Estado Mayor General Naval, por lo que tuvo responsabilidad en todo el accionar delictivo del personal de la Armada. Impune por la ley de "Punto final".Capitán de Navío Enrique YonFue el Jefe del Grupo de Tareas 3 de la "ESMA", por lo que es el responsable inmediato de los secuestros, desapariciones y homicidios cometidos por el mencionado grupo operativo. También participaba en la aplicación de tormentos a los prisioneros detenidos-desaparecidos en el mencionado CCD También actuó en Centro Piloto de París, creado para mejorar la imagen de la Dictadura en el exterior y para detectar y secuestrar o eliminar exiliados argentinos en Europa. Sus apodos eran "Cobra" y "Sergio". Impune por la ley de "Punto final".

Mayor del Ejército Juan Carlos Coronel Integrante del grupo de secuestradores de la "ESMA". Participó de los secuestros de los familiares de desaparecidos y de las monjas francesas Domon y Duquet. Fue ascendido en 1990. Impune por la ley de "Punto final".

Integrante del Ejército Alfredo Danon Efectuaba tareas de inteligencia en la "ESMA". Impune por la ley de "Punto final".

General de Brigada Andrés Aníbal Ferrero Desde diciembre de 1977 hasta enero de 1979, fue Subcomandante del I Cuerpo y, como tal, responsable de los CCD "Monte Pelone", "Grupo de Artillería de Defensa Aerea 101", "Batallón Logístico 10" y "El Casco" o "Arana 2". Por desempeñarse como Subcomandante del I Cuerpo, fue también Jefe de la Subzona 1C, de la que dependía toda la Capital Federal, por lo tanto, fue responsable de los secuestros y homicidios cometidos en dicha jurisdicción, como así también de los CCD "Batallón Logístico 10", "Club Atlético", "Garage Azopardo", "Olimpo", "Orletti", "Superintendencia de Seguridad Federal" y "ESMA". Impune por la ley de "Punto final".

Coronel Roberto Roualdes Se hallaba procesado por la comisión de 132 delitos. Se desempeñó como Jefe de Plana Mayor del Comando del I Cuerpo y como Jefe de Operaciones de la Subzona 1 C o Capital Federal y, como tal, responsable de los secuestros y asesinatos cometidos en dichajurisdicción. Fue visto reiteradas veces en la ESMA. La Corte Suprema de Justicia lo desporcesó, en fallo del 21 de junio de 1988, en aplicación de la ley de punto final. Desprocesado por la Corte Suprema de Justicia.

General de División Carlos Guillermo Suárez Mason Fue Comandante del I Cuerpo de Ejército, desde enero de 1976 hasta enero de 1979. Por ocupar este cargo fue el Jefe de la Zona 1, que comprendía la Provincia de La Pampa, la Capital Federal y la mayor parte de la Provincia de Buenos Aires. De enero a diciembre de 1979 fue Jefe del Estado Mayor General del Ejército. Cumplía prisión preventiva por la causa del I Cuerpo, formada por m s de 300 causas, est ba acusado en 170. A principios de 1984 declaró en la causa en la que se investigaba la desaparciciónde Alfredo Gorgi, días después el Juez Luis Angel Córdova ordenó su detención, la que no pudo concretarse porque Suárez Mason se fugó. En abril de 1984, le dieron la baja del Ejército. El 22 de octubre de 1985, el Poder Ejecutivo decretó el Estado de Sitio y ordenó su detención, junto a otros oficiales y civiles acusados de realizar una campaña terrorista. En enero de 1987 fue detenido en los Estados Unidos y luego extraditado. Testimonios de sobrevivientes de los CCD indican que Suárez Mason supervisaba personalmente lo que allí ocurría: fue visto en la ESMA, el "Banco" y el "Vesubio". Indultado por Carlos Menem en 1990.

General de División José Rogelio Villarreal Entre febrero y abril 1976, fue Jefe de Operaciones del Estado Mayor General del Ejército. Por lo que tuvo conocimiento y responsabilidad en el accionar delictivo del personal de dicha arma. Entre febrero de 1979 y febrero de 1980, fue Jefe de la Subzona 1C, cuya jurisdicción abarcaba toda la Capital Federal, por lo tanto, tuvo responsabilidad en el funcionamiento de los CCD "Batallón Logístico 10", "Club Atlético", "Garaje Azopardo", "Olimpo", "Orletti", "Superitendencia de Seguridad Federal" y "ESMA", como así también en los secuestros, desapariciones y homicidios cometidos, en el marco del Terrorismo de Estado, en jurisdicción de la Capital Federal. Impune por la ley de "Punto final".






MEDICOS QUE ACTUARON EN LA ESMA





Médico Jorge Luis Magnacco ¿ MANZANITA?Capitán de la Armada CapdevillaComo médico participó en las sesiones de torturas en la "ESMA", evaluando las condiciones de resistencia física de los torturados. También formó parte del grupo que realizaba los secuestros. Impune por la ley de "Punto final".Teniente de fragata FalcónActuó como médico en la "ESMA". Su apodo era "Doc". Impune por la ley de "Punto final".Médico del Hospital Naval GreenCómplice de secuestros, torturas y traslados en la "ESMA", donde actuó bajo las órdenes del doctor Magnacco, entre 1976 y 1978. Impune por la ley de "Punto final".Teniente de Fragata SandovalMédico de la "ESMA", participaba de las sesiones de torturas, evaluando la capacidad de resistencia física de los prisioneros. Su apodo era "Doc". Impune por la ley de "Punto final".Capitán de Fragata Raúl Sánchez RuízMédico de la "ESMA" que "asistió" a las secuestradas embarazadas en el momento del parto. Impune por la ley de "Punto final".Médico de Marina Carmelo SpotocosImputado como integrante de grupo de tareas en CCD ESMA, Capital Federal, Legajo de CONADEP no especificado.















Norberto Julio Morresi










desaparecido el




23 de abril de 1976



NORBERTO MORRESI

“ Esta historia comienza con un diálogo ficticio; imaginario; pero basado en una hermosa y triste realidad.
Hermosa por el ejemplo humano de miles de revolucionarias y revolucionarios que quisieron cambiar la injusta desigualdad del mundo.
A la vez triste, por su ausencia, y por que con la presencia de esos miles, la historia de esta parte de América, hubiese sido distinta”


Investigadores (I) : Hola Norberto
Norberto Morresi (N) : hola
I : ¿ que podes contarnos sobre tu infancia?
N : nací el 21 de mayo de 1958, provengo de una familia de trabajadores.
Mis abuelos tenían una fábrica de calzados, donde trabajaba toda la familia, y en las buenas épocas llegaba a dar trabajo a la gente del barrio, se trabajaba artesanalmente.
Mi viejo de chico, laburaba de lo que podía para arrimar algo para la comida, ya de mas grande trabajaba en la fábrica. Junto a mi vieja trataron de darnos lo mejor, no querían que pasáramos las necesidades que ellos pasaron. Por eso mi infancia fue feliz y normal, dentro de una familia muy unida.
Mi viejo siempre contaba que cuando era chico vivía en una casa tipo chorizo, y que tenía una vecina que le decía a la abuela “doña Herminia, me sobra un poquito de yerba ¿le sirve?”, así, sin humillarla le ofrecía a mi abuela lo poco que ella tenía, que no era mucho, pero la solidaridad entre los pobres era moneda corriente. Siempre valoré esas cosas.
I : ¿ a que escuela fuiste?
N : el preescolar y la primaria las hice en el Instituto Bernasconi. Como alumno era aceptable, y allí tanto como en el barrio tenía muchos amigos.
Me apasionaba y tenía facilidad para jugar al fútbol. Participaba en cuanto campeonato se realizaba en el colegio.
Al pasar los años mi pasión por el fútbol y por Huracán continuó; pero se despertó en mi otro tipo de pasión mas profunda, la de luchar por ayudar a los mas desposeídos, la de tratar de cambiar las cosas. Esto me llevó a rechazar un ofrecimiento que para mi era muy importante.
En una oportunidad en el año 74, vino a verme el técnico de Huracán, para que jugara en las inferiores sin pasar por la prueba clásica, el ya me conocía del barrio. Con un poco de tristeza le dije que no, por que prefería seguir con lo que había comenzado a hacer.
Siempre me dolieron las injusticias y el sufrimiento de la gente humilde. Una vez me aparecí en casa en pleno invierno, sin el pullover que había llevado a la escuela; pensé que mis viejos me iban a matar, pero igual les conté los motivos.
Me había cruzado en la calle con un pibe de mi edad que estaba tiritando de frío, y como yo tenía otra cosa para ponerme, le di el que llevaba puesto. Los viejos lo entendieron, eran cosas que mamé de chico. En casa siempre se hablaba de estas cosas; mi viejo que era militante peronista, siempre se trenzaba con mi tío en largas discusiones políticas.
I : ¿ continuaste estudiando?
N : si, inicié el secundario en el Nacional Rivadavia de la calle San Juan. Allí también fui buen alumno, sobre todo por que quería tener una buena preparación.
En esa época comencé a acercarme a la gente de la UES ( Unión de Estudiantes Secundarios).
Se había armado un grupo muy lindo, íbamos a la villa del bajo Flores, y a la de Zavaleta. Ayudábamos con la educación de los chicos, alfabetizábamos, y hasta teníamos un grupo de títeres, que a los pibes le gustaba mucho.
En casa no tocaba mucho el tema, por que mis viejos se preocupaban, pero con Claudio charlaba algunas cosas.
A pesar de mi juventud, sentía el respaldo y el apoyo de los compañeros mayores, ellos se cuidaban bien de no dejar que me metiera en cosas mas grandes.
Yo sabía que mi viejo estaba orgulloso de mi militancia, pero nunca lo hablamos mucho, siempre me decía que tuviera cuidado.
I : ¿ discutías con él sobre política?
N : no, discutir no; pero cuando Perón, o luego Isabel, hacían cosas que no me parecían correctas, se lo planteaba.
Por ejemplo cuando puso al brujo López Rega; yo le dije al viejo que ese tipo era un traidor al movimiento, pero como el era muy verticalista no lo quiso aceptar; seguramente después entendió lo que le decía.
I : ¿ como fue ese día en el que tus viejos te regalaron ese pullover?
N : esos días fueron muy emotivos para mi, mi hermano Claudio debutaba en la novena de Huracán, y todos estábamos ansiosos esperando ese día.
El 23 de abril, yo estaba invitado al cumpleaños de un compañero. Ese día yo tenía que trasladar unas cosas para la organización, y después de eso me encontraría con los compañeros.
Al levantarme esa mañana, le avisé a mis viejos que no se preocuparan si tardaba, por que sabía que iba a llegar tarde.
Tenía la costumbre de usar un pullover al que le tenía mucho cariño, y como estaba gastado, mi vieja me decía que no lo usara. Bueno, ese día se aparecen mis viejos con el pullover nuevo, como regalo de cumpleaños adelantado, y yo contento, inmediatamente me lo puse.
Con él salgo a enfrentar el largo día que me esperaba.



Ese día Norberto, antes de concurrir al cumpleaños, debía entregar en la Parroquia de la villa unos paquetes con ejemplares de “Evita Montonera”, una publicación que veinte días antes era de venta libre en los quioscos de diarios.
Al pasar el tiempo, y sin noticias, los compañeros que lo esperaban, comienzan a preocuparse. Luego llegada la noche, desde el cumpleaños, llaman a la casa de Norberto para advertir a los padres sobre lo que pasaba.
Comenzaba la pesadilla.
El 23 de abril de 1976, un día antes de cumplirse un mes del golpe de estado; las Fuerzas Armadas habían desplegado innumerables operativos en todo el país, para prevenirse de las protestas que al día siguiente se preparaban.
En uno de estos operativos queda atrapado Norberto Morresi.
El operativo se realiza en las avenidas Perito Moreno y Directorio, era de los denominados pinza. Se corta la calle entre dos esquinas, y quienes quedan encerrados en ella son requisados.
Norberto viajaba en una camioneta, acompañando a Luis María Roberto, su dueño. Eran aproximadamente las 10,30 de la mañana.
En un colectivo que quedó encerrado dentro del operativo, viajaba una amiga de la familia de Roberto. Esta amiga, le contó a la esposa que “había visto al Colorado junto a un pibe jovencito, con las manos apoyadas sobre la camioneta, y que eran apuntados por los soldados”.
Julio Morresi conocería esta información mucho mas tarde, en oportunidad de exhumar los restos de Norberto y Roberto.
En el operativo habían actuado conjuntamente todas las Fuerzas Militares, con el apoyo de la Policía Federal.


Nos cuenta Julio:

“ Después de encontrar el cuerpo, se nos aclararon muchas cosas. El muchacho que estaba con Norberto, se llamaba Luis María Roberto, tenía 30 años, dos hijos y estaba casado con Rosalina.
En el expediente que poseo, figura que encontraron una camioneta, en terrenos del Banco Hipotecario que se hallaban en construcción, en la zona de Villa Recondo.
Deduzco que desde el operativo en Perito Moreno y Directorio los llevaron hasta ese lugar. Otra cosa que aparece en ese expediente, es que la Policía encuentra allí la camioneta con dos cuerpos. Este fue un dato por el que los antropólogos deducen que podría tratarse de Norberto.
En el procedimiento policial figura que encuentran el cuerpo de un pelirrojo mayor de edad, y el de un joven, con material altamente subversivo, pero que no encuentran armas.
Allí aparece el cuerpo de Norberto fusilado, sentado dentro de la camioneta, con seis balazos en la cara. El otro muchacho tirado debajo de la misma, con una ráfaga de ametralladora en el estómago.
Siempre de acuerdo al informe policial, la camioneta tenía una mecha sin encender en el tanque de nafta, con la intención de borrar las huellas y que no quedaran restos.
La hora que aparece en el expediente es la de las 3 de la tarde, por lo que imagino que si el operativo fue a las 10,30 de ese mismo día, en todo ese tiempo los deben haber torturado para tratar de sacarles información.
De haber podido ver la foto que se adjunta al expediente, desde un principio hubiese declarado que era el cuerpo de mi hijo. En ella se ve la cara de él y la ropa que tenía puesta ese día; el pullover que le habíamos regalado, la cara destrozada por las balas, que fueron disparadas a menos de 15 cm., de abajo hacia arriba, y los ojos abiertos;.....Norberto tenía muy lindos ojos.”

Ese 24 de abril, Claudio debutaba en Huracán. Al principio se negó a jugar, pero finalmente accedió.
El papá que tanto había esperado ese momento, no pudo acompañarlo; en su lugar lo hizo el tío. Claudio se mostraba nervioso y preocupado; el tío entonces inventó una mentira para calmarlo; se acerco al alambrado y le dijo “Claudio, quedáte tranquilo que Norberto llamó por teléfono y está bien”.
Claudio tenia apenas 13 años, pero era conciente que a Norberto podía haberle pasado algo malo; su hermano le había pedido que si algo sucedía, se ocupara de contener a los padres.
El sábado 24 de abril, Julio radica una denuncia en la Comisaría 32; la caratulan como fuga de hogar. Durante tres o cuatro meses reciben la visita de una asistente social, preguntando en cada visita sobre la situación en que estaba la familia, pero con la clara intención de seguir con la búsqueda de información.
Luego comenzaron las llamadas telefónicas, aconsejando que “ se ocuparan de cuidar mejor al otro hijo que les quedaba”.
Recorren un camino similar al de todas las familias.
Primero las Comisarías; con la ayuda de algún comisario amigo, padre de un compañero de Claudio en las inferiores de Huracán.
Cuenta Julio: “este comisario hizo todo lo posible a su alcance. En un momento me lleva a las oficinas de Judiciales de la Policía, en Belgrano y la Diagonal. Allí se encontraban todos los Comisarios Generales e Inspectores reunidos. El Comisario Gil me presento ante ellos y los puso al tanto de mi problema; entonces alguno de ellos me atacó con ese discurso de los padres que no saben en que andan sus hijos. Pero este comisario amigo desde allí averiguó todo lo que pudo.
Luego se le acerca otro y le dice- mirá, la cosa viene muy jodida, en los operativos se sale cargados de herramientas, si al que detienen no le encuentran nada, le arman el escenario-.
Al regresar a casa, me contó que las herramientas eran armas, y que cuando matan a alguien desarmado, se las plantan. Y me agregó –mire Julio, esto viene muy mal, la cosa está pesada, si sigo metiendo la nariz, me van a empezar a investigar a mi-.
Yo, igualmente valoré mucho su ayuda.”

Luego se sucedieron las visitas al Obispado, a la Escuela Estella Maris, de la Fuerza Naval, donde los sacerdotes estaban mas interesados en averiguar sobre amigos y conocidos, que en llevar alivio a los familiares.
En el Ministerio del Interior, cada mes sobre la calle Balcarce, la fila se hacía mas larga. Allí entregaban a los familiares una ficha o tarjeta que les informaba sobre cualquier novedad.
Durante una entrevista con Monseñor Graselli, algunos padres vieron asomar algo parecido a un grabador, desde el cajón de un escritorio.
Al ser citado a declarar por el Juicio a las Juntas, Monseñor Graselli aseguró que gracias a él , se había logrado liberar a muchos detenidos.
Nos comenta Julio: “todos pasaban por lo mismo. Primero la entrevista, las preguntas; luego venía la patota y se los llevaba”.

La búsqueda de los Morresi, los acerco hasta el Coronel Luis María Palacios, segundo de Luis Albano Harguindegui. “me habían conseguido una entrevista con Harguindegui, como éste no se encontraba nos atendió Luis María Palacios.
Como en otras entrevistas las averiguaciones se repitieron. Cuando me di cuenta que quería sacarme de encima le digo: ¿ usted tiene hijos?, me contesta que si; sigo: si usted llega a su casa y encuentra que uno de sus hijos no está, ¿se acostaría a dormir tranquilo?, o lo buscaría; me contesta que desde luego lo buscaría. Le digo: bueno, eso mismo es lo que estoy haciendo yo. Quiero saber que le pasó; si está detenido llevarle un abrigo, un plato de comida, y a pesar del dolor que me causaría si está muerto, si lo mataron, también quisiera saberlo. Entonces esta persona se queda pensativa, y haciendo algunas llamadas por radio, averigua que había un Morresi detenido en Rosario. Finalmente no era mi hijo, solo una coincidencia en el apellido”.

La familia Morresi no solo sufrió la desaparición de su hijo; al igual que le ocurriera a otras familias, sufrió una estafa no solo moral si no también económica por parte de los secuestradores, que conformaban una gran organización delictiva.
“un día recibimos la llamada de una mujer que hablaba de parte de un supuesto Capitán García, y nos prometió información sobre Norberto.
Con la angustia que sentíamos, nos desesperamos por conseguir una cita.
Primero fue en un bar; luego nos citaba en un departamento del barrio de Caballito sobre la calle Guayaquil. Cada reunión con ella era la manera de acercarnos a Norberto; hasta le llegamos a regalar un juego de zapatos y cartera muy finos.
Un día nos dijo que Norberto tenía la suerte de estar detenido junto con el hijo de un militar, y que posiblemente armarían una maniobra para sacarlo del país. Nos pidió que juntáramos algo de dinero para ir preparando todo; le pedimos que nos contara algo de él. Siempre nos decía que estaba bien, pero ese día nos contó que la noche anterior no había querido comer, pero en lugar de la comida había pedido que le trajeran tres manzanas verdes.
Nuestra alegría al escuchar estas palabras fue indescriptible; Norberto tenía predilección por las manzanas verdes, y esto nos probaba que estaba vivo.
Luego nos pidió que juntáramos todos los ahorros posibles, por que ya estaba armado el operativo; los llevarían escondidos en una camioneta, los subirían al avión y los dejarían en Suiza, y allí quedarían en libertad.
Juntamos los ahorros de toda una vida, y se los entregamos.
Quedamos en reunirnos en ese mismo departamento el día del viaje.
Allí nos dirigimos con las valijas, pero al llegar nos encontramos con que el departamento estaba vacío, la mujer se había mudado ese fin de semana”.
En año 1983 comenzaron a formarse los grupos de antropólogos que estarían a cargo de las investigaciones para encontrar los cuerpos.
Durante el Juicio a las Juntas, el Cuerpo 1 de Ejército, que había sido conducido por Guillermo Suárez Mazon alias “pajarito”, envió unas setenta carpetas donde contaba “su versión” de los hechos.
Estos expedientes habían quedado casi abandonados en una oficina del Palacio de Justicia. En ellas se informaba de los “enfrentamientos” con los subversivos.
Cuando el grupo de antropólogos tiene acceso a investigar el contenido de estas carpetas, comienzan a descubrirse las huellas del genocidio.
El Grupo de Antropología Forense, formado por jóvenes estudiantes, trabajó arduamente sobre toda la información a la que accedían.
Fueron muchos años de seguir pistas, datos, hacer excavaciones, etc.; todo este esfuerzo permitió que se conociera finalmente el lugar donde se hallaban muchos de los cuerpos, que en su gran mayoría habían sido enterrados como NN.
Fue en el cementerio de General Villegas donde la familia Morresi presenció la exhumación del cuerpo de Norberto. Allí observaron como el Equipo de Antropología fue pasando todas las etapas con suma paciencia.
Cuenta Julio: “trabajaban en la excavación, y a la vez nos brindaban contención a Claudio, a mi esposa y a mi. A pesar de esto, cuando llegaron a la parte ósea, el momento fue terrible. Vos veías que eso que estaba allí, esos huesos, eso era tu hijo”.

El cuerpo de Norberto estaba enterrado junto al de su compañero Luis María Roberto. El cráneo presentaba los orificios de salida de las balas. Ya no había mas dudas.
La familia pudo darle sepultura en el cementerio de Flores, en una ceremonia a la que concurrieron mas de mil personas que se acercaron a brindarles su solidaridad cargada de indignación.
Julio se muestra muy agradecido a todo ese Equipo de Antropología Forense. Los nombra a todos uno por uno; también resalta la actitud del Comisario Juan Angel Pirker, quien en momentos en que nadie se comprometía, le confirmó que las huellas digitales pertenecían a su hijo.
Norberto había estudiado en la Escuela de Música del Instituto Félix Bernasconi. Era buen compañero, y acostumbraba aparecerse en la casa con algún chico del barrio que no había comido en varios días.
Preguntamos a Julio: “¿no son actitudes muy comunes en un chico, no?”
Nos contesta: “ es una característica que compartían casi todos los chicos que desaparecieron.
Los militares no se volvieron locos de un día para otro. Ellos hicieron un buen trabajo, pegaron donde tenían que pegar; se llevaron a los que se tenían que llevar, no se equivocaron.
Eran los dirigentes que nuestro país necesitaría hoy; los mejor formados, los más capacitados.
Ahora conocemos la verdad, pero tenemos que seguir luchando para que haya justicia. Como la logramos en Italia, con la condena a cadena perpetua a Suárez Mazon.
Pero yo la justicia la quiero ver acá. Estos hijos de puta los asesinaron acá”.




- o -

“papá, ¿ por que hay tantos chicos pobres, tanta gente pobre que no tiene una casa digna para vivir y tiene poco para comer, y unos pocos pueden vivir en palacios y con lujos?”

Norberto Morresi ( a la edad de 8 años)





Julio Morresi y Señora




Carlos Pisoni
HIJO de
Irene Bellocchio




y Rolando Pisoni





































Detenidos – Desaparecidos
desde agosto de 1977









Carlos Pisoni
HIJO de
Irene Bellocchio




y Rolando Pisoni
Detenidos - Desaparecidos





Introducción

Carlos Pisoni vive en Parque Patricios. Irene Bellocchio y Rolando Pisoni no militaron ni vivieron en este barrio; pero su vivencia y la de Carlos son similares a la de tantos otros militantes secuestrados, y a la de sus hijos, que tuvieron que ser criados por sus familiares, debido a la desaparición forzada de sus padres.
Carlos es un joven sereno, reflexivo, y pese a lo doloroso de los hechos no transmite rencor alguno; por el contrario tiene una mirada limpia y una sonrisa tranquila.
El, como tantos otros hijos y familiares solo busca justicia; y nos cuenta su historia.

Soy Carlos Pisoni, tengo 29 años; desde hace 11 años soy militante de la agrupación HIJOS, también integro el grupo Oriente, grupo donde participan estudiantes que vienen de la militancia universitaria, otros de Derechos Humanos, otros secundarios, otros barriales; y trabajamos en el Centro Cultural del Otro Lado en la calle Esteban de Luca al 1800, donde damos clases de apoyo, actividades culturales, y tenemos un merendero, tratando de hacer felices a algunos pibes que se acercan.
Mi historia en realidad comienza antes de nacer.
Mi viejo era militante de la JUP (Juventud Universitaria Peronista), que era parte de Montoneros. Estudiaba en la Facultad de Ingeniería.
Comenzó a fines de 1960, y pasó en diez años por Ingeniería Electrónica, Ingeniería Mecánica, y había aprobado quince materias.
Cuando fui a buscar su legajo, me enorgulleció saber que si no se había recibido, era precisamente por que le dedicaba mucho tiempo a la militancia, cosa muy común en la mayoría de los desaparecidos que eran estudiantes; eran los mejores, pero estaban metidos de lleno en la militancia.
Vivía desde chico en Almagro; hincha de River, también sentía simpatía por San Lorenzo, el club de su barrio.
Le gustaba la música; escuchaba a Almendra y los Rolling Stones. Por lo que me contaron era muy mujeriego, y tenía, como se decía en esa época, levante.
Mi vieja era una piba de Villa Urquiza; de una familia humilde con siete hermanos.
Entró a trabajar en el Banco Galicia, que estaba en av. Córdoba y Mario Bravo. Eso le permitió conseguir una beca para estudiar en la UADE (Universidad Argentina de la Empresa) de mucho prestigio en esos tiempos. A un año de terminar la carrera de Administración de Empresas, se dio cuenta que no era lo que quería, y se pasó a la Facultad de Arquitectura.
El cambio a una Universidad Pública le hizo ver las cosas de otro modo; y finalmente terminó trabajando y militando dentro del banco, siendo gremialista e integrante de la JTP (Juventud Trabajadora Peronista).
Mi vieja pasa a la clandestinidad luego que secuestran a un ex novio, y avisada por una compañera de que la estaban buscando.
Mis viejos se conocieron estando ambos en la clandestinidad, comienzan a vivir juntos, y el 29 de junio de 1977 nazco yo.
En el mes de agosto de ese mismo año, cuando yo recién tenía treinta y siete días de vida, cae un operativo en casa y los dos son secuestrados, y continúan desaparecidos hasta el día de hoy.
A mi me dejó un militar en la casa de una vecina. Esta señora se presenta en la casa de mi abuela al día siguiente, y le pregunta si conoce a mis padres, y si me conoce a mi; mi abuela previendo lo que pasaba le dice a la mujer que le entregue a su nieto. Aparentemente la vecina tenía toda la intención de adoptarme, y había ido acompañada por una mujer policía.
De a poco voy reconstruyendo mi identidad, mi abuela nunca me ocultó lo sucedido, en la medida que fui creciendo fui conociendo mas detalles.
Gracias a amigos y compañeros de mis padres, voy conociendo sus costumbres, sus gustos, su militancia. Yo siempre les digo a estos compañeros, que ellos tenían la obligación de buscarme y contarme estas cosas; demás está decir que se los agradezco.
De esta forma me enteré que nací en el Hospital Posadas de Morón, Provincia de Buenos Aires. Como mi vieja ya estaba en la clandestinidad, una amiga que trabajaba en el hospital, la llevó, aún arriesgando su propia vida, ya que allí funcionaba también un Centro Clandestino de Detención.
Gracias a esa actitud, hoy puedo tener la partida de nacimiento y todos los papeles, por que esta amiga se ocupó de todo.
No tengo muchas fotografías de mis padres, pero de a poco las voy recuperando. Hace poco mi tío me dio una grata sorpresa; encontró en una filmación una imagen , donde mi mamá pasaba por detrás de el; o sea que encontró una imagen de mi vieja en movimiento, algo que yo no conocía.
Después del secuestro aparentemente los llevan al Centro Clandestino de Detención “El Atlético” ubicado en Paseo Colon y Cochabamba.
Tres ex detenidos los vieron allí hasta el 20 o 21 de septiembre, día en que fue el “traslado”. El traslado era la muerte; los vuelos de la muerte, o también ser enterrados como NN.
Muchos de los detenidos, cuando “El Atlético” fue cerrado para dar paso a la construcción de la autopista del Brigadier Osvaldo Cacciatore, fueron trasladados a fines de 1977 por el término de dos meses al Centro Clandestino “El Banco”, ubicado en Puente 12, y de ahí los mismos represores fueron al Centro Clandestino “El Olimpo”, que fue armado con las mismas instalaciones del Atlético.
Este recorrido de los represores y también de algunos detenidos, es el motivo por el cual estamos exigiendo que se unifiquen las causas; de esta manera los testigos tendrían que declarar una sola vez, y no como ocurre ahora que muy seguido tienen que pasar por los Tribunales, con toda la angustia y dolor que esto significa.
El cuerpo de mis padres todavía no apareció, verdaderamente no tengo muchas esperanzas. Por eso lucho; para que termine la impunidad; para que tipos como Guillermo Suárez Mazon a cargo del Primer Cuerpo de Ejército, por consiguiente de El Atlético, (que además dependía de la Policías Federal), tipos como Juan Antonio del Cerro, alias “colores”, como Juan Simón, alias “el Turco Julián”, como Samuel Miara, alias “el turco cobani”, apropiador de los mellizos Regiardo Toloza, que también era violador de mujeres, para que estos tipos no anden libres por la calle, ni tengan pensiones o jubilaciones del Estado, y seamos nosotros mismos, sus víctimas , los que se las paguemos. Para que paguen sus culpas en una cárcel común como cualquier preso, y no en las prisiones vip de los cuarteles o con el beneficio del arresto domiciliario, que sabemos no se cumple, o teniendo que soportar las causas que son encajonadas en la Justicia.
También tendríamos que investigar a los que se han enriquecido con la Dictadura, a los que han sido ideólogos y participes, como la Mercedes Benz, el Ingenio Ledesma, etc., etc.

Investigadores: ¿ como es tu historia personal, que cosas te pasan a vos?

Primeramente quiero destacar que provengo de una familia de luchadores.
Mi bisabuelo materno se escapó como muchos otros del fascismo en Italia, era socialista, medio anarquista. Mi abuelo paterno, a quien no llegué a conocer, fue uno de los fundadores del Sindicato de Comercio en la Argentina junto con Borlengui, quien después fue Ministro de Trabajo durante el gobierno de Juan Perón.
Mis dos viejos fueron Montoneros, y mi abuela materna, Aurora Zucco, producto de la lucha y desaparición de mis padres, es Madre de Plaza de Mayo.
A todos estos antecedentes me sumo yo, con mi militancia en HIJOS.
Es como si hubiera una cadena de militancia que se lleva en los genes, aunque la revolución es una toma de conciencia y no se transmita en la sangre.
Desde chico y gracias a mi abuela, fui conociendo de a poco mi origen.
Estuvimos viviendo tres años en España, de 1981 a 1984. mi abuela es de origen italiano, pero en Barcelona se encontraba un tío que estaba exiliado, y allí fuimos.
Desde allá mi abuela militaba en Derechos Humanos, dando a conocer todo lo que estaba pasando acá. La presencia de mi tío fue muy importante para mi, fue como una especie de figura paterna; aunque mi abuela cumplió los tres roles, madre, padre y abuela.
Mi infancia fue muy buena, no me faltó nada, fui muy feliz; por que si bien tuve una pérdida muy grande, todo lo que vino después fueron alegrías.
Durante el menemismo, mi abuela cobraba $300 de dos pensiones que teníamos, una era por ser hijo de desaparecido, y duró hasta que cumplí 18 años.
Con eso que no era mucho, mi abuela se las arreglaba. Me consiguió, gracias a una carta que le escribió al presidente de Italia, una beca en la Escuela Cristófolo Colombo, donde cursé todo el secundario.
Como HIJO tuve la oportunidad de ir a dar charlas por el mundo.
Cuando tenía 18 años comencé mi militancia; fue en el 5to año del secundario. Queríamos organizar el centro de estudiantes, y nos decían que estaba prohibido desde la época de la dictadura; entonces me ocupé de buscar toda la información de la parte legal, y logramos formarlo.
Muchas veces hasta ese momento callé mi historia, me daba vergüenza contarla; me preguntaban ¿qué hace tu papá?, y yo mentía para no tener que contar todo. Pero eso fue como una bisagra, empecé a contarla con orgullo, todo el tiempo, todos los días, haciéndome cargo de mi identidad.
Cuando vamos con los compañeros a dar charlas, generalmente comenzamos hablando desde el año 1955 para acá; Felipe Vallese, José León Suárez, la Triple A , las desapariciones que hubo en los ´60 y ¨70; en democracia, en dictadura y también después de la dictadura del ¨76, como el caso de Miguel Brú y tantos otros.
Es un hilo conductor que tenemos que seguir, por que si no a los pibes se les hace muy aburrido.
De esta manera los pibes lo reciben de otra forma. Como somos jóvenes, estamos mas o menos cerca en el tiempo.
En pleno furor de la novela Montecristo, los pibes veían que esa historia de la TV era real, y entonces venía alguien que se las contaba por que lo había vivido. Era como un cable a tierra.
Algún chico me dijo “ mi papá es policía y me contó otra historia”, y como nosotros no vamos a imponer nada, le contesté, bueno, me parece bien que hayas escuchado la charla, tratá de ver alguna película, leer algún libro sobre el tema, y sacá tus propias conclusiones.
Nosotros tratamos de mostrarle las cosas que pasaron, con la mirada dirigida desde otro lado.
En la escuela Ramos Mejía, donde iba mi viejo, ubicada en las calles Quintino Bocayuba y Don Bosco del barrio de Almagro, tuve la oportunidad de organizarle un homenaje. Luego desde ahí marchamos cinco cuadras y colocamos una baldosa. Fue muy emotivo para mi y para las 300 personas que nos encontrábamos allí.
Yo me había encargado de organizar muchos homenajes para otros compañeros, ya que trabajaba en el Ministerio de Educación de la Ciudad, pero esa vez me tocó a mi.
Se conjugaron el reconocimiento de un Estado, al haber concurrido un desaparecido a una escuela de sus instituciones; tuvo que pasar mucho tiempo para que esto se plasmara.
Y por el otro lado las organizaciones sociales, los partidos políticos que apoyaron siempre; fue muy emocionante.

Investigadores- ¿qué significado tiene para vos la desaparición forzada de personas?

Fue un plan perfectamente diseñado, llegó hasta lo mas macabro del ser humano; como bien lo decía Videla “el desaparecido no está, no existe, ni muerto ni vivo; está desaparecido”.
Entonces nos ocurre lo que pasa hoy con Julio López; estamos esperando que aparezca, y no sabemos si está vivo o muerto. Ese sentimiento de no poder hacer nunca un luto, un duelo. Es algo que todos los familiares de desaparecidos lo tenemos.
Algunas familias guardan todavía el cuarto, las cosas, tal como estaban, como lo dejaron, esperando que vuelvan.
Pero no ocurrió solo en la Argentina, tuvo que ver con todas las dictaduras Latinoamericanas, con el Plan Cóndor, las Fuerzas Armadas Latinoamericanas adiestradas en la Escuela de las Américas, con los yankis a la cabeza.
No fueron solo asesinatos, esto fue cien veces peor, por que era la desaparición de la persona, la desaparición del cuerpo, y no podes hacer un luto con todo eso.
Un día nos encontramos al “Turco Julián”en un bar, y nos dijimos “esto no puede ser”, ¿por qué tanta impunidad?, y nos preguntamos ¿por qué no hacemos algo? ¿por qué no vamos a la casa?, y así nació una nueva modalidad de lucha,
“el escrache”. Ahora al ver que algunos de estos están yendo presos, nos da mucha alegría; ante tanto dolor, un poco de justicia.

Investigadores- ¿cómo te parece que ve la sociedad la Desaparición Forzada de Personas, y lo ocurrido durante la Dictadura?

Pienso que es un tema tabú. A partir de la anulación de las Leyes de Impunidad, el tema es si nosotros como pueblo, que hemos tenido la madurez de dar luchadores como Las Madres, Las Abuelas, Los Familiares, que son reconocidos en todo el mundo. Después de todo ese proceso que nunca se va a cerrar, por que no están los Desaparecidos, tendremos que discutir que rol cumplió la sociedad en esos acontecimientos.
¿qué hizo la sociedad a comienzos de los¨70?, apoyaba a las organizaciones político-militares como Montoneros u otras. Esa misma sociedad acaso ¿no pedía a gritos el golpe y lo apoyó?.
La misma que a fines del ¨83 gritaba en las canchas “se va acabar, se va a acabar, la dictadura militar”. Esa misma sociedad votó a Alfonsín, después a Menem, y después dijo “yo no lo voté”, pero lo hizo dos veces.
Esa sociedad también votó a De La Rúa, y después salió con “el cacerolazo”.
Muchos, no digo todos, pero si muchos; han hecho ese recorrido, mas allá de las ideologías; deben asumir sus responsabilidades, cosa que nunca se hace.
Siempre escucho decir “la política es una mierda”, pero la política no es una mierda; lo que hay son políticos de mierda; pero existen precisamente por que hay gente que los vota. Los gobernantes son el fiel reflejo del pueblo que tenemos. Criticamos la política, pero tendríamos que hacernos cargo de la parte que nos toca. Asumir lo que nos corresponde como integrantes de ésta Nación Argentina; hacernos cargo de esta historia, criticarla y asumirla; reivindicarla y avanzar. Si la basura se tira debajo de la alfombra, llega el momento en que explota. No hay nada mejor que revisar los problemas del pasado, para avanzar en este presente hacia el futuro.

Investigadores- ¿qué palabras, que pensamiento quisieras dejar como cierre de este testimonio?

Lo principal es la participación, no se van a cambiar las cosas si no participamos.
Si hay algo que se puede rescatar de la historia mas reciente, es el ejemplo de Las Madres de Plaza de Mayo. Comenzaron en el 77, con la esperanza de encontrar a sus hijos. Vivieron todo lo que vivieron y pasaron por todo lo que pasaron; Indulto, el secuestro de una de sus fundadoras, represión, indiferencia, etc., y están cumpliendo 30 años.
Y después de pasar por eso, después de veintisiete años, se consigue anular Las Leyes de Impunidad, y que los represores; asesinos de sus hijos, vayan presos.
Como ejemplo, esto solo basta; demuestra que si uno lucha y participa puede llevar adelante los objetivos.
Desde HIJOS hemos obtenido a lo largo de estos once o doce años muchas victorias. Encontrar una piba apropiada; la historia de Donda, donde llevamos adelante la investigación. Estuvimos con ella, la contuvimos; con eso solo ya podríamos estar satisfechos.
Ser parte de este momento histórico es muy importante; de esto va a depender lo que pase en el futuro.
Por ejemplo, si los asesinos que formaron parte de la patota de Ramón Camps, no fueron presos, después vuelven a cometer las mismas atrocidades, y entonces los tenemos como asesinos de Maxi (Kosteki) Y Darío (Santillan).
La lucha también te da victorias; que dos mil personas vayan a un escrache es una victoria, recuperar un píbe apropiado es una victoria, que el asesino de mis viejos vaya preso es una victoria, que se reivindique la lucha de los Curas Tercermundistas es una victoria; se pueden dar muchos ejemplos.
Esto solo se puede lograr si uno participa organizadamente; desde un Centro Cultural, desde una Radio, una Asamblea Barrial, una organización social o política, en las distintas clases de participación.
Mi agrupación me enseñó la organización y la participación, y que esas dos cosas juntas llevan a la victoria.
Ese es el mejor mensaje que puedo dejar.

Investigadores- una última pregunta ¿qué perdiste al no tener la presencia de tus padres?

¡uf!, todo, todo.
No poder aprender a hacer un asado con mi viejo, no ir a jugar al fútbol con él, no poder ir a la cancha; que mi vieja no me de la teta. Perdí la presencia, eso es lo que perdí; ¿qué gané? nada; lo que yo me llevo son los valores de ellos; son mi ejemplo de vida.
Esta historia es la de mas de 500 pibes, de los cuales mas de 430 siguen apropiados.
Gracias a la búsqueda de Abuelas, 70 chicos pueden contar su historia.


Algunos represores integrantes de Fuerzas de seguridad que formaron parte de los CCD el Atlético, el Banco y el Olimpo.
Inspector de Policía Federal ArriúIntegrante de los CCD "Club Atlético", "Banco", "Olimpo" y "Brigada de Güemes". Actuó bajo el apodo de "Tiro Loco". Impune por la ley de "Punto final".

Miembro de la Policía Federal Horacio DonatiActuó como torturador de los CCD "Club Atlético", "Banco", "Olimpo" y "Brigada Güemes". Su apodo era "Sangre". Impune por la ley de "Punto final".

Subcomisario de Policía Federal Gustavo Adolfo EklundIntegró el personal de los CCD "Club Atlético", "Banco", "Olimpo", "Brigada Güemes" y "Superintendencia de Seguridad Federal". Participó en secuestros y torturas a los prisioneros. Su apodo era el de "Alem n". En los últimos años integró la agencia de investigaciones Escorpio, vinculada a Guillermo Suárez Mason. Impune por la ley de "Punto final".

Principal de Policía Federal Juan Carlos FalcónIntegrante del CCD "Olimpo". Impune por la ley de "Punto final".

Principal de Policéa Federal FamaIntegrante del personal de los CCD "Club Atlético", "Banco", "Olimpo" y "Brigada Güemes". Su apodo era "Tano". Impune por la ley de "Punto final".Imputado como integrante de grupo de tareas en CCD Superintendencia de Seguridad Federal, Capital Federal, Legajo de CONADEP 3674.

Comisario Mayor de Policía Federal Antonio GettorA partir de diciembre de 1977, fue Director de la sección Delitos y Vigilancia, dependiente de la Jefatura de Superintendencia de Investigaciones Criminales. Por desempeñarse en este cargo tuvo responsabilidad en el funcionamiento del CCD "Olimpo". Impune por la ley de "Punto final".Imputado como integrante de grupo de tareas en CCD Superintendencia de Seguridad Federal, Capital Federal, Legajo de CONADEP 3674.

Inspector de Policía Federal ArriúIntegrante de los CCD "Club Atlético", "Banco", "Olimpo" y "Brigada de Güemes". Actuó bajo el apodo de "Tiro Loco". Impune por la ley de "Punto final".


Oficial de Pol. Fed. Roberto GonzalezRelacionado a grupo de tareas en CCD ESMA, Capital Federal, Legajo de CONADEP 704/2740/2365.

Comisario Mayor de la Policía Federal Luis Félix GómezFue Secretario de la Jefatura de la Policía Federal, durante 1976, por lo tanto, tuvo responsabilidad en los CCD que funcionaron en las delegaciones de la Policía Federal en San Luis, Neuquén, Azul, Corrientes y Posadas y en la Superintendencia de Seguridad Federal; también en los CCD "Olimpo", "Club Atlético" y "Garage Azopardo". Impune por la ley de "Punto final".

Cabo de la Policía Federal Oscar Raymundo IzziFormó parte de los grupos de secuestradores de los CCD "Club Atlético", "Banco", "Olimpo" y "Brigada Güemes". Impune por la ley de "Punto final".

Comisario Inspector de la Policía Federal Francisco LaguardaSe desempeñó como Subjefe de la Policía Federal desde abril a diciembre de 1976, por lo que tuvo responsabilidad en los CCD que funcionaron en las delegaciones de la Policía Federal en San Luis, Neuquén, Azul, Corrientes y Posadas y en la Superintendencia de Seguridad Federal; también en los CCD "Olimpo", "Club Atlético" y "Garage Azopardo". Impune por la ley de "Punto final".

Comisario mayor de Pol. Fed. Lapoyoule (Frances):Relacionado con CCD Olimpo, Capital Federal, Legajo de CONADEP 3674. Imputado como jefe de grupo de tareas, sección política, en CCD Superintendencia de Seguridad Federal, Capital Federal, Legajo de CONADEP 3674. Fue Director de Inteligencia de Seguridad Federal y, como tal, actuó en el CCD que funcionó en la Superintendencia de Seguridad Federal. Impune por la ley de "Punto final".

Sargento de la Policía Federal Juan Carlos LinaresParticipó en secuestros y en torturas de prisioneros en los CCD "Club Atlético", "Banco", "Olimpo" y "Brigada Güemes". También formó parte del personal de la "ESMA", donde se encargaba de vender los bienes robados a las personas secuestradas. Participó en el secuestro de Elena Holmberg. Su apodo era "Gordo Juan Carlos". Impune por la ley de "Punto final".

Comisario General de la Policía Federal Antonio MignoranceDesde diciembre de 1976 hasta marzo de 1979, fue el Subjefe de la Policía Federal. Por lo tanto tuvo responsabilidad en los CCD que funcionaron en las delegaciones de la Policía Federal en San Luis, Neuquén, Azul, Corrientes y Posadas y en la Superintendencia de Seguridad Federal; también en los CCD "Olimpo", "Club Atlético" y "Garage Azopardo". Impune por la ley de "Punto final".

Subcomisario de la Policía Federal Luis RinaldiFormaba parte de los grupos que ejecutaban los secuestros de las personas que luego eran llevadas a los CCD "Banco" y "Olimpo". Sus apodos eran "Pepona" y "Cara de Goma". Impune por la ley de "Punto final".

Oficial de la Policía Federal Carlos Augusto RolónTorturador y secuestrador. Se hallaba prófugo de la justicia que lo reclamaba para que compareciese por 18 delitos cometidos durante su actuación en los C. C. D "Club Atlético", "El Banco" y "Olimpo", entre ellos, haber torturado a Jorge Toscano y a Nora Bernal, esta última, como consecuencia de las torturas, sufrió hemorragias agravadas por un parto reciente. Actuó bajo los apodos de "Soler" y "Capitán Echeverría". En libertad por la Ley de "Obediencia Debida"

Oficial Principal de la Policía Federal RosaSecuestrador de los C. C. D "Club Atlético", "Banco", "Olimpo" y "Brigada Güemes". Su apodo era "Clavel". Impune por la ley de "Punto final".

Principal de la Policía Federal SifomódicaFormó parte de los grupos operativos, es decir, ejecutores de los secuestros, de los CCD "Club Atlético", "Banco", "Olimpo" y "Brigada Güemes". Su apodo era "Alacr n". Impune por la ley de "Punto final".

Suboficial de Policía Federal Julio SimónConocido por "Turco Julián", se encontraba prófugo de la justicia que lo reclamaba para que compareciese por 58 delitos cometidos durante su actuación en los CCD "Club Atlético", "El Banco" y "Olimpo", donde torturó a los detenidos. También participóde secuestros, entre ellos, el del lisiado Gilberto Ponce en la estación Ciudadela, el 7 de diciembre de 1978. Profundamente antisemita. El mismo aplicó durante toda una tarde 220 volts en la cabeza a la secuestrada Julia Zabala Rodríguez, antes de que la trasladara. En algunas oportunidades actuaba bajo los efectos de drogas. En 1985 el CELS pidió su captura por el homicidio en 1977 de Mario Lerner, cuando apareció en Uruguayana (Brasil) involucrado en un asesinato. En esa época revistaba como personal de Policía Federal, en la delegación de Paso de Los Libres (Corrientes). En libertad por la Ley de "Obediencia Debida"

Oficial de la Policía Federal Roberto SperatiMiembro de los grupos operativos de los CCD "Club Atlético", "Banco" "Olimpo" y "Brigada Güemes". Sus apodos era "Jabalí" y "Chancho Jabalí". Impune por la ley de "Punto final".

Oficial principal de la Policía Federal TadeiMiembro de los grupos operativos de los CCD "Club Atlético", "Banco", "Olimpo" y "Brigada Güemes". Sus apodos eran "Cura" y "Padre". Impune por la ley de "Punto final".

Subcomisario de la Policía Federal Uballe (o Uvalles)Formó parte del personal de los CCD "Club Atlético", "Banco", "Olimpo" y "Brigada Güemes". Era el encargado de los "traslados" de los detenidos-desaparecidos desde los CCD . Sus apodos eran "Anteojo Quiroga" y "Fürer". Impune por la ley de "Punto final".

Teniente Coronel de Ejército Cabrera (Castillo):Imputado como integrante de grupo de tareas en CCD Club Atletico, Bs. As., Legajo de CONADEP 7170. Imputado como integrante de grupo de tareas en CCD Olimpo, Bs. As., Legajo de CONADEP 7170. Imputado como integrante de grupo de tareas en CCD Vesubio (Camino de Cintura La Matanza), Bs. As., Legajo de CONADEP 7170.

Coronel médico Julio Ricardo EstevezEstaba procesado por haber cometido cuatro delitos siendo jefe del CCD "Hospital Posadas", entre ellos, su participación en el secuestro de Gladis Cuervo el 25 de noviembre de 1976. En libertad por la Ley de "Obediencia Debida"

Coronel Enrique Carlos FerroResponsable de tormentos con picana eléctrica y golpes aplicados a Guillermo Pages Larraya, Cristina Magdalena Carreño Araya, Santiago Villanueva, Mario Osvaldo Romero, Daniel Toscano y Victoria Claudia Poblete (de 8 meses de edad), quienes continúan detenidos-desaparecidos, y de la tortura y violación de Nora Bernal. Estaba procesado por 111 delitos, cometidos como jefe de "El Banco", "Olimpo" y "Club Atlético". Decidía el destino de los prisioneros. Actuó bajo el apodo de "El Francés". En libertad por la Ley de "Obediencia Debida"

Coronel de Ejército FerroImputado como jefe de centro clandestino en CCD Olimpo, Bs. As., Legajo de CONADEP 3524.

General de división Albano Eduardo HarguindeguyMinistro del Interior entre marzo de 1976 y marzo de 1981; como tal, responsable mediato sobre los CCD que funcionaron en las delegaciones de la Policía Federal en el interior del país, entre ellas las de Azul, Neuquén, San Luis, Posadas y Corrientes; también sobre los CCD "Garage Azopardo", "Superintendencia de Seguridad Federal", "Club Atlético" y "Olimpo". Diariamente recibía un parte sobre los operativos y secuestros realizados. Estaba imputado en la causa de la Zona de Seguridad 4, por una privación ilegal de la libertad. En libertad por la Ley de "Obediencia Debida"

Teniente Coronel Guillermo Antonio MinicucciResponsable de la detención-desaparición y torturas de Luis Guagnini, Alfredo Giorgi, León Gajnaj y del secuestro y torturas de Daniel Retamar (menor), Susana Caride, Graciela Trotta, Cristina Carreño Araya, Enrique Ghez n, Nora Bernal, Guillermo Moller, Norma Letto, Santiago Villanueva, entre otros. Fue jefe de los CCD "El Banco" y "Olimpo". Se encontraba bajo prisión preventiva por la comisión de 105 delitos cuando fue amnistiado. Actuó bajo el apodo de "Rolando". En libertad por la Ley de "Obediencia Debida"

Teniente Coronel Carlos Alberto MuzzioJefe del Area 1C5, que abarcaba las jurisdicciones de las Comisarías 10, 12, 20, 32, 36, 38, 40, 42 y 48 de Capital Federal. Por lo tanto, fue el responsable de los delitos cometidos, en el marco de el Terrorismo de Estado, en la superficie de dicha Area, como así también de los CCD "Olimpo" y "Grupo de Artillería de Defensa Aerea 101", ubicado en la unidad homónima en la localidad de Ciudadela, provincia de Buenos Aires. Impune por la ley de "Punto final".

General de Brigada Jorge Olivera RovereDesde febrero a diciembre de 1976, fue el Subcomandante del I Cuerpo y, como tal, Jefe de la Subzona 1C, cuya jurisdicción comprendía toda la Capital Federal. Por lo que tuvo bajo su control el funcionamiento de los siguientes CCD: "Club Atlético", "Garaje Azopardo", "Olimpo", "Orletti", y los que funcionaron en el Batallón Logístico 10, la Superintendencia de Seguridad Federal y la ESMA. También fue responsable de los secuestros seguidos de desaparición, homicidios, torturas y demás delitos que se cometieron en la jurisdicción bajo su control. Durante 1977, se desempeñó como Secretario General del Ejército, por lo que participó en las decisiones que esta Fuerza tomó respecto del accionar represivo. Fue procesado por la Cámara Federal de Capital en lacausa del I Cuerpo. Indultado por Carlos Menem en 1989.

Miembro de Ejército Suarez Mason (Sam):Imputado como responsable en CCD Campo de Mayo (El Campito o Los Tordos), Bs. As., Legajo de CONADEP 7077. Relacionado con CCD Division Cuatrerismo Policía Prov. de Bs. As. (El Banco), Bs. As., Legajo de CONADEP 2529/4124/4151. Relacionado con CCD Olimpo, Legajo de CONADEP 2529/4124/4151. General de division de Ejército Suarez Mason (Pajarito):Imputado como visto en CCD Penal de Villa Las Rosas, Salta, Legajo de CONADEP 3524. Imputado como responsable en CCD Regimiento 1 de Patricios (Palermo), Legajo de CONADEP 7077. Imputado como visto en CCD Vesubio (Camino de Cintura La Matanza), Bs. As., Legajo de CONADEP 7170. Imputado como visto en CCD Vesubio (Camino de Cintura La Matanza), Bs. As., Legajo de CONADEP 3948/3382. General de División Carlos Guillermo Suárez MasonFue Comandante del I Cuerpo de Ejército, desde enero de 1976 hasta enero de 1979. Por ocupar este cargo fue el Jefe de la Zona 1, que comprendía la Provincia de La Pampa, la Capital Federal y la mayor parte de la Provincia de Buenos Aires. De enero a diciembre de 1979 fue Jefe del Estado Mayor General del Ejército. Cumplía prisión preventiva por la causa del I Cuerpo, formada por m s de 300 causas, est ba acusado en 170. A principios de 1984 declaró en la causa en la que se investigaba la desaparciciónde Alfredo Gorgi, días después el Juez Luis Angel Córdova ordenó su detención, la que no pudo concretarse porque Suárez Mason se fugó. En abril de 1984, le dieron la baja del Ejército. El 22 de octubre de 1985, el Poder Ejecutivo decretó el Estado de Sitio y ordenó su detención, junto a otros oficiales y civiles acusados de realizar una campaña terrorista. En enero de 1987 fue detenido en los Estados Unidos y luego extraditado. Testimonios de sobrevivientes de los CCD indican que Suárez Mason supervisaba personalmente lo que allí ocurría: fue visto en la ESMA, el "Banco" y el "Vesubio". Indultado por Carlos Menem en 1990.

General de División José Rogelio VillarrealEntre febrero y abril 1976, fue Jefe de Operaciones del Estado Mayor General del Ejército. Por lo que tuvo conocimiento y responsabilidad en el accionar delictivo del personal de dicha arma. Entre febrero de 1979 y febrero de 1980, fue Jefe de la Subzona 1C, cuya jurisdicción abarcaba toda la Capital Federal, por lo tanto, tuvo responsabilidad en el funcionamiento de los CCD "Batallón Logístico 10", "Club Atlético", "Garaje Azopardo", "Olimpo", "Orletti", "Superitendencia de Seguridad Federal" y "ESMA", como así también en los secuestros, desapariciones y homicidios cometidos, en el marco del Terrorismo de Estado, en jurisdicción de la Capital Federal. Impune por la ley de "Punto final". Durante los dos primeros meses de 1976 fue el Jefe del Area 311, cuya jurisdicción abarcaba la provincia de Córdoba. Posteriormente, pasó a desempeñarse en el Estado Mayor General del Ejército, como Jefe de Personal, por lo que tuvo responsabilidad en todos los CCD que dependían del Comando en Jefe del Ejército y en el accionar delictivo del personal de la fuerza. Impune por la ley de "Punto final".







María Nudel













Asociación
Madres
de Plaza de Mayo







Entrevista a María Nudel




(Asociación Madres de Plaza de Mayo)





Investigadores: buenas tardes, ¿podría decirnos cual es su nombre y apellido?
Madre: me llamo María Nudel de Gutman; Gutman era el apellido de mi esposo y de mi hijo, pero nunca firmo como Gutman, por que al tener negocio durante mucho tiempo me acostumbre a firmar como María Nudel.

I: ¿cuál era el nombre de su hijo?
M: se llamaba Alberto Marcos Gutman

I: ¿cómo transcurría su vida antes del secuestro de Alberto?
M: antes yo tenía un negocio de artículos de marroquinería en el barrio de Once, trabajaba con mi esposo, y me tuve que hacer cargo del mismo cuando mi esposo falleció. Eso ocurrió dos años antes de que se llevaran a mi hijo. Mis dos hijos estaban estudiando en el Nacional Buenos Aires, y me puse al frente del negocio, ellos tenían que seguir estudiando.
El mayor, luego de terminar en el Buenos Aires, ingresa a Farmacia y Bioquímica, y Alberto cuando llega a quinto año me dice “yo no sigo en el Buenos Aires”, ¿por qué? le pregunto, “por que con los fachos yo no tengo nada que ver, no se puede estar con esa gente”,.
El era buen alumno, y en el año 74 se pasa al Urquiza y terminó sus estudios allí. Tenía 18 años y creo que bien claras las cosas.

I: nos interesa rescatar un poco de la vida familiar, de la vida diaria.
M: es lo que está haciendo Hebe en el programa de la Radio de las Madres; habla de la vida de nosotras antes de incorporarnos a las Madres. Cada una de nosotras tuvo una vida particular, unas más dinámicas, otras menos, pero todas con experiencias ricas, que muestran el lado humano.

I: precisamente eso también intentamos rescatar. Usted había quedado viuda, ¿cómo era la vida familiar entonces?
M: con los chicos todo fue bien, el mayor después se recibió y se casó.

I: usted, ¿tenía militancia política?
M: militancia política diría que no; ni mi hermano, ni mi marido, ni yo estábamos afiliados a ningún partido político, pero era de izquierda y muy crítica, nos peleábamos bastante. No teníamos militancia política, pero si ideológica.
Mi marido trabajaba en el teatro IFT, así que imaginen las peleas que presenció,pero él siempre tuvo buena relación con la gente.

I: nos interesa saber como era la relación dentro de la familia en cuanto a lo político, por que creemos que la mayoría de estos jóvenes, traen una experiencia familiar acumulada.
M: por supuesto, unos mas otros menos, todos tenían una idea política “con mayúsculas”, no me cabe ninguna duda. Y mas dentro de nuestra colectividad, por que éramos nuy críticos con respecto a lo que hacíamos.
Muchos estaban afiliados al PC, pero yo nunca estuve de acuerdo con la forma en que los dirigentes del Partido Comunista Argentino lo manejaban; esto hay que tenerlo bien en claro.

I: ¿cómo era su hijo?
M: Alberto hizo escuela de recreación para estar con chicos los sábados a la tarde, siendo él todavía un chico. Cuando terminó la escuela primaria, entró en otra escuela para aprender recreación; durante la semana el secundario, y los sábados hacía lo que le gustó desde siempre, estar con los chicos. En la villa, en las escuelas o en las colonias.
Los dos hermanos aprendieron recreación, y tengo fotos donde están en la colonia de Mercedes, esa colonia todavía hoy existe.

I: después que Alberto terminó el secundario, ¿siguió estudiando?
M: si, se inscribió en Ciencias Exactas, estaba cursando primer año; se había estado preparando bastante para rendir matemáticas, pero el día anterior, a la noche, se lo llevaron; ese día me dijo “mamá, hoy me voy a dormir temprano, por que mañana rindo”.

I: ¿militaba en algún lado?
M: no, hacía mucho que no lo hacía; debido a la muerte de mi esposo. Los dos se dedicaron mucho a cuidarme y ayudarme en el negocio; no les quedaba mucho tiempo para militar, pero por eso no dejaban de estar con sus compañeros.

I: la pregunta no era para buscar un justificativo, si no para encontrar un ¿por qué? al secuestro.
M: del Urquiza, se llevaron a una gran cantidad de pibes que habían sido compañeros de él en quinto año, debe haber sido por su actividad en el colegio.

I: dónde queda el Urquiza?
M: en Flores, en la calle Condarco, antes de llegar a Rivadavia.

I: ¿usted buscó el cuerpo de su hijo?
M: no, n, no, El cuerpo a mi, no me interesa; por que puede estar en el fondo del río, haberlo comido un tiburón, o que lo hayan destrozado; lo que me interesa es saber quien lo mató, ¡eso lo tengo bien clarito!.
Yo llegué a saber que a mi hijo lo habían sentenciado a seis años de prisión.
Me lo dijo un militar que había sido amigo de mi hermano en Rosario, él le dijo “yo te digo esto, por que sós amigo de mi papá, pero olvidáte quién te lo dijo. Hasta ahí llegué, pero más no puedo, por que me puede costar la carrera; y más que eso, mi familia”. Era muy amigo de mi hermano, pero uno no puede exponer a otro a una cosa así..
Después el papá falleció, a él lo trasladaron, y perdí todo rastro suyo. Sé el nombre y apellido, pero ¿para qué lo voy a ir a buscar?.

I: ¿se sabe quien secuestró a su hijo?
M: el Regimiento 1 de Palermo, no sé cuanto tiempo estuvo, pero sé que estuvo allí.

I: ¿cómo fue su acercamiento a las Madres?, ¿está desde el principio?
M: casi desde el principio, todavía tenía negocio. Nos daban una tarjeta para ir a recabar información una vez por mes a una oficina de la Policía que está en la calle Hipólito Irigoyen. Primero se hacía en la Casa de Gobierno, pero cuando se empezaron a armar unas colas enormes, y venían los visitantes del exterior, “¡quedaba feo!”, entonces nos mandaron a Hipólito Irigoyen.
Estando allí una mañana, esperábamos para entrar en una oficinita chiquita; entonces sale una señora que yo no conocía, estaba la policía custodiando, pero esta señora se acerca y entre dientes me dice “te espero en la esquina cuando salgas”; y me esperó. Era un día jueves, y cuando llegué me dijo “ mirá, unas madres se reúnen los jueves en la plaza a las tres y media, vení por que yo conozco a algunas”; le dije que iba hasta el negocio por que erea temprano, pero a las tres y media estaría.
Y de ese primer día me acuerdo de Juanita; ¿qué hacíamos las Madres para reconocernos en esos primeros tiempos?, llevábamos un clavito en la ropa; un clavo, pero me acuerdo que Juanita llevaba un trajecito gris con un clavo en la solapa, pero no un clavo chico, nooo...¡llevaba un clavo enorme!. Todavía no caminábamos, así que nos sentábamos en los bancos, y venía la policía y nos decía “no, no pueden estar juntas, hay estado de sitio”. Fueron ellos mismos los que nos hicieron empezar a marchar.
Al principio decíamos de ir los viernes o los sábados a la plaza, pero decidimos que no, por que no nos veía nadie, era mejor un jueves; pero no en el monumento a Belgrano, por que ahí tampoco nos veían, decidimos hacerlo alrededor de la Pirámide de Mayo. Y así empezó, ¿y como venían las madres?,iban primero a la oficina, y después a la plaza, sino ¿cómo se sabía todo eso?

I: esa oficina, ¿era como el Centro de Coordinación?
M: ¡claro!,ni ellos se daban cuenta de lo que estaban haciendo, y eso es por lo obtusos que son.
Y después comenzaron las grandes marchas, como cuando se entregó el petitorio en el Congreso, que fue ¡multitudinaria!.
Ese día había salido del negocio, llegué, se entregó el petitorio en el Congreso, y para volver, me fui por Rodríguez Peña hasta Corrientes para tomar el subte. Cuando veo que toda la gente corre; ¿qué pasaba?, era la Policía que paraba colectivos y subía a todos, y los llevaba a la Comisaría, yo me salvé por que me había ido a tomar el subte. Pero me acuerdo que una madre que se llama Susana estaba con Rosita, vio que paraba el 60 y subió. Como vive en Olivos dijo “mirá que bien, este colectivo nos deja”, ¡nos hemos reído tanto cuando ella lo contaba!, y yo me entero de todo eso después, escuchando la radio, ¡me salvé por poquito!.

I: ¿usted volvía a trabajar?
M: si, volvía al negocio, por que había dejado a las empleadas y me venía para esto; fue así hasta que bajé la persiana.

I: en ese momento ¿no era nada fácil reunirse, no?
M: para nada.

I: ¿cómo fue la lucha por organizarse?
M: las iglesias eran los lugares de reunión. Hoy en una, mañana en otra.
En la Santa Cruz, o en la iglesia que está en Santa Fe y Uriarte, la que está casi frente a los milicos, ¡casi nada!. Nos reuníamos ahí y ¿qué hacíamos?, las que eran Católicas llevaban el rosario, mientras rezaban el rosario, se iban pasando de un banco a otro los informes, era toda una estrategia, ni ellos se imaginaban que la cosa iba a ser así.

I: por ser mujeres las habrán menospreciado...
M: seguramente fue así, los instruyen para eso; si ellos tuvieran la cuarta parte de creatividad que nosotras demostramos, sería distinto, ellos también son unos obtusos. Así le son útiles al sistema.

I: ¿las que ofrecían el lugar era solamente Iglesias Católicas?, ¿o también había Sinagogas, y Templos Protestantes?
M: no, también íbamos a una Iglesia Evangélica que está frente a la Plaza de Flores,peero había que ir con tiempo, por que ellos también tenían sus cosas que hacer.
No era tan fácil, alguna Madre se acercaba y les pedía el lugar; primero en un rincón, luego en otro, pero el centro principal de reunión era la Santa Cruz, por que era la que quedaba mas cerca de la mayoría.
En la Santa Cruz, a veces se juntaban cien mujeres, ¡había que tener lugar para eso!.

I: o sea que el responsable de cada Templo sabía de que se trataba
M: si, si, si. Inclusive estaba el Padre Antonio Puigjané que nos ofrecía la Iglesia de Pompeya. Hasta llegamos a hacer una peña allí.

I: ¿usted tuvo que exiliarse?
M: no para nada, ¡no tenía por que exiliarme!
Muchos se auto exiliaron, que es distinto. Una cosa es exiliarse, y otra autoexiliarse, “por si las moscas”, “por si me llegan a agarrar”; ¡déjame de joder!, hay que pelearla acá, no afuera.
Me decían, “yo me voy al exterior por que acá no puedo”, “ay, todo lo que está pasando”.
Calculá que tenemos diez mil testimonios, para colmo los tomaba yo. Muchas venían y me decían “no puedo escribir, me hace tan mal”, y se ponían a llorar; yo les decía “tomá el papel, cuando termines de llorar acá tenés un pañuelito, te secás las lágrimas y escribís”. “no puedo” me decían, nadie quería hacerse cargo de eso, y teníamos una fila larguísima para hacer los testimonios. Una Madre que está siempre con nosotros se acuerda que yo le dije “mirá, tengo toda la tarde libre, si querés me quedo toda la noche con vos, pero te lo vas a tener que escribir”, y al final lo escribió.
No podía ser de otra manera, si ella estaba en la misma situación que yo.

I: ¿participaron de la CONADEP?
M: no, no, no; la CONADEP se hizo para tapar un montón de cosas; para que sacaran un libro, y nada más. Estaban Magdalena Ruiz Guiñazú, Ernesto Sábato, ¡ nooo, por favor!.
Para eso tenemos el libro que escribió Atilio Paoleti sobre la represión que hubo en cada uno de los Cuerpos de Ejército, con nombre y apellido de los que actuaron allí. La CONADEP dio una serie de nombres y apellidos de desaparecidos; y eso, nosotras ya lo teníamos.
El de Paoleti es un libro que se llama “Como los Nazis, como en Vietnam”; el era un periodista Riojano. Fue de los primeros que se tuvo que ir del país, por que si no lo mataban a él y a toda su familia. Se fue a España, y cuando volvió, fue el que hizo el primer diario nuestro.
Falleció hace unos años siendo aún joven, trabajaba en el diario El Tribuno de la Rioja.

I: ¿qué nos podría decir sobre la Desaparición de Personas por Razones Políticas?
M: en toda Latinoamérica, el que es disidente, o no está de acuerdo son el gobierno de turno, es un perseguido político. ¿por qué?, por que piensa distinto del poder que maneja todo. La prueba la tenemos acá, desde el año 30, ¿cuántos golpes de Estado hubo?.
Esas no fueron revoluciones; ni la “Revolución Libertadora”, ni las otras; fueron Golpes de Estado para hacer desaparecer un sistema político que no le venía bien a los economistas de turno.
Los capitalistas siempre pensaron en explotar cada vez mas para tener mas ganancias; la Argentina era un país muy rico, que daba de comer a todo el mundo, pero cuando se les ponía complicado el negocio ¿qué hacían?, le golpeaban la puerta a algún militar que estuviera dispuesto a hacer un golpe; así hicieron con Videla, así habrá ido a ver a Uriburu, a Rawson; y con cada golpe, el país se iba yendo mas abajo.

I: ...y la Desaparición de Personas es una herramienta para esos fines.
M: es una herramienta para ellos.

I: ¿considera que fue un plan estratégico, para imponer un determinado sistema económico-político?
M: por supuesto, está todo digitado por Estados Unidos.
Hoy Estados Unidos no representa casi a ningún país, pero sus habitantes viven otra realidad.
Se conforman con tener su cochecito, tener un buen trabajo, su casa; creen que trabajando para una gran empresa multinacional ya están colmadas sus aspiraciones, entonces ¿qué les puede importar del Latinoamericano que va a su país, o arriesga la vida al cruzar la frontera con México?.
Los instruyen para eso, se van de vacaciones una semana a Europa,y ya está, ¿qué importan los Negros pobres, los Latinos?.
Nosotros tenemos que revertir la mirada con respecto a ellos; dejar de verlos como el sumum de la cultura y el progreso.

I: ¿cree que se puede volver a producir lo del 76¨?
M: no, en la medida que el pueblo apoye al gobierno de turno, nos guste o no, tenemos que apoyarlo.
Por ejemplo este gobierno actual (2007-Néstor Kirtchner ), comparándolo con los que tuvimos anteriormente, fue de lo mejor, si te ponés a analizar las cosas que hicieron, y hablo de poquitas, no de muchas; fue mucho mejor que los Menem, Duhalde, y todos los otros.
Hay que rescatar esto, pero exigirles y pedirles, pero bien; la izquierda está equivocada en algunos aspectos; no pasa solamente por salir a la calle a gritar.

I: a lo mejor a este gobierno le resulta difícil evadir el peso político que tienen ustedes como organización Madres de Plaza de Mayo; le guste o no las tiene que respetar, debido al respeto que se ganaron con la lucha; no se lo deben a nadie...
M: ¡nooo!, y lo saben. Cuando Hebe va a hablar con el Presidente, lleva toda una lista con pedidos, que fue consensuada anteriormente entre nosotras, a veces esto provoca sus buenas discusiones, pero con respeto y cariño.
Por ejemplo, ahora mucha gente se acerca a pedir cosas, como que le construyamos la casa en un terrenito; y nosotras les proponemos la alternativa de la villa 15. allí se están construyendo 36 casas, por mujeres y hombres. Nadie sabías como hacerlo, pero se les enseñó a construir, a armar las paredes, poner los pisos, etc; por eso hicieron las casas. Ahora se están construyendo en Neuquen.

I: ¿es un proyecto de Madres también?
M: si, acá se están haciendo los paneles, en una fábrica abandonada que está bajando el puente Avellaneda; no es ladrillo, es una construcción nueva que tuvimos mucho tiempo en exposición en la Universidad; con estos paneles, la construcción es mucho más rápida y sencilla.
Los planos de estos paneles los trajo de Italia, Sergio; y con esto también se van a construir las 400 casas de los Piletones.

I: ¿quizás este ejemplo sirva para que otra gente se anime y quiera aprender?
M: ¡lógicamente!; dirigiendo esto están Enrique y otro muchacho, que tienen la responsabilidad de llevar todo adelante.

I: ¿cómo ve a la sociedad?
M: creo que la sociedad dentro de todos los problemas que se presentan, está despertando, quiere hacer algo. Hasta hace tres años estaba muy aplastada, no encontraba una salida; ahora me parece que hay un resurgimiento. La gente se tiene que involucrar.
Hay que hacer un trabajo de base, pero en los barrios.
Antes, en épocas de elecciones, se encontraban comités políticos en cada barrio, y estaban llenos de gente que hablaba y participaba; en las últimas elecciones esto no pasó, hay una apatía total, les da lo mismo votar a Cristina que a Alicia.

I: ¿hay descreimiento hacia los Partidos Políticos?
M: claro; yo escuché al presidente decir que ahora iba a trabajar en el llano para resurgir al Partido.
Hay que resurgir los Partidos Políticos, pero no con los viejos dirigentes.¡por favor!,hay que unir a las bases de una buena vez, de ahí va a surgir la nueva fuerza que cambie las cosas, la buena voluntad no basta.
Cuando vamos a la Casa de Gobierno, nos quieren hacer subir en el ascensor presidencial, pero vamos por la escalera; a mi me importa poco el ascensor del Presidente; me interesa que hace el Presidente, y como nos relacionamos con él; que le podemos exigir a él, o ahora le exigiremos a ella.

I: ¿tiene la impresión que la sociedad tiene ganas de participar?
M: pienso que si, pero tenemos que pensar como hacerlo, trabajar en los Clubes de barrio, juntar a la gente, trabajar con los chicos, por que después, cuando son adolescentes, es mas difícil.
Hoy casi no quedan Clubes de barrio en la Ciudad de Buenos Aires. Antes eran la vida social de la ciudad.

I: la destrucción de los Clubes de barrio es otro de los “regalos” que nos dejó la Dictadura Militar.
M: por eso; hagamos resurgir eso, juntemos a la gente que sepa trabajar con chicos; en los parques, como el Parque Patricios; haciendo recreación con los chicos del barrio. Los chicos van a venir, yo lo sé por que mis hijos lo hacían.

I: ¿qué comparación trazaría como país y sociedad entre la etapa de la Dictadura y la actual?
M: toda Dictadura se instala para implantar un sistema económico que viene de otro lado. No fue por que a Videla y toda la Cúpula Militar que lo siguió, se les ocurrió ocupar la Casa Rosada.
Alguien vino y les dijo “hay que bajar a quien sea, por que hay que instalar este sistema económico”. Y como los Militares no tienen nada que hacer, y también son incultos, se entusiasman con que los llamen ¡”Sr. Presidente”!, que les abran la puerta del coche o el ascensor, que cuando entran en la Casa de Gobierno todos los saluden.

I: ¿ustedes fueron negadas por todos los gobiernos anteriores al de Néstor Kirtchner?
M: ¡por todos, por todos!.Balbín una vez había vuelto del exterior; había hablado ante la prensa diciendo que todos los Desaparecidos estaban muertos, y una Madre, a la que le decíamos “la Tana” (aunque el apellido del hijo era Pérez), lo enfrentó y le dijo “ ¿usted le puso la tapa al cajón de mi hijo, para decir que está muerto?”; el tipo se dio media vuelta, y se fue. Lamentablemente, esta gente no comprende la fuerza que puede tener alguien que está luchando por algo justo y sentido.


I: el ejemplo de lucha que después se transformaría en la lucha de las Madres, ¿lo vivió desde chica?
M: desde chica, si; por que había que pelearla acá. Mi papá y mi mamá se conocieron en Rusia, después de la guerra. Mi mamá había quedado con un hermanito de trece años; por que había perdido a toda la familia por enfermedad; pero mi papá tenía a toda su familia en Polonia, y quería ir allá.
Mi mamá primero se negó, pero después accedió. Pero cuando mi papá vio como estaba la situación en Polonia, buscó a un familiar que vivía en Estados Unidos, y mandó al hermanito para allá.
Después mi papá se vino a la Argentina, en el año 1923, y mi mamá en 1925. ya no había retorno, por eso había que pelearla acá, como hacían todos los inmigrantes.
Esa gente no se quedó en la Capital, no; se fue a Entre Ríos, a La Pampa, a Rivera, Provincia de Buenos Aires; no se quedó acá. Y estoy hablando en los años de 1925 a 1930.

I: ¿cómo es la actividad de las Madres fuera delo público?, ¿cómo es la vida entre ustedes?, ¿cómo es la vida afuera?
M: toda la semana estamos en la Casa, viendo que actividades tenemos para hacer; ya ves, hoy sin pensarlo me veo en una actividad donde mañana tengo que viajar. Todo es así, sobre la marcha; algunas actividades están mas estructuradas, otras menos.
Siempre tenemos actividades, nunca dejamos de ir a ningún lado donde se nos reclama la presencia.
A la Casa de las Madres vienen muchos chicos de colegios, que piden informarse, que quieren saber; todos los días. Muchos maestros les dan trabajos para que vengan a ver a las Madres.

I: el hecho que vayan a visitarlas los jóvenes es gratificante ¿no?
M: ¡siii, es muy gratificante!, y pobrecitos ¡saben tan poco!. Es increíble, uno les pregunta, y en los colegios no los apoyan para nada. Durante muchos años se tapó el tema de los Derechos Humanos.

I: ...y muchas familias, aún hoy, no conversan estos temas con sus hijos...
M: no, no lo hablan. Pero es interesante que vengan los chicos.
Hace algunos años, fuimos a un colegio secundario en el que levantaron todas las clases, para hacer una charla con las Madres. Habíamos ido con el Dr. Barcesat, con Beba, y con otra Madre. Estaban todos los chicos sentados en el piso del patio,¡era impresionante!, no se escuchaba, “ni el volído de una mosca” (parodiando al actor Adolfo Limbel).
Al comienzo ningún chico preguntaba, pero fue suficiente que uno se animara, para que nos llenaran de preguntas, y estuvimos todo el día en ese colegio de Palermo.
Otro colegio al que fuimos es el Mariano Acosta. Realmente fuimos a muchos.

I: ¿ por qué se produce la división de las Madres?
M: por una cuestión política muy puntual. Ellas aceptaban todo lo que el Gobierno les daba. Reparación económica, la devolución de los cuerpos; todo ese tipo de cosas que nosotras no aceptamos.

I: ¿se produce la división, por la reparación económica?
M: si, ellas decían “ ¿cómo no vamos a recibir una reparación económica?, si nos mataron a nuestros hijos”.
Pero ¿cómo?, ¿vos vas a recibir plata por la muerte de tu hijo?. ¡dejémonos de joder!.
O que me digan que mi hijo está enterrado en tal lugar. Van a sacar unos huesos, y me van a decir que esos son los huesos de mi hijo; ¡ ¿y que se yo, si son los huesos de mi hijo?!. Además, no les gustan las consignas, y un montón de cosas.
No tenemos a nadie agarrado con alfileres; el que quiera irse puede hacerlo; y son ellas las que se fueron, no nosotras.
Luego de la ida de las otras Madres hemos avanzado mucho; tanto como creo ninguna otra institución.
Haber hecho la Universidad, con la calidad intelectual que hay; donde vinieron personas que saben lo que queremos darle a la gente; que está con nosotras para educar al soberano, como se dice.

I...como decía Sarmiento...
M: si, lástima que hizo tantas macanas. Alguna buena tenía que tener a favor.
Nosotras por ejemplo, tenemos muchas contras; pero no por eso nos quedamos. Por ejemplo tenemos la Librería; ¿vieron como quedó?. Hubo que modificarla por que se robaban muchos libros. Cuesta creerlo, pero es así; los chicos no podían controlar todo.

I: una última pregunta María; ¿ que palabras quisiera dejar como cierre de esta entrevista?
M: que sigan trabajando por esto; que sigan trabajando en todo lo que puedan dar, dentro de las limitaciones que cada uno tenga por razones de trabajo u otros motivos.
Dar lo mejor para que esto no se pierda. Si perdemos esto, perdemos el tren para siempre. Eso es lo que hay que tener en claro; no perder el tren. Si perdemos el tren, por más que lo corras, no lo alcanzás.
Hay que trabajar en el barrio, con los chicos; por sobre todas las cosas eso.
Primero con los chicos de primaria, después con los adolescentes; una vez que los chicos están encaminados, ellos solos van a exigir algo más.
Mi hijo trabajó desde chico en eso. Hay que darle un contenido social a ese trabajo; no hablemos de contenidos políticos, sino de contenidos sociales, el relacionarse con el otro; y eso se puede hacer únicamente en el barrio. Reconstruir el tejido social. Hacer ese trabajo con los chicos hasta en el parque. Y después llamar a los directivos del club Huracán, y decirles “estos chicos necesitan un lugar para trabajar los días fríos o de lluvia”; y exigirles que le den al club otro uso que no sea solo el de patear la pelotita.
No todo proyecto en la vida pasa por pensar en ser un Maradona.

I: ...es lo que el sistema le inculca a la gente, la individualidad.
M: pero uno tiene también la culpa de aceptar eso.

Antes de despedirnos, María nos cuenta que nació en pleno barrio de Once, y que cuando ella tendría tres o cuatro años, su papá la llevaba a la calle La Rioja y Caseros, donde tenía un amigo que era chapista.
En esa época se trabajaba de manera muy artesanal, ese amigo lo hacía junto a su hermano. Reparando la chapa de los antiguos coches. Cuenta María que no les faltaba el trabajo, pues era un oficio en el que había pocas personas que supieran realizarlo bien.
También nos cuenta con tristeza, que hace poco tiempo, murió una Madre de la Asociación, que vivía en un edificio de Caseros y La Rioja. Se llamaba Marta Badillo.

I: ¡muchas gracias María! Hasta pronto.
M: ¡hasta pronto!











Palabras para la primera entrega
del trabajo de DDHH
realizado por la Comisión de DDHH
el 9 de julio del 2007
en el homenaje a José De Luca
(Plazoleta de la memoria Pastor, José De Luca, P. Patricios)

Hace poco mas de dos años, un grupo de compañeros y amigos decidimos tomar poniéndole nombre y contenido, el espacio abandonado que se encontraba allí donde hoy está trabajando la empresa privada que construye el subte H; el mismo lugar donde durante tantos años funcionara la vieja feria municipal.
Con la intención de recuperar esa parte de la historia barrial y popular olvidada, o mas precisamente ocultada, decidimos llamarla “ Plazoleta de la Memoria”.
Variados homenajes se sucedieron; en cada uno de ellos plantamos un árbol; sutil ejemplo de la opción por la vida .
Hoy los árboles ya no están, las baldosas que pintáramos como testigo, se hallan dentro de la obra; posiblemente dañadas.
Pero la huella quedó marcada.

Nuevamente nombramos a nuestra plazoleta como Plazoleta de la memoria, pero esta vez con el agregado de homenajear a un compañero querido y respetado por todo el campo popular, como lo es José Pepe De Luca. Homenaje por demás merecido, a quien depositó en nuestro barrio su incansable lucha por los derechos humanos.

No es coincidencia que junto con este homenaje hallamos hecho entrega de los trabajos a los compañeros; ellos también forman parte de la historia que reivindicamos. Su historia individual es también la historia colectiva de los 30000.

Queremos citar palabras que Elisa nos dejara en su testimonio: “abandonar la lucha era imposible, por el resto de los compañeros que no estaban, que habían desaparecido. Sentías que los abandonabas, que los defraudabas, que traicionabas al compañero; esa era la sensación.
¿cómo lo ibas a dejar solo?.
¡ Era terrible !, era abandonar al compañero caído”
Y no hubo abandono del compañero, se luchó hasta donde se pudo, arriesgando la vida.

Hoy, cuando la sociedad mira indiferente el hecho de que los asesinos caminen nuestras calles y convivan con nosotros, la lucha que durante tantos años llevaron las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, los Organismos de Derechos Humanos, y un sector importante de los partidos políticos y del pueblo, permite que se comience a juzgar a algunos de estos criminales.
La verdad vuelve a brotar. ¡¡ No !!, definitivamente, no hubo abandono de los compañeros.

Por último queremos agradecer la colaboración de Bruno Palermo, Elisa Tokar, Julio Morresi, y Carlos Pisoni, al brindarnos sus testimonios, y ayudar a que pudiera concretarse este trabajo.
Esperamos de ahora en mas, que otros familiares y compañeros se acerquen, y poder así continuar ampliando la memoria.
Aquella que nos relate, que mientras sigamos reivindicando su lucha, ellos no estarán desaparecidos; estará compartiendo estas calles con nosotros.

Muchas gracias































Eficacia
Todavía me ronda, todavía se arrastra por mis recuerdos, ese momento en que por primera vez me topé con alguien que había sido torturado.
Fue en Chile, a principios de octubre de 1973, unas semanas después del golpe que derrocó a Salvador Allende. Yo me había asilado en la embajada argentina y, de pronto, una tarde radiante, ahí estaba, un argentino alto y de huesos grandes, con una cara rechoncha que a la vez parecía demacrada, y ojos de niño que parpadeaban sin cesar y un cuerpo que temblaba, un cuerpo que no podía dejar de temblar.
Eso es lo que perdura en mi memoria, ese cuerpo tiritando de frío bajo el sol primaveral de Santiago de Chile aquella tarde de 1973.
Todavía poseído y habitado por esos hombres, todavía preso en aquella celda del Estadio Nacional, como si no fuera nunca a olvidarse de la corriente eléctrica que seguía sacudiéndole por dentro, como si nunca iba a poder desterrar esa experiencia de su cuerpo. Tal como, tantas décadas más tarde, yo me encuentro incapaz también de expulsar de mi propia mente y memoria esa vida devastada.
Es una imagen que quisiera transferir mágicamente a los ojos y la piel de cada ciudadano norteamericano en estos momentos en que su país se dedica a debatir –casi trivialmente, como si fuera la cosa más normal del mundo– si acaso la tortura es o no es eficaz en la lucha contra el terrorismo. Quisiera resucitar aquella víctima, forzar su presencia en esta discusión sorprendente y bochornosa, exigir que toda persona que sugiere que la tortura es lícita tuviera que pasar aunque no fuera más que unos minutos con el hielo eterno que se instaló en el corazón y la carne de ese hombre. Tal vez mi optimismo pertinaz tiene la esperanza de que ese argentino dañado y distante pudiera resquebrajar la perversa inocencia de tantos norteamericanos, tal como fracturó la burbuja de la ignorancia que protegía a ese joven chileno que yo alguna vez fui, alguien que en ese tiempo sabía de la tortura principalmente a través de la mediación de libros y películas y despachos periodísticos.
Esa no es, sin embargo, la única lección que nuestro mundo despiadado actual puede aprender de ese hombre lejano al que se le condenó a temblar perpetuamente.
Porque esa víctima de la tortura movía sus labios en forma casi imperceptible allá, en ese jardín de la embajada argentina de Santiago, intentaba articular una explicación, murmuraba una y otra vez las mismas palabras. –Una equivocación, fue una equivocación –repetía incesantemente, y en los días subsiguientes logré armar los pedazos de su historia torpe y triste. Era un revolucionario argentino que había huido de su patria y que, una vez en Chile, se había ufanado de lo que les haría a los militares si dieran un golpe, jactándose de su pericia bélica y las múltiples armas que tenía escondidas por ahí. Alarde y ventolera, puro fraude. ¿Pero cómo convencer de ello a los hombres que lo abofeteaban, que le estremecían los genitales con electricidad, que lo ahogaban en su propia orina, cómo persuadirles de que había mentido, de que todo no era más que fantasías para impresionar a sus camaradas chilenos, para que las mujeres se le rindieran? Era, por cierto, imposible. Confesó todo, todo lo que ellos quisieron arrancar de su garganta ronca que aullaba que sí, que sí, que les contaría todo, todo, inventando cómplices y direcciones y culpables. Y cuando sus datos resultaron falsos, volvían a atormentarlo, una y otra y otra vez.
No había escapatoria.
Esa es la encrucijada en que se encuentra toda víctima de torturas. Siempre es la misma historia, lo que iba a descubrir en los años venideros, en la medida en que me fui convirtiendo en un experto en todo tipo de degradaciones y suplicios, mi vida y mi obra literaria atiborradas con la angustia de los continentes infinitos del planeta. Cada una de esas espinas dorsales fracturadas y esas vidas deshechas –indonesios, iraníes, chinos, guatemaltecos, egipcios, rumanos, uruguayos, ¿para qué seguir y seguir?–, todos esos hombres y mujeres ofrecían el mismo relato de una asimetría esencial, donde un ser humano tiene todo el poder del mundo y el otro no tiene otro mundo que el dolor, donde un hombre puede decretar la muerte con un chasquido de los dedos y el otro sólo puede rezar para que ese chasquido de los dedos, esa muerte, sobrevengan lo antes posible.
Es una historia que nuestra especie ha estado oyendo con creciente revulsión, un horror que ha llevado a casi todas las naciones de la tierra a firmar tratados que declaran que estas abominaciones son crímenes contra la humanidad, transgresiones que no pueden tolerarse bajo ninguna circunstancia. Esa es la sabiduría, nacional e internacional, a la que nos han llevado miles de siglos de ignominia y tribulaciones. Esa es la sabiduría y la legislación que se nos está pidiendo que desconozcamos cuando se formula siquiera la pregunta, does torture work?, si ¿acaso es eficaz la tortura?
Hay muchos que en Estados Unidos han estado, ahora último, esgrimiendo el argumento de que la tortura es contraproducente, puesto que las revelaciones que se consiguen bajo apremios infamantes –tales como las que se extrajeron del cuerpo convulsionado de aquel argentino charlatán en algún sótano inmundo en Santiago en 1973– son inservibles. Otros manifiestan que es mejor no utilizar tales métodos porque en el futuro otras naciones o grupos o entidades podrían justificar un maltrato similar a prisioneros norteamericanos.
Aunque encuentro tales razones irrefutables no quiero siquiera comenzar a utilizarlos, por miedo de que la mera participación en tal tipo de discusión la honraría, le otorgaría algún tipo de validez vergonzante.
¿No puede este país, el más poderoso del mundo, comprender que cuando se permite que sus agentes torturen a un ser indefenso, no sólo se corrompen la víctima y el victimario sino la sociedad entera, todos los que insisten en que no es para tanto, todos los que no quieren admitir lo que se está haciendo para que ellos duerman tranquilamente de noche, todos los ciudadanos que no salieron a la calle para protestar y pedir que renunciara toda autoridad que sugiera, que siquiera susurre, que la tortura es inevitable, una noche oscura a la que tenemos que entrar si queremos sobrevivir en estos tiempos peligrosos?
¿Llega a tanto nuestra enfermedad moral, estamos tan ciegos y sordos y mudos, que no comprendemos algo tan evidente? ¿Tenemos tanto miedo, estamos tan enamorados de nuestra propia seguridad y tan sumidos en nuestro exclusivo dolor, que estamos dispuestos a que se torture a otro ser humano en nuestro nombre? ¿Hemos perdido hasta tal punto nuestra decencia que no nos damos cuenta de que cada uno de nosotros podría bien ser aquel desafortunado hombre argentino que estaba sentado bajo el sol de Santiago y no podía, no podía dejar de temblar?
Por Ariel Dorfman*
Xaime Quessada
Torturado



¿QUE PASARIA?
¿Qué pasaría si un día despertamos
dándonos cuenta de que somos mayoría?
¿Qué pasaría si de pronto una injusticia,
sólo una, es repudiada por todos,
todos que somos todos, no unos,
no algunos, sino todos?

¿Qué pasaría si en vez de seguir divididos
nos multiplicamos, nos sumamos
restamos al enemigo que interrumpe nuestro paso?


Qué pasaría si nos organizáramos
y al mismo tiempo enfrentáramos sin armas,
en silencio, en multitudes,
en millones de miradas la cara de los opresores,
sin vivas, sin aplausos,
sin sonrisas, sin palmadas en ¡os hombros,
sin cánticos partidistas,
sin cánticos?



¿Qué pasaría si yo pidiese por vos que estás tan lejos
y vos por mí que estoy tan lejos
y ambos por los otros que están muy lejos,
y los otros por nosotros aunque estemos lejos?


¿Qué pasaría si el grito de un continente
fuese el grito de todos los continentes?
¿Qué pasaría si pusiésemos el cuerpo en vez de lamentarnos?


¿Qué pasaría si rompemos las fronteras
y avanzamos, y avanzamos,y avanzamos, y avanzamos?
¿Qué pasaría si quemamos todas las banderas
para tener sólo una, la nuestra,
la de todos, o mejor ninguna
porque no la necesitamos.


¿Qué pasaría si de pronto
dejamos de ser patriotas para ser humanos?




No sé. Me pregunto
yo, ¿qué pasaría?

Mario Benedetti

Agradecimientos
A Bruno Palermo, a Elisa Tokar, a Julio Morresi, a Carlos Pisoni, y a la memoria de María Nudel en la primera etapa.
A Ernesto Lejderman, Dora Molina, al "Hermanito mayor" Fray Antonio Puigjané, y a la memoria de Blanca Santucho en la segunda etapa.

A nuestras familias


A los compañeros de la Parroquia El carpintero de Nazareth ( IEMA),
y del Instituto de Relaciones Ecuménicas (IRE)


A José Nicolás De Luca ( in memorian )


A Sergio Zisman y al Grupo de Investigaciones Históricas de Pompeya

A nuestros compañeros de Asamblea: José Julio, Diego, Gabriel, Gastón, Ricardo, Alberto y Mariano

A las Madres de Plaza de Mayo y Abuelas de Plaza de Mayo
por su constante ejemplo
A Darío Santillán y Maximiliano Kosteki (heroicos representantes del pueblo)

A todos aquellos vecinos y amigos que colaboraron de una u otra manera para que esta investigación fuera posible

Los datos sobre los represores de las distintas fuerzas fueron tomados de la página en internet del grupo Fahrenheit, a ellos también nuestro agradecimiento.
 
ACLARACIÓN: El contenido de este trabajo continúa en las otras entradas; Por favor dirigirse a las mismas