lunes, 30 de septiembre de 2019

Oscar y Luis Salazar
Dos hermanos, una misma idea, la solidaridad, el compromiso con el otro....

La llegada de la familia Salazar a Buenos Aires


Gladys Salazar: Mis padres, que son oriundos de Corrientes, vivían en el campo, en una chacra, y de allí decidieron venir a Buenos Aires.
Llegaron para el año 1952 y se ubicaron en la Avda Caseros 2924. Una vez ubicados, mamá trabajaba en casas de familias hasta que se ocupó de encargada en el edificio, mi papá que era obrero trabajó en la empresa Máspero. Después lo hizo en Osram y después pasó a trabajar en la Fábrica de Papeles Pintados. Todas en el barrio.

La infancia de mis hermanos. Mi llegada

Espacio Asambleario: ¿Vos eras la más chica?
G.S: Luis nació el 19/06/55 y Oscar el 16/07/54. Ellos eran muy traviesos, libres, por que mis padres no eran para nada rigurosos. Eran muy inquietos, se creían súper-héroes. Se ponían una capa subían a una obra en construcción y de allí se arrojaban (Coco era el más arriesgado).
Querían ser pistoleros y se ponían un pañuelo en forma de máscara. Se tiraban por la escalera en casa con un paraguas y en ocasiones se rompieron los dientes.
Cuando se enteraron de que yo iba a nacer, saltaban de alegría de cama en cama.
Ellos para mí fueron los referentes más que mis padres, quienes con más de 45 años, para mi eran muy mayores.

E.A: hablás con admiración de ellos.....
G.S.: Mi infancia fue muy feliz, ellos jugaban mucho conmigo. Me llevaban al parque con sus amigos a unos juegos que estaban frente a la fábrica Máspero. Allí había un ombú, me parece que no está más. Nos trepábamos con ellos al ombú. Fueron momentos maravillosos!!
Les tenía mucho respeto, si mis padres me decían “hace tal cosa”, yo decía, no, no quiero, y ellos no reaccionaban, pero, saltaba la voz de Oscar que me decía:”hace lo que mamá te dice”, y yo lo hacía.
Luis y Oscar siempre se preocupaban de mí, me tenían como entre algodones, que no me faltara nada, ni siquiera para Reyes, aún, cuando no tuvieran dinero.
En la terraza de la calle Caseros había una hamaquita y allí me hacían jugar de lo lindo.
Recuerdo que para una fiesta de Reyes me regalaron una cámara de fotos, una Kodak que era de Coco, hasta eso.

E.A. ¿y la política?
G.S.: Nosotros vivíamos en el Dpto. A y en el B, vivía una prima mía que estudiaba, era de la edad de mis hermanos.
En ese departamento se juntaban muchos adolescentes de la edad de mis hermanos. Realizaban fiestas, asaltos, escuchaban música, hasta que empezó la “misa “
Cuando empezó la” misa”, hubo problemas porque mi padre, que era militante peronista, no quería que me enterara de lo que se hablaba allí y se enojó mucho cuando se enteró, que mis hermanos habían entrado en la misma.
El tenía el concepto, de que a la política se entra, pero, no se sale de allí a no ser que fuera en una zanja.
No obstante eso, los chicos no le hicieron caso al punto tal que los dos se fueron a Ezeiza al retorno de Perón, junto con mi papá.

E.A.: ¿Desde que edad militaban tus hermanos?
G.S: No me acuerdo exactamente cuando empezaron a militar, pero cuando ellos tenían entre 15 o 16 años pienso que comenzaron.
Escribían todo lo que recogían en las manifestaciones, marchas y yo las leía, ahí conocí la palabra “monopolio”.
Les apasionaba la historia y tenían apuntes que no aparecían en los libros escolares. Me decían que en las clases de historia, cuando me preguntaran, les contestara los que ellos me preparaban. Eran terribles.
Me hacían reflexionar sobre las publicidades que exhibían por televisión. Me bajaban línea constantemente.
Me acuerdo una vez, inauguraban la apertura de una zapatería en el barrio, y entregaban remeras con el nombre de la misma, y yo recibí una y me la puse y me fui a casa. Cuando me la vio Coco, me preguntó: ¿Que es esto? Una remera, respondí!
Y te pagaron por esta publicidad? No! Y por que tendrían que pagarme? Porque, le estás haciendo propaganda al local y gratis!
Lo mismo ocurría con la música. Por lo general, las letras del chamamé, que mi papá escuchaba tanto, no eran de compromiso como otras que cantaba José Larralde. Aunque las de los Imaguaré, que vinieron después, y las de Mario Millán Medina tenían cierto contenido.
Venían los amigos de mis hermanos, militantes, y se ponían a tocar la guitarra y cantar canciones de protesta.
En ese ambiente fui creciendo.

E.A.: ¿ cómo lo veían tus viejos?
G.S.: Papá rezongaba mucho, se encerraba con Oscar preferentemente, en el baño y tenían largas charlas y muy discutidas. Quizás, papá ya sabía que Oscar tenía la decisión de irse a la villa y la discusión era por el riesgo que su hijo enfrentaba al hacerlo.
Desde que mis padres llegaron de Corrientes, vivieron los movimientos del año 1954, el bombardeo de Plaza de Mayo del ´55, que se veían caer las bombas de la terraza de casa.
Lo de Azules y Colorados de 1963, el derrocamiento de Illia. La matanza que se produjo a la llegada de Perón a Ezeiza. Y todo eso pesó en su pensamiento, cuando sus hijos le plantean que van a ir a militar a la villa.

E.A.: ¿ estudiaban tus hermanos?
G.S.: Oscar era mecánico de autos, había terminado la secundaria e hizo el curso de mecánica en el IADE. Aprendió dactilografía en las academias Pittman.
¿Por qué? Por que mi papá, que venía del campo, no quería que fueran obreros, tenía la obsesión de verlos de traje y no como pensaban muchas personas en este país, quedarse con ser obreros.( Mis hermanos odiaban los trajes, Oscar andaba siempre engrasado por lo de los coches. En cambio Coco era más fachero, pero, no querían los trajes). No quería que pasáramos lo que el pasó.
La primaria la hicieron en el Instituto Bernasconi. De allí los echaron y fueron a parar al José María Gutiérrez donde estudié yo.
Coco empezó el secundario en el Manuel Belgrano. Pero, no lo terminó. Se tuvo que inscribir en el José Manuel Estrada, pero, con la actividad de la militancia, también dejó
Porque al cursar el segundo año, vino el golpe y ya definitivamente, militó en la villa.
Oscar fue al Fray Luis Beltrán y también por revoltoso y la militancia por medio, tuvo que alejarse.
Coco comenzó a militar en la Juventud Peronista Auténtica. Oscar, forma parte del Movimiento Villero Peronista. Era parte de la Comisión de la Villa.

E.A.: ¿En qué año se van tus hermanos a la villa?
G.S : ¿En que año vino Perón?, ¿En el ´ 73? Bueno, creo después de la muerte del viejo, Oscar se va a la villa y Coco se queda en casa con mis padres. Yo fui recuperando parte de la vida de ellos a través de los compañeros, a los que les agradezco tanto sus relatos. Hoy, verlos a ellos es como que estoy recuperando aunque sea una parte de mis hermanos.

E.A.: ¿como fué la reconstrucción, como fué la búsqueda?
G.S.: Había un chico que era de aquí del barrio que se llamaba Piti, un amigo (tenía un primo que se llamaba Armando que trabajaba en la feria, en la panadería de Gabriel Graziosi.Los hermanos varones eran muy amigos de mis hermanos) con quien Coco concurría a reuniones clandestinas, donde vivía parte de mi familia en Gregorio de Laferrere.
Yo lo veo en una ocasión a Piti en el mercado y me arrimo a preguntarle qué sabía de Coco (yo tenía 15 años) dado que él estuvo dos años antes con Coco, cuando desaparece. Me dirijo a este amigo para saber que pasó. Me dice, mira yo te quiero mucho, hasta ahora vos, te sostuviste en tus hermanos, es decir caminaste con muletas, de ahora en más vas a caminar sola. No sé nada de Coco.
Después de unos años, siendo ya madre vengo a vivir acá después de haber pasado una mala vida, volví a encontrarme con esta persona. Lo llamo, vino enseguida, le explico lo que me había pasado y que necesitaba un arma para defenderme. Le pregunto por Coco, y me dice: No me llames más para hablarme del pasado, llámame para hablar de tu vida, de tus hijos, por que yo estoy muy mal y tengo pesadillas, escucho que gritan Montonero, Montonero! Y que me cagan a tiros. No te enojes, pero no me llames más.
Varios años después, en el 2000, me enteré que se había quebrado y lo internaron en un neuropsiquiátrico. Lo habían detenido, lo habían torturado.

E.A.: Fue muy duro...
G.S.: Por eso entiendo el miedo y por lo que pasaron los compañeros, y no quiero cargarlos tanto a O... como al resto de ellos, pero, seguí mi búsqueda por que yo quedé con una carga muy grande y tuve que llegar a hacer terapia inclusive, para superar eso.
Quede con una carga muy grande al faltarme los dos y por eso preguntaba permanentemente por ellos. Cuando un día Coco me vino a buscar al colegio y me contó lo que le pasó a Oscar; me dijo “ todo lo que tengas que llorar, todo lo que tengas ganas de preguntar, hacelo ahora, porque cuando lleguemos a casa, los viejos nos tienen que ver bien, eh? “ Vos tenés que ser fuerte”, yo tenía 13 años y no estaba bueno desde el punto de vista psicológico.
Yo lo asumí, fue horrible no tener con quien hablar y compartir ese dolor. Por eso mis palabras dichas ese 25 de Mayo cuando colocamos la baldosa.
Me pasaba la vida llorando, porque era mi descarga, durante muchos años. Y me hice cargo de mis viejos. No reniego de eso.

E.A. : ¿Tus viejos se arrepintieron de la militancia de tus hermanos?
G.S.:En mi casa no se habló más, no se preguntaba nada, no se habló más!
Mi viejo no abrió la boca nunca más.
Mi mamá, que nunca entendió nada, llegó a decirme una vez, por algo los habían matado y yo tuve que discutir con ella por eso. Yo estaba muy enojada con mi mamá.
Entre los años 1974/75, los denuncia; un día estaba Oscar limpiando las armas (mi casa era un arsenal) y mi vieja se cansó, le dijo: nos vas a traer problemas! y a un policía del barrio llamado Salvador le dijo y a la media hora teníamos a toda la policía en la casa. Coco dormía.
Se los llevaron a los dos. Yo quede muy angustiada por la violencia del allanamiento y Coco me abraza y me dice: “anda a la casa de Mello y contale lo que está pasando, que busque un abogado”.
Los llevaron presos, estuvieron incomunicados no sabemos donde y después de varios meses los largan.
No se lo perdoné jamás a mi vieja. Ya muy viejita y yo siendo madre se lo dije: una madre, por más que sea, no puede entregar a sus hijos, y ella respondió: hija, de acuerdo a como fui criada, pensé que así los protegía.
Después de muchos años yo pude entender, pero no justificar.

E.A.: ¿Vos tuviste problemas ?
G.S: No, jamás. En casa hicieron varios allanamientos y en el último que vinieron le dijeron a mi viejo que me cuidara por que yo era la última que le quedaba. Si lo encontraban a Coco lo iban a matar.

E.A.: ¿ahora buscaban a Coco?
G.S.: A ver, el golpe fue en Marzo de 1976, lo de Oscar ocurre a fines de Abril.
Coco estaba en una construcción. Como estaba haciendo la conscripción se escapa del Ejército, sabía que el próximo objetivo era él. Nos llama y nos dice que nosotros no sabemos nada de él. Y en un arranque de una bravuconada nos dice que esto no va a quedar así, “Por cada bala voy a matar a uno”, por que esa fue la promesa que hizo frente al cadáver de su hermano.
Se va un 29 de Mayo, a los dos meses y en forma muy ingenua se pone en contacto con nosotros a través de un llamado telefónico a la vecina de casa en Laferrere y nos dice que podríamos encontrarnos en la casa de la abuela.
Yo recontenta, volver a verlo y disfrutarlo, porque fueron los meses que más disfruté con Coco, donde más aprendí.
Pero era muy grande la ingenuidad de Coco, nosotros le decíamos a él y a Mello que no vinieran aquí por que estábamos rodeados de policías en la familia. Estaba mi tío Diego que era sargento de la Policía. El no le daba importancia, quería seguir viéndonos y seguimos así, semana de por medio, hasta Enero de 1977.

E.A.: era muy arriesgado...
G.S.: Ese Enero no vino más, no apareció el día 13 como correspondía.
Me entero por los diarios que había habido un operativo “pinza” sobre la Avda. Ricchieri.
Por eso, con mis trece años no sabía a donde recurrir, con quien hablar y me aferré a este amigo de Coco. No tenía conocimientos de como haber hecho la búsqueda en otros lugares.

E.A.: ¿lo buscaste sola?
G.S.: En el año 1985 me busca un chico llamado Pancho y me dice que yo lo conocía, y como yo iba a visitar a mi viejo, nos encontramos. Me dijo que había que ir a hacer la denuncia a los Organismos de Derechos Humanos por mis hermanos, y con mi papá nos acompañó a los juzgados. Por que al estar en democracia podíamos hacerlo.
El se va a vivir a Brasil.
A partir de allí levanto un poco la cabeza y empiezo a ver a quien o con quien hablar.
Con el tiempo me compro un fondo de comercio de un kiosco en Belgrano, quien me lo vende pone como dirección la calle Los Patos de acá del barrio. Tendría la edad de mis hermanos. Le pregunté si era de Parque Patricios de siempre, sí, me contestó. Le pregunté si por casualidad no pertenecía a la barra del parque, me dice que si, “yo conocí a tus hermanos si mi hermana era muy amiga de ellos”, la vida me lo pone en frente para que yo investigue.
La hermana me pone en contacto con un muchacho llamado Osvaldo y me da el dato de un miembro del Sindicato de Judiciales. Lo llamo por teléfono y el me da el dato que a mi hermano Coco lo habían refugiado en una obra en construcción y fue allí donde lo mataron.
Hoy estoy tratando de coronar la historia de mis hermanos. Saber a donde los llevaron a mi hermano Oscar y mi cuñada. Según el dato que tengo, fue a la Comisaría 28ª., pero otros compañeros me dijeron que los llevaron a la 32ª.

E.A.: En la 32ª, hubo detenidos.
G.S.: Sí, pero yo no sé si en el operativo del 29 de Abril a Oscar, mi cuñada, Gamarra y Urrunaga, los llevaron a la 28ª. o a la 32ª.

E.A.: ¿también se llevaron a tu cuñada?
G.S.: si, y además mi cuñada estaba embarazada y no sé si tuvo el bebé. Yo no seguí la búsqueda.
La investigación la está llevando Abuelas de Plaza de Mayo.
El nombre de mi cuñada era María Ester Peralta.

E.A.: gracias Gladys...




Imágenes de la colocación de la Baldosa que homenajea a Oscar y Luis Salazar, en la puerta del edificio de Parque Patricios, donde vivieron en familia con sus padres y hermana.
Una actividad muy emotiva, donde Gladys se vió contenida y rodeada del afecto de compañeros de lucha de sus hermanos.

Palabras leídas en la colocación de la baldosa en Parque Patricios



Buen día!! Que digo buen, excelente día!!!Porque cuando se barajaron fechas para este homenaje y finalmente quedó el 25 de mayo, pensé que era la fecha ideal. Porque si hay algo que quería recordar es eso que me legaron: el inmenso amor por la PATRIA, por esa PATRIA que quisieron construir continuando con el ideario revolucionario de Mayo. La PATRIA de Moreno, Belgrano, Castelli, Dorrego, Monteagudo y tantos otros…
Desde muy niña crecí escuchando estos nombres y sus historias de la boca de Oscar y Coco. Aprendí a desconfiar de la historia de Billiken y sus próceres edulcorados e impolutos. Y es en este nuevo contexto de revisionismo histórico que rendimos este homenaje a estos compañeros y en el a tantos compatriotas.(Adri siempre bromea con los Zalazares de Patricios) y sí, compañeros, todos ustedes son historia que tendrá el futuro…
Jugando un poco con lo que hubiera podido ser si estuvieran vivos, estoy segura que estarían en la plaza celebrando la PATRIA, los logros obtenidos para las mayorías. Desde donde estén creo que el mejor homenaje que pudieran recibir es el trabajo cotidiano por esta PATRIA amada, levantando la consigna “el otro soy yo”.
Ellos caminaron este querido barrio, rieron, lloraron y molestaron también, por qué no? Eran jóvenes alegres, desenfadados, los amigos del barrio pueden dar testimonio de ello. Eran jodones pero comprometidos con la vida. Nunca imaginaron, creo yo, que iban a ser recordados por tanta gente habiendo vivido tan pocos años.
Desde lo personal, me hubiera gustado tenerlos junto a mí en cada etapa de mi vida, aconsejándome, cuidándome…hubiera querido que mis hijos crecieran con su ejemplo y tener sobrinos para amar. Mi vida entera hubiera sido distinta de haber contado con ellos, pero el odio no quizo que esto fuera así y aquí estoy recordándolos con orgullo…
Me tomo el atrevimiento de hacer un ejercicio y quiero leerles unas palabras que les escribí a ellos:
Chicos, estoy junto a los compañeros, saben? Beto, Tito, Adri, Cartucho Quelo, Pablo, Viki, Teresa, Patricia, Guaraní…Guaraní, se acuerdan las noches en la terraza de casa con su guitarra cantando canciones de protesta!!. No es increíble? De cada uno de ellos escucho sus voces, en sus abrazos encuentro los suyos y en su terca consecuencia me referencio.
También quiero contarles que tienen 5 sobrinos maravillosos a los que siempre les cuento lo grandioso que fue tenerlos como hermanos…
Querido Coco, te cuento que cumplí, mientras los viejos estuvieron con vida, jamás me quebré. Fue duro, pero lo logré. Sigo buscándolos, sigo necesitándolos como siempre, en cada cosa que me pasa y muero por contarles, en cada lucha, en cada celebración, todo el tiempo… disculpas por la digresión
Agradezco al Espacio Asambleario Parque Patricios, a los compañeros de ayer y de hoy y sobre todo a todos esos jóvenes que hoy levantan la política como herramienta de transformación y la militan en cada rincón de la PATRIA.
Quisieron hacerlos desaparecer pero lo que lograron es hacerlos cada vez más presentes. Hicieron estallar sus venas y llenaron el aire de amor, porque eso es lo que llevaban dentro. AMOR.
La tierra abonada con su generosa sangre ha dado frutos. La PATRIA sigue siendo posible, porque es posible el hombre. El amor sigue en pié.
OSCAR SALAZAR, PRESENTE!!!
LUIS SALAZAR, PRESENTE!!!
30.000 COMPAÑEROS DETENIDOS DESAPARECIDOS, PRESENTES!!!
AHORA Y SIEMPRE!!!




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